La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Es la principal causa de mortalidad infantil en todo el mundo, pero no solo afecta a niños, sino también a adultos, siendo especialmente complicada en mayores de 65 años y en personas con sus defensas disminuidas, enfermedades crónicas como diabetes mellitus no compensada o desnutrición. También se asocia a otros factores como la contaminación ambiental o el consumo de tabaco crónico.
Puede ser causada por virus, bacterias u hongos. Los virus son la principal causa en niños, ocasionando primero síntomas típicos de resfrío (congestión nasal y tos) pero evolucionando al pasar los días con un mayor compromiso del estado general: Fiebre, rechazo alimentario y dificultad para respirar.
Los padres pueden notar que su hijo o hija está muy decaído y duerme gran parte del día, o por el contrario lo notan irritable y quejumbroso, del mismo modo la dificultad respiratoria puede identificarse porque al bebé le cuesta alimentarse o se marcan las costillas al respirar, siendo además su respiración más rápida y ruidosa de lo habitual.
En niños grandes y adolescentes notar cuando se encuentran con dificultad al respirar puede ser más difícil, pero el estar muy decaído o referir dolor al pecho o en el costado del tórax son señales a tener en cuenta. En ocasiones, pueden tener, además, dolor abdominal o incluso diarrea asociada, lo que dificulta aún más el diagnóstico. Los adultos pueden referir molestias similares, siendo la fiebre y dolor al pecho al respirar o toser los síntomas más frecuentes, así también la desorientación o incluso agresividad puede aparecer en adultos mayores con neumonía.
Es común que en adolescentes y adultos la consulta sea más tardía, por no considerar estas molestias como algo importante y esto puede tener graves consecuencias, como la posibilidad de acumularse líquido en la capa que cubre los pulmones, lo que se llama derrame pleural.
Las neumonías causadas por bacterias, en especial por el neumococo que es la bacteria más frecuente en Chile y el mundo, son las más graves -a cualquier edad y las que sin tratamiento pueden complicarse con derrame pleural e incluso, sin un manejo adecuado u oportuno, producir secuelas o incluso la muerte. Esta bacteria ha presentado un aumento importante de infecciones en los últimos años, lo que mantiene esta enfermedad en constante alerta a los médicos.
Para el manejo de la neumonía es clave por lo tanto, un diagnóstico precoz e inicio de medidas generales como una adecuada hidratación, manejo de la fiebre, congestión nasal y tos, uso de antibióticos si se sospecha que la infección es causada por una bacteria y hospitalización cuando se necesita de medidas .