Exigen mejorar la operación del vertedero por riesgo ambiental
CURACO. La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ordenó al municipio de Osorno adoptar con urgencia medidas para el control de la descarga de líquidos lixiviados y el manejo de residuos en el recinto que recibe la basura de las 7 comunas. El alcalde Bertín asegura que realizarán inversiones y que será necesario el apoyo. El proyecto de solución definitiva lleva 10 años paralizada.
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El manejo de la basura es un problema que crece a diario y del cual todos somos parte. Por ello resulta incomprensible que el Estado, a través de sus distintos organismos, demore décadas en dotar a los territorios de soluciones definitivas y eficientes para la disposición final de los desechos domiciliarios y las comunas siguen dependiendo de basurales que funcionan a capacidad máxima desde hace décadas y en constante incumplimiento de las normas ambientales.
El vertedero municipal de Curaco, ubicado en la ruta U -400 al mar, es el único recinto autorizado para depositar la basura de las 7 comunas y en el cual nuevamente se deberán adoptar medidas para mejorar la operación para el control de las descargas de líquidos lixiviados y el manejo de residuos que permitan controlar el riesgo sanitario y ambiental que presenta.
Así lo informó la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), que ordenó al municipio de Osorno, dueños del terreno, la implementación de ocho medidas relacionadas con el control de la descarga de lixiviados y el manejo de residuos, por un plazo de hasta seis meses. La decisión es tomada luego de iniciar una investigación en noviembre del 2024, tras una denuncia por manejo deficiente de lixiviados por parte del proyecto, lo que estaría generando un aumento de proliferación de plagas como ratones, moscas, etcétera, sumado a la generación de olores molestos en el entorno.
No es la primera vez que el vertedero enfrenta este tipo de investigaciones. En 2018 el mismo organismo fiscalizador formuló cargos sancionatorios contra el municipio de Osorno, también por el manejo de los líquidos lixiviados y manejo de los residuos almacenados. Para intentar corregir esta situación, se inició un plan de cumplimiento que significó una inversión superior a los $3 mil millones en cuatro años para el municipio osornino.
Exigencias de la SMA
Claudia Pastore, superintendente del Medio Ambiente, explicó que "estas medidas buscan resguardar la afectación al medio ambiente y la salud de las personas, considerando el riesgo que hoy supone la operación del vertedero, debido a la presencia de lixiviados en los canales de aguas lluvias, generando olores molestos e incremento de la presencia de vectores. Es importante reiterar a los titulares de proyectos que las medidas establecidas en sus permisos ambientales, para su operación, constituyen una obligación de carácter permanente".
Entre las irregularidades detectadas en terreno por la SMA está el escurrimiento de lixiviados desde el sector sur del vertedero, en dirección al canal de aguas lluvias ubicado paralelo y colindante al camino vecinal, en el sector noroeste. También se verificó que, sobre el canal de aguas lluvias, en el sector suroeste, que desemboca en el estero sin nombre -tributario del estero Curaco- se realizó una canalización para la recolección de lixiviados, los cuales se encuentran retenidos en su interior. Además, se observó el apozamiento de aguas lluvias con lixiviados en el sector sur, que afecta parte del terreno vecino, con un frente de trabajo amplio, sin material de cobertura, y residuos expuestos en los bordes de los taludes basales, situados paralelamente a los canales de aguas lluvias.
Finalmente, con los antecedentes recabados, la SMA resolvió ordenar 8 medidas entre las que se encuentra controlar todas las descargas de lixiviados (crudos o mezclados con aguas lluvias) hacia sectores no autorizados y proceder a su retiro, traslado y disposición final; respecto al manejo de residuos, realizar una cobertura general de los residuos expuestos en los bordes de los taludes basales; y realizar la cobertura diaria sobre la masa de residuos del frente de trabajo, entre otras.
Además, el municipio deberá presentar un programa de monitoreo de aguas superficiales y subterráneas que considere la ejecución de mediciones y análisis de la calidad de las aguas superficiales (estero sin nombre y estero Curaco) y subterráneas por parte de una Entidad Técnica de Fiscalización Ambiental autorizada por la SMA.
Fuera de norma
El vertedero de Curaco opera en el terreno municipal desde 1989, el cual anualmente recibe cerca de 300 mil toneladas de basura, lo que históricamente ha generado una serie de efectos negativos al medio ambiente y a las familias del sector, que viven en constante lucha con plagas, malos olores, contaminación de las napas subterráneas, entre muchos otros impactos producidos por la saturación del basural provincial desde hace más de 20 años.
"Es importante reiterar a los titulares de proyectos que las medidas establecidas en sus permisos ambientales, para su operación, constituyen una obligación de carácter permanente".
Claudia Pastore, superintendete de Medio Ambiente