Israel mata a comandante de Hizbulá en Siria y concreta ataque a bancos en Líbano
GUERRA. Las fuerzas del Ejército no informaron la identidad del alto oficial del grupo islamista, pero sí revelaron que había ocupado el puesto de otro jefe asesinado hace tres semanas. También se apunta a un Hospital que acusan es bóveda de fondos.
El portavoz del Ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, anunció ayer el asesinato del comandante de la unidad de Hizbulá responsable de la transferencia de armas desde Irán, en un ataque aéreo en Damasco (Siria). Y paralelamente se reveló que las fuerzas hebreas atacaron varios bancos de Líbano que aseguran guardan fondos de Hizbulá.
Hagari no reveló el nombre del supuesto comandante enemigo muerto ni dio más detalles, pero dijo que solo había estado en el cargo unas pocas semanas tras el asesinato en otro ataque israelí en Beirut de su predecesor, Muhamad Jafar Qasir, el pasado 1 de octubre.
Según una fuente militar citada bajo anonimato por la agencia de noticias oficial siria SANA, al menos dos personas murieron y otras tres resultaron heridas en este ataque con un misil teledirigido, que tuvo como objetivo un automóvil en el acomodado barrio de Mezzeh en Damasco. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, afiliado a la oposición del país, uno de los fallecidos no es un ciudadano sirio.
Mezzeh es uno de los barrios más acomodados de la capital siria, donde se ubican embajadas y residencias de miembros de la Guardia Revolucionaria, dirigentes de facciones palestinas y altos mandos de Hizbulá. Por ello, este barrio se ha convertido en las últimas semanas en un blanco recurrente de ataques israelíes, en medio de la guerra que ya ha causado más de 2.400 muertos en territorio libanés.
Bancos como blanco
Además, el Ejército israelí concretó su anunciado ataque a decenas de oficinas y sucursales de la entidad financiera Qard al Hasán, utilizada por el grupo terrorista Hizbulá para pagar los salarios de sus combatientes, en una serie de bombardeos por todo Líbano, concentrados especialmente en Beirut y en el sur del país.
Las fuerzas israelíes aseguraron que Hizbulá almacena miles de millones de dólares a su propio nombre en las sucursales de la entidad, que después utiliza para comprar armas o pagar a sus miembros.
"Beirut en llamas", escribió en su cuenta de la red social X el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, junto a una fotografía de una explosión en un edificio de la capital libanesa. El ministro indicó que Israel lanzó ataques sobre unos 15 edificios en Beirut que pertenecían a la entidad.
El Ejército aseguró que sus ataques van dirigidos a "degradar" al grupo chií y a impedir que se recomponga, después de un mes de intensos ataques en Líbano que han dejado más de un millar de muertos.
Esto generó la reacción de la Oficina Regional de Derechos Humanos de la ONU, que condenó el bombardeo contra sedes financieras de Al Qard Al Hassan.
El organismo recordó a Israel en la nota que según el derecho internacional humanitario, "los objetos que contribuyen económica o financieramente al esfuerzo bélico de una parte en un conflicto no pueden ser lícitamente convertidos en blanco de ataques únicamente sobre esa base, ya que no cumplen la definición de objetivo militar".
Hospital en la mira
Además, el Ejército israelí puso en su punto de mira el Hospital General Sahel, de Beirut, el que asegura alberga bajo sus cimientos, un búnker de Hizbulá, en el que el grupo chií guarda más de 500 millones de dólares en oro y papel moneda.
Dicha construcción subterránea alberga "ahora mismo" cientos de millones de dólares, según el portavoz castrense Daniel Hagari. El periódico The Times of Israel cifró esa cantidad en más de 500 millones de dólares.
Y en un tercer frente de conflicto, cientos de palestinos evacuan el devastado norte de Gaza hacia el sur vigilados por el Ejército israelí, tras dos semanas de un asedio que ha matado a más de 500 personas y empeorado drásticamente la situación humanitaria de los cientos de miles que continúan allí.
Biden, preocupado por filtración
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su preocupación por la filtración de documentos clasificados que recogían los planes de Israel para atacar a Irán recopilados por la inteligencia estadounidense y continúa investigando cómo pudo haberse producido. "El presidente sigue profundamente preocupado por cualquier filtración de información clasificada al dominio público. No debería ocurrir y es inaceptable cuando sucede", dijo en una rueda de prensa John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.