Abren investigación a planta de compostaje por eventual daño ambiental en sector de Crucero
PURRANQUE. Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) está recopilando los antecedentes tras las reiteradas denuncias de los vecinos de la localidad rural debido a los malos olores, contaminación del estero Las Yeguas, entre otros, lo que genera la empresa Zero Corp, que opera desde 2021. En el lugar se acopian desechos orgánicos industriales que son transformados en abono natural.
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La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) inició una investigación contra la empresa Zero Corp Spa, ubicada en la localidad rural de Crucero, Purranque, luego de una serie de denuncias vecinales por el eventual daño ambiental que genera la planta de compostaje que opera desde 2021 en el sector rural.
Entre los problemas generados por la firma están los malos olores, la posible contaminación del estero Las Yeguas, ruidos molestos provenientes de las maquinarias funcionando 24 horas toda la semana, entre otros daños. El organismo fiscalizador abrió el expediente investigativo el lunes 10 de febrero.
En la planta Zero Corp se almacenan residuos orgánicos industriales provenientes de empresas sanitarias, lácteas, acuícolas, cárnicas y agroindustriales, los que son convertidos en fertilizantes orgánicos. La firma recibe cerca de 120 toneladas por día, lo que equivale a 3.600 toneladas mensuales.
"La Oficina Regional de la SMA en Los Lagos ha recibido denuncias ciudadanas por malos olores y posible contaminación al estero Las Yeguas, en la comuna de Purranque. En este marco, se han realizado distintas inspecciones ambientales, la última de ellas el lunes 10 de febrero, además de un requerimiento de información a la empresa Zero Corp. Todos los antecedentes forman parte de la investigación iniciada por la Superintendencia, cuyas conclusiones serán dadas a conocer de manera oportuna", expresaron de manera breve desde el organismo fiscalizador.
Una tortura
Desde el 2024 que los vecinos de Crucero comenzaron a denunciar los malos olores que salen desde la planta de compostaje, los que afectan a las cerca de 200 familias que viven en el sector rural.
Los afectados describen las emanaciones como nauseabundas, dado el origen de los desechos orgánicos almacenados, lo que obliga a mantener las ventanas cerradas para disminuir en algo la intensidad de los olores.
Marcos Ortiz es uno de los vecinos que sufre esta situación. "Los olores son constantes, pero hay momentos donde son simplemente insoportables. Quienes vivimos acá nos levantamos con dolor de cabeza y en muchos casos con malestar estomacal por lo putrefacto del aroma. Eso, porque también tienen funcionando maquinaria que provoca un ruido constante, que no te deja descansar día y noche toda la semana", relató el vecino.
Agregó que la contaminación del estero Las Yeguas es evidente, "el curso de agua viene hermoso, con un ecosistema sano hasta que pasa por la zona donde está la planta y se muere literalmente, está sin vida. En algún momento hubo conversaciones con la empresa, pero terminaron porque nada de lo que dijeron se cumplió. Hace más de un año aseguraron que no saldrían más malos olores y aquí estamos. Para qué vamos a hablar del paso constante de los camiones que traen esos desechos".
Con el objetivo de canalizar las denuncias, la comunidad creó "Salvemos Crucero", una organización ciudadana con fines ambientales y sociales que está liderada por Cecilia Elgueta, residente de la localidad.
"La verdad es que nunca hubo un proceso de participación ciudadana antes de la llegada de esta planta y tampoco se le informó a la comunidad desde ningún organismo público. Las autorizaciones ambientales, a través de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), creemos que no fueron suficientes para las características del proyecto, porque partió como una planta experimental, pero al poco tiempo pidieron autorización para agrandar su operación y es cuando se agudizó el problema", expresó la dirigenta.
Agregó que se han realizado varias denuncias para lograr mejoras en la situación. "La verdad es que la calidad de vida de todo el sector está gravemente afectada, porque vivir con este olor putrefacto constante día y noche genera efectos en la salud de las personas, no puedes ni comer tranquilo. Muchos sienten que somos una nueva zona de sacrificio ambiental que aparentemente es legal, porque tiene los permisos, pero claramente no existe cumplimiento, partiendo por esos olores. Operar 24 horas y 7 días puede ser productivo, pero no sano para quienes estamos alrededor. Además, ha costado mucho que las autoridades nos apoyen y que los organismos fiscalizadores hagan su trabajo", enfatizó Elgueta.