Sergio Silva Vásquez
Aún prófugo se encuentra Kevin Silva Huenumán (de 31 años), recluso de alta peligrosidad que se escapó desde la cárcel de Osorno el martes pasado, aprovechando la ausencia de personal en las torres de vigilancia, junto a un segundo reo rematado que fue detenido en el Cementerio Católico, por donde huyeron tras saltar los muros del recinto penitenciario.
La dirección regional de Gendarmería ordenó un sumario tras la fuga, para establecer las responsabilidades del personal.
Mientras esté en curso la diligencia y la búsqueda del convicto, los gremios de funcionarios carcelarios, a través de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog) y la Asociación de Gendarmes de Chile (Agech), hicieron un llamado urgente a las autoridades regionales, en especial al director regional de Gendarmería, coronel Edgardo Caniulef, para buscar la forma de mejorar las condiciones de los funcionarios y la infraestructura de la cárcel de Osorno.
César Villarroel, vocero de las asociaciones, junto a otros dirigentes, solicitó una pronta respuesta respecto al incremento de personal en la unidad.
"No hemos tenido ningún mejoramiento de las instalaciones y menos la llegada de personal de refuerzo. El año pasado sólo llegaron seis para las torres de vigilancia o cierre perimetral. Las condiciones de la cárcel siguen iguales, las literas de los internos son de hace tres o cuatro años", indicó.
La cárcel de Osorno fue construida en 1939, con 27 mil metros cuadrados, aunque se le han realizado mejoras a lo largo de los años.
HACINAMIENTO y fuga
En mayo pasado, el ex ministro de Justicia, Luis Cordero, en su visita a Osorno, reconoció las malas condiciones de infraestructura y carencia de personal que hay en la cárcel local, donde también indicó que la población penal aumentó 14%. Aquella cifra es respaldada por el vocero de los gendarmes, quien agrega datos alarmantes.
"Hoy día tenemos un hacinamiento de 32% en varones y 234% en mujeres. El año pasado teníamos 323 reos y en la actualidad hay 549. El personal de servicio con trato directo es de 30 funcionarios, de los cuales hay una subdivisión de funciones", manifestó Villarroel, quien ostenta el cargo de cabo primero de Gendarmería.
Además, expresó que hay funcionarios que hoy están destinados a servicio en el hospital, donde hay reos e imputados bajo custodia.
"Hay servicios en urgencia y siquiatría donde se debe disponer de 12 funcionarios durante las 24 horas. A la hora de la fuga no había gendarmes apostados en la garitas debido justamente a la carencia de personal. Es un tema que hemos denunciado desde el año 2020 y cada vez que tenemos fugas lo hacemos público, porque es una realidad que no podemos ocultar", expresó.
Desde la dirección regional no se pronunciaron sobre lo expuesto por las asociaciones de Gendarmería local.
El senador Fidel Espinoza, quien acompañó al ex ministro de Justicia en la visita de mayo pasado a la cárcel, planteó la problemática en el Parlamento.
"Los gendarmes, con justa razón, han manifestado sus preocupaciones. Nosotros como Gobierno tenemos que actuar y por eso el llamado que hago al nuevo ministro Jaime Gajardo, es que se tomen las acciones pertinentes, porque esto ya no puede seguir ocurriendo. Algunas personas son reos de alta peligrosidad y obviamente nos preocupa de sobremanera que se escapen con las facilidades que otorga el recinto. El ex ministro Cordero se comprometió con acciones y recursos para mejorar parte de las dependencias" , sostuvo Espinoza.
"Hoy en día tenemos un hacinamiento de 32% en varones y 234% en mujeres. El año pasado teníamos 323 reos y en la actualidad hay 549".
César Villarroel, vocero de gendarmes