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Agradecimiento
Como Fundación Cultural Flora Inostroza, destacamos el noble gesto de la Sra. Nora Delgado, quien, en la celebración de su cumpleaños, pidió sustituir sus regalos por una donación a nuestra Fundación Cultural.
Flora Lopetegui Inostroza, presidente Fundación Cultural Flora Inostroza
Regular a los "Finfluencers"
La propuesta de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para regular las asesorías de inversión entregadas a través de redes sociales, comúnmente conocidas como "finfluencers", es una medida acertada que responde a los cambios en la forma en que los usuarios consumen información financiera.
Además, se hace cargo de las implicancias que estas recomendaciones puedan tener para las personas y el mercado, como los efectos en el tipo de cambio que en su momento tuvo "Felices y Forrados", beneficiando y protegiendo a quienes hagan uso de esa información.
Esta regulación obliga a los finfluencers con más de 100.000 seguidores en Chile a inscribirse en un plazo de nueve meses, declarar conflictos de intereses, respetar la confidencialidad y transparentar cualquier retribución recibida. Representa un paso fundamental hacia una mayor transparencia en el mercado.
La medida se enmarca dentro de un espectro regulatorio más amplio que se está desarrollando en Chile para el sector fintech, con la Ley Fintech de 2023 y la reciente Norma de Carácter General N° 502. Esto responde a la necesidad de supervisar entidades y actividades que hace pocos años no existían y que hoy ya son una realidad, siendo parte de una tendencia global hacia una mayor supervisión de las actividades tecnológicas-financieras, a la vanguardia de la regulación en el mundo.
Sin duda, esta regulación será clave para fortalecer la confianza en el sistema y, en especial, en las plataformas digitales que promueven la educación financiera. Contribuirá a profesionalizar el sector, aumentar la confianza de los inversionistas y promover una cultura de inversión más informada y responsable en el creciente ecosistema fintech chileno.
Carmen Buttazzoni
Áreas protegidas
En Chile, las áreas protegidas son esenciales para la conservación de la biodiversidad y el fomento del desarrollo local, ya que ofrecen espacios donde la naturaleza puede prosperar en condiciones de relativa seguridad.
El Ministerio de Medio Ambiente ha destacado la importancia de estas zonas como clave para preservar el patrimonio natural, siendo reconocidas como la forma más eficiente de conservación in situ, contribuyendo significativamente al bienestar ecológico.
Además de su función ecológica, estas áreas juegan un papel fundamental en el desarrollo local. Diversos estudios han demostrado que el ecoturismo puede ser un motor económico para las comunidades cercanas a estas áreas, generando empleo y oportunidades de desarrollo, en este sentido, la nueva ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (Sbap) representa un avance significativo en la legislación ambiental del país al proporcionar una gestión más robusta y coordinada que conjuga conservación y desarrollo.
La regeneración de ecosistemas y la educación ambiental también son elementos esenciales en esta estrategia. La regeneración, permite que los ecosistemas degradados se restauren a su estado natural, lo que beneficia tanto a la biodiversidad como a las personas no solo "dentro de los parques", sino que también en las "áreas no protegidas".
La conservación debe extenderse más allá de las fronteras de los parques y reservas oficiales, pues nuestra supervivencia depende de la naturaleza en su conjunto. La biodiversidad en terrenos no protegidos, como campos agrícolas y bosques secundarios, es fundamental para la regulación climática, la polinización y la provisión de recursos hídricos, y también debe promoverse la incorporación de flora nativa en zonas urbanas.
El papel de la academia es indispensable en esta tarea, ya que proporciona investigaciones y datos que informan políticas públicas y modelos de manejo.
Estudios recientes han subrayado la importancia de proyectos comunitarios que fomentan la participación activa en la conservación.Cuando las personas comprenden que su bienestar está ligado al estado de su entorno, se genera una conciencia colectiva que trasciende las políticas y se convierte en un movimiento.
El Día Nacional de las Áreas Protegidas es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y cómo podemos ampliar nuestros esfuerzos de conservación más allá de lo estipulado en la ley. Las políticas deben ser respaldadas por acciones y programas educativos que fortalezcan el tejido social en torno a la protección del patrimonio natural. La regeneración y conservación no deben ser exclusivas de un grupo de expertos o sectores aislados de la sociedad; deben convertirse en un esfuerzo colectivo para regenerar y proteger nuestro hábitat común.
Pablo Rebolledo, director Administración en Ecoturismo UNAB.