Muertes en cárceles "no están vinculadas al crimen organizado"
GENDARMERÍA. Jaime Gajardo, ministro de Justicia, aseguró que Chile mantiene el control de los establecimientos penitenciarios, no como sucede en otros países de la región.
El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, aseguró que "Chile mantiene el control de sus establecimientos penitenciarios, más alla de las críticas recientes". Gajardo hizo estas afirmaciones al referirse a los hechos violentos ocurridos en los últimos días al interior de recintos carcelarios, en los cuales tres reos han perdido la vida.
Gajardo contextualizó la situación entregando cifras sobre la violencia en las cárceles. Este año, 42 personas han fallecido en incidentes violentos al interior de los penales. Comparando con 2018, cuando también hubo 42 muertes entre una población penal de 41.000 internos (0,1%), señaló que en 2024, con 58.000 personas privadas de libertad, la tasa se ha reducido a un 0,07%.
"Esta disminución no significa que estemos conformes ni que las cifras no nos preocupen. Todo lo contrario. Nos preocupa profundamente y trabajamos cada día para reducir la violencia en las cárceles", afirmó.
El ministro explicó que esta violencia responde a dos factores principales. Por un lado, las dinámicas de las personas privadas de libertad, quienes en muchos casos resuelven conflictos de forma violenta, conducta asociada a los delitos por los que cumplen condena. Por otro lado, señaló que la sobrepoblación en los recintos incrementa los riesgos de incidentes. "Cuando aumenta la cantidad de internos en espacios limitados, la tensión es inevitablemente mayor, y eso también es un factor a considerar", explicó.
Respecto a las críticas que sugieren que las cárceles están fuera de control, Gajardo fue enfático en destacar que la realidad chilena es muy distinta a la de otros países de la región, como Ecuador y Brasil, donde el crimen organizado ha tomado el mando en varios recintos penitenciarios. "En esos casos, el Estado ha perdido el control frente a organizaciones criminales. Eso no ocurre en Chile. Aquí, Gendarmería mantiene el control de los centros penitenciarios, y esa es una diferencia clave", señaló.
A pesar de ello, el ministro admitió que los desafíos son grandes y complejos. "Estas cifras reflejan problemas estructurales que debemos enfrentar con decisión... Son cifras que para nosotros son complejas, pero no son cifras vinculadas al crimen organizado", afirmó.
Mejores condiciones
Gajardo también destacó la necesidad de avanzar en políticas que mejoren las condiciones dentro de los penales. Entre ellas, mencionó la importancia de invertir en infraestructura, reducir la sobrepoblación y promover programas de reinserción social. Según el ministro, estas medidas son fundamentales para abordar de manera integral las causas de la violencia y garantizar que las cárceles cumplan su rol de rehabilitación y reintegración.
"Sabemos que no es un problema que pueda resolverse de la noche a la mañana, pero no estamos mirando hacia otro lado. Nuestro compromiso es garantizar que las cárceles sean espacios seguros para todos, tanto para quienes cumplen condena como para quienes trabajan en ellas", aseguró.
"Mantener el control no es suficiente. Necesitamos transformar nuestros recintos penitenciarios en espacios que ofrezcan verdaderas oportunidades de rehabilitación y convivencia", añadió.
Economía y seguridad
En el programa Estado Nacional, el subsecretario del Interior, Luis Cordero, habló del proceso de regularización acotado de 182 mil personas que ingresaron ilegalmente a Chile y que accedieron a su empadrnamiento voluntario. "La primera es de seguridad, para saber quiénes son, dónde están y excluirlos del flujo del sistema de delitos. Pero la segunda es económica", dijo Cordero, quien explicó que el aporte de los inmigrantes es mayor al gasto público se ha hecho en ellos.