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El Parque Hott, ubicado entre calle Inés de Suárez, el puente San Pablo y el río Rahue, en Ovejería, debió estar finalizado y entregado al uso público en octubre del 2022. Han transcurrido dos años y aún no existe una fecha clara de cuándo estará habilitado, pese a que más del 90% de las obras están concluidas desde hace varios meses.

Vecinos y dirigentes están cansados de circular diariamente por el sector y ver cómo un proyecto nuevo, que está destinado a sumar una área verde a la comuna en lo que antaño fue un basural, está abandonado. Incluso, se han pedido algunos artículos que ya habían sido instalados como parte de la ejecución de las obras y también está el desgaste propio del equipamiento comunitario por las condiciones climáticas, sin que ni siquiera haya sido inaugurado.

La iniciativa comenzó a ser ejecutada en agosto del 2020 gracias al financiamiento compartido entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Gobierno Regional, con una inversión total de más de $10 mil millones.

Este nuevo parque para Osorno involucra 13,6 hectáreas donde se desarrolló paisajismo con especies nativas, circuitos educativos, recreación y esparcimiento, así como la recuperación y puesta en valor del humedal emplazado en el sector, además de senderos, puntos de observación, entre otros. Los terrenos fueron donados en 1950 por Alberto Hott precisamente como área de esparcimiento para la ciudad, sin embargo, tuvo otro uso: hasta 1986 funcionó en el lugar el vertedero municipal, una mancha negra en la historia reciente de Osorno.

Los terrenos intervenidos abarcan una amplia extensión de borderío donde sólo se había materializado un sendero peatonal de 7 mil metros cuadrados, construido en 2013 bajo el primer gobierno de Sebastián Piñera. Aquellas obras se ejecutaron tras el revuelo causado por un reportaje publicado por El Austral de Osorno, junto a las denuncias ciudadanas y de ambientalistas, de que el sitio era usado por desconocidos como basural con escombros, desechos, maleza e incluso había un matadero clandestino en su interior. Todo ello a vista y paciencia de las autoridades municipales de la época.

Desde 2013 y hasta 2020 no registró ningún avance, pese a las innumerables solicitudes y gestiones realizadas por vecinos y autoridades comunales de la época.

Olvidado

Mariela Jara circula diariamente por el Puente San Pedro, como miles de osorninos, siendo testigo que las obras llevan meses aparentemente listas, pero sin que exista la opción de entrada, porque está cerrado al uso público.

"Luce como una obra antigua, como esas casas que nunca fueron entregadas y el tiempo las fue deteriorando. Al principio uno esperaba con ansias la entrega, pero ahora da pena. ¿Cómo es posible que el Estado pierda sus recursos en pura burocracia, lo que depende de un par de personas?", dijo molesta.

"El pasto ya empezó a crecer y va dejando oculto lo que se construyó y nunca se inauguró. Hay incluso restos de latas de cerveza que evidencian que en la noche vienen a beber, pero claro, la familias no pueden, porque se supone no está listo".

Manuel Salinas, vecino