Sergio Silva Vásquez
En la casa de sus padres, en la villa Los Clásicos de Rahue Alto, está por estos días Rubens Rodríguez Muñoz, de 43 años, un osornino que hace más de 15 años optó por radicarse en el extranjero para terminar de estudiar medicina y perfeccionarse en el área de trauma, lo que logró con los años y hoy ejerce feliz.
El 22 de enero llegó a Osorno de paseo junto a su pareja y sus dos hijos. Y el fin de semana pasado decidió salir a recorrer la costa de Osorno, sin imaginar que sería parte del operativo de atención a las 27 víctimas del naufragio de la embarcación "Río Cholguaco", que zozobró en Punta Tiburón, cerca de Tril Tril, en la comuna de San Juan de la Costa, y donde fallecieron siete personas.
"Yo fui a buscar mi auto que lo tenía donde los carabineros y me comentaron que estaban en una emergencia con víctimas fatales y lesionados, por lo que de inmediato me puse a disposición de ellos. Fui al galpón, donde me presenté como médico, y al no haber más profesionales, asumí el comando del incidente. Iniciamos la categorización de las víctimas que iban llegando al muelle y que ingresaban al galpón de los pescadores", relató Rodríguez.
El profesional destacó el compromiso prestado por el personal de salud del Cesfam, carabineros, Bomberos y las familias de los pescadores que llegaron con abrigo para asistir a los pasajeros que estaban con lesiones e hipotermia.
"Uno de los pacientes venía con un corte bastante fuerte en la zona de la tibia, que se veía hasta el hueso, y una rotura de un vaso, por lo que tuve que intervenir ahí mismo en el muelle, taponar y hacer una cirugía de urgencia antes de ser derivado al Cesfam. En el caso de otras dos personas que estaban complicadas, tuve que ir al consultorio, donde había otros médicos, y terminé por hacer dos cirugías inversivas a un paciente que tenía una herida palmar con daño en vaso y arteria. Los cortes eran producto de heridas por vidrios tras romper los ventanales de la lancha".
No iban ebrios
Mientras categorizaba a los pacientes, a Rubens Rodríguez le llamó la atención la reacción de un grupo de los pasajeros afectados, quienes dieron prioridad de asistencia a los demás, pese a tener heridas cortantes graves. De paso, descartó que los militares que estaban en la tripulación de la lancha hayan estado ebrios.
"Ellos estaban lúcidos y preocupados que toda la gente haya sido evacuada, me sorprendió eso, porque una persona con sangrado busca ser atendida de manera rápida, pero ellos fueron los últimos en ir a un recinto de salud. Después supe que eran militares. Ellos controlaron la emergencia en el agua y descarto totalmente que hayan estado bajo los efectos del alcohol, ninguno presentó indicios de no estar en sus cabales, al contrario, no atendí a nadie en estado de ebriedad y revisé uno por uno a los que iban llegando", expresó el profesional médico.
Labor en emergencias
Rodríguez dijo que en caso de una catástrofe o un incidente grave, como el ocurrido en Bahía Mansa, es vital la entrega de información clara.
"Yo trabajo en urgencia y la información es importante. Cuando llegan de todos lados, tiende a confundir, por eso hay que ser cuidadosos, sobre todo cuando se trabaja con pacientes, uno tiene que saber a lo que se enfrentará. Lo de Bahía Mansa fue rápido y se pudo hacer un buen trabajo", manifestó.
El médico osornino es cirujano de trauma en Paraguay, pero además se ha capacitado en Estados Unidos en técnicas de asistencia de pacientes en condiciones de catástrofe, lo que lo llevó a usar una técnica de guerra.
"Tengo una matrícula de medicina táctica en situación de combate. La categorización de los pacientes se me hizo fácil con los conocimientos que he adquirido, como también las cirugías que debí aplicar a las víctimas que llegaron con heridas graves", sostuvo el médico osornino.
43 años tiene el médico de trauma osornino radicado en Paraguay, quien se alista para dejar la ciudad y regresar a dicho país.