Los Lagos: una región que depende del transporte fluvial, lacustre y por mar
La navegación es parte de la realidad cotidiana de más de 20 mil personas que viven en zonas aisladas, con escasa o nula conectividad terrestre, por lo que dependen de embarcaciones para acceder a educación, salud y servicios. Es una silenciosa realidad que sólo es visible cuando ocurren tragedias como el naufragio registrado en Bahía Mansa.
En la última semana, las vías navegables han tenido un alto nivel de exposición pública debido al trágico naufragio de una embarcación en Bahía Mansa, comuna de San Juan de la Costa, donde fallecieron 7 personas y otras 27 fueron rescatadas de las frías aguas del Océano Pacífico. El accidente marítimo ocurrido el domingo 26 de enero, que causó un gran pesar a nivel nacional, también abrió el debate sobre las medidas de seguridad, fiscalización y operatividad de las embarcaciones para el transporte de pasajeros.
La tragedia en la costa osornina es muy similar a lo ocurrido el 2 de febrero del 2010, con el accidente marítimo registrado en el Canal de Chacao, en Chiloé, donde la lancha Soledad II naufragó con 10 personas a bordo cuando regresaban a Ancud, luego de participar de la fiesta religiosa en honor a la Virgen de la Candelaria en Carelmapu, comuna de Maullín. En esa oportunidad, sólo cinco cuerpos fueron encontrados, sembrando el dolor y la desesperación en las familias involucradas.
Cada vez que ocurren estos lamentables y evitables infortunios, que suelen tener como factor común la imprudencia humana, hay quienes creen que este tipo de embarcaciones sólo circulan durante el verano y en rutas turísticas. Aquel juicio contrasta con la realidad cotidiana que viven miles de familias, cuya conectividad depende de las embarcaciones que navegan en las rutas por ríos, lagos y el mar en la Región.
Los Lagos, en efecto, es el territorio que cuenta con el mayor número de servicios de transporte de pasajeros en agua subsidiados del país y también es la región con mayor cantidad de rutas marítimas, fluviales y lacustres operativas.
Más de 10 mil habitantes viven en zonas aisladas con escasa o nula presencia de caminos y utilizan los servicios de transporte público navegables para llegar hasta localidades que les permitan conexión con servicios terrestres de transporte. Son personas que han desarrollado toda su vida desplazándose por los distintos cuerpos de agua para acceder a educación, salud, servicios e incluso para visitar a familiares y amigos.
También existen las embarcaciones que realizan las distintas rutas de forma privada, que normalmente operan donde no lo hace el Ministerio de Transportes con sus servicios subsidiados. Según el Boletín Estadístico Marítimo de la Armada, en Los Lagos la cantidad de naves menores vigentes para el transporte de pasajeros es de 350 y matriculadas son 382 embarcaciones menores. La cifra refleja el uso de este tipo de transporte para el desplazamiento de los habitantes de la región.
Mapa del transporte
Dada la importancia de estas rutas marítimas, lacustres y fluviales, el Ministerio de Transportes destina un presupuesto de la Ley de Subsidios para la habilitación de servicios públicos marítimos, lacustre y fluvial, lo que permite asegurar la conectividad y avanzar en el desarrollo de quienes dependen de los cauces de agua para tu conectividad.
En la Región hay 117 servicios subsidiados que se realizan en 83 rutas distintas, los cuales están divididos en marítimos (64) para 98 rutas distintas; los servicios subsidiados fluviales son 6, para 6 rutas diferentes; mientras que los servicios subsidiados lacustres son 6 para 7 rutas diferentes. En total, al año se realizan más de 101 mil viajes en toda la región a través de los servicios subsidiados de transporte público en agua.
Estos viajes subsidiados los realizan empresas y operadores que prestan servicios de transporte de conectividad, lo que se traduce en una oferta estimada de 26 naves mayores para traslado de pasajeros y carga vehicular; y 89 naves menores para el transporte de pasajeros. Se define como naves menores todas cuyo peso es menor a 100 toneladas, mientras que la cantidad de pasajeros estará definido por las dimensiones de la nave, calculado tras una serie de pruebas técnicas y en terreno por el Sistema de Inspección de Naves de la Armada de Chile.
"Gracias a los servicios de transporte por agua que subsidia el Ministerio, podemos garantizar la conectividad, el desplazamiento y también son un sistema de apoyo a la economía de las familias".
Pablo Joost, seremi de Transportes