Investigadores elaboran estudio sobre alcances de tomas en el estallido social
VIVIENDAS. Estudio de la ULagos fue publicado en una revista científica y registró motivaciones que llevaron a los pobladores a realizar esa acción, así como la adopción de políticas públicas.
Una importante investigación que recoge una serie de acciones colectivas ocurridas a fines de 2019, en el contexto del estallido social, cuando un gran número de personas tomó terrenos en distintos puntos de la ciudad, fue realizada por académicos de la Universidad de Los Lagos, Daniel Eyzaguirre y Óscar Mac Clure. El aporte principal es mostrar la evolución de este fenómeno, que derivó en el diseño de nuevas políticas públicas para mejorar el acceso a la vivienda propia.
Cabe recordar que, en ese periodo, se registraron múltiples tomas de terrenos en la ciudad. Muchos de estos espacios debieron ser abandonados, mientras que otros permanecen hasta el día de hoy con personas asentadas en ellos, y algunos ya han logrado una solución habitacional.
Este trabajo evidencia cómo el movimiento de pobladores en Osorno cobró fuerza, destacando demandas históricas que han persistido en el país. La relevancia llevó a que fuera publicado en la Revista Austral de Ciencias Sociales, una publicación que, desde 1997, ha difundido estudios destacados del área y que está indexada en Scopus, una de las bases de datos más prestigiosas y amplias a nivel mundial.
En terreno
Sobre este trabajo, el doctor en ciencias sociales y estudios territoriales Daniel Eyzaguirre explicó que su principal aporte es comprender cómo los momentos de crisis política, social o económica pueden constituirse en una oportunidad para la emergencia de actores políticos que impulsen modificaciones radicales de dirección.
Esto permitió mostrar cómo el estallido social activó antiguos y nuevos marcos de interpretación, generando cambios cognitivos, emocionales y pragmáticos en un grupo de pobladores que impulsaron un ciclo de acciones colectivas en busca de una vivienda en Osorno.
En cuanto al origen del trabajo, el académico señaló que esta surgió en el marco del estallido social, específicamente en Osorno, en diciembre de 2019, cuando se produjeron más de 20 tomas de terreno simultáneas, principalmente en los sectores de Francke y Rahue. El proyecto fue posible gracias al financiamiento del proyecto Anillo "Desigualdades Territoriales", en el que participan investigadores de la Universidad de Los Lagos y la Universidad Austral.
El proceso de recolección de datos se llevó a cabo entre octubre de 2019 y diciembre de 2021. La metodología incluyó la revisión de registros de prensa del diario El Austral de Osorno desde el 18 de octubre de 2019 al 31 de diciembre de 2021, así como 15 entrevistas en profundidad con personas que participaron en las tomas de terreno en esa época.
"Estos pobladores residen en terrenos tomados en los sectores de Francke, Rahue Alto y Rahue Bajo", precisó Eyzaguirre.
Resultados obtenidos
Sobre los resultados, el académico destacó que el estallido fungió como un acontecimiento social y político que provocó rupturas en las trayectorias de vida de un grupo heterogéneo de actores sociales, generando una voluntad de renunciar a las formas de habitabilidad previamente normalizadas, como el arriendo, el allegamiento y el hacinamiento.
Un segundo aspecto destacado por los académicos es que, para quienes participaron en tomas de terreno posteriores al estallido social, este fenómeno fue el resultado de la incapacidad del Estado para atender la creciente demanda en materia de vivienda.
En este sentido, el estallido social creó las condiciones objetivas que facilitaron el crecimiento de tomas de terreno y la organización de campamentos, en un marco de mayor sensibilización hacia las injusticias sociales. Esto desencadenó la participación activa de la población local en movilizaciones y protestas que denunciaban las problemáticas del territorio.
"El estallido social también dotó de un lenguaje concreto de dignidad a quienes lideraron las tomas de terreno, acelerando y consensuando el tiempo político en la búsqueda de transformaciones sociales respecto a su situación habitacional previa", indicó Eyzaguirre.
Por lo tanto, el académico agregó que, sin las demandas presentadas en el espacio público durante el estallido social, no habría sido posible el éxito de las tomas de terreno a nivel local.
La acción colectiva de tomar terrenos debe entenderse como un momento de innovación en el ámbito de la vivienda, donde esta irrupción, en el marco del estallido social, permitió formas irregulares de intervención urbana y habitabilidad que antes eran impensadas y que solo pueden comprenderse dentro de ese mismo contexto.
"En síntesis, el principal aporte de nuestro artículo ha sido comprender cómo los momentos de crisis política, social o económica pueden constituirse en una oportunidad para la emergencia de actores políticos que impulsen cambios radicales, aunque sea temporalmente, en el orden de las cosas. En concreto, evidenciamos cómo el estallido social generó la activación de antiguos y nuevos marcos de interpretación, provocando cambios cognitivos, emocionales y pragmáticos en un grupo de pobladores que lideraron un nuevo ciclo de acciones colectivas radicales por la vivienda en Osorno", subrayó.
Alcances reales
Sobre el impacto de este fenómeno, el académico de la ULagos señaló que la relevancia de estas acciones se expresó institucionalmente desde dos perspectivas: primero, con la elaboración del Plan de Emergencia Habitacional de 2022, creado por el actual gobierno para abordar esta problemática; y segundo, con la aprobación de la nueva Ley Anti Tomas de 2023 por parte del Congreso.
Desde el punto de vista de los pobladores, Daniel Eyzaguirre explicó que estos salieron de la institucionalidad al ejecutar tomas de terreno, para luego volver a ella organizados en nuevos comités de vivienda. A través de estos comités, lograron insertarse rápidamente en los mecanismos oficiales de postulación.
"La novedad es que lo hicieron desde una habitabilidad permanente en campamentos, lo que les permitió encontrar una solución habitacional a corto plazo. Estos campamentos se configuraron como una medida de presión permanente y visiblemente estética para todo el territorio. Después de seis años, la relación entre el Estado y los pobladores sigue siendo ambivalente: en algunos casos, se ejecutan desalojos masivos y violentos, mientras que, en otros, se entregan soluciones habitacionales permanentes o subsidios habitacionales", concluyó.