Según la RAE, independiente es: "La cualidad o condición de independiente, autonomía, individualismo. Libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro". Vemos cómo cada vez la gente opta por el individualismo, el sálvese quien pueda y la no identificación con causas comunes.
Lo vemos en muchos ámbitos de la organización social. Los gremios han perdido fuerza por este desinterés y vemos que muchos colegios profesionales tienen muy poco peso e incluso han dejado de existir (como el Colegio de Arquitectos con su Delegación Zonal de Osorno).
Esta falta de "conciencia colectiva" no es casualidad. El sistema neoliberal y capitalista profesa la "meritocracia", donde el esfuerzo individual supuestamente permite mejorar las oportunidades de mejores sueldos y con ello un mejor estándar de vida. Una quimera que ya se ha demostrado que no es así en un país donde "el trabajo nada engendra, sólo el pituto es fecundo".
La "independencia" de los poderes del Estado, con las últimas filtraciones (algo que las personas con dos dedos de frente ya sabíamos), nunca ha sido tal y ha salido a la luz, como el poder judicial (incluyendo orden y seguridad) ha estado supeditado al poder político, y este, al poder económico, que al final es quien toca la música con la que todos bailan.
De "meritocracia" ni hablar. Se le ha vendido el cuento a los jóvenes que para surgir en la vida deben estudiar, sacarse buenas notas, ir a la universidad, sacar un título y en lo posible hacer un post grado, que son 25 años de estudios en total, con un costo obsceno. Al final, el mismo sistema los "premia" con sueldos que apenas les alcanza para mantenerse en la rueda, que significa vivir y financiar ahora esos 25 años a sus hijos, pero que a los amigos, conocidos o miembros de su sector, les pagan $17 millones por media jornada.
El término independiente se ha hecho más popular últimamente, también en política, en especial en estas últimas candidaturas a alcaldes, concejales, gobernadores, cores, etcétera. Vemos cómo se van desmarcado de los partidos políticos ya sea porque en estos no han encontrado cabida (por rencillas o intereses internos) o simplemente para no ser relacionados con apreciaciones negativas que la gente tiene de ciertos sectores y así pretender abarcar un universo más amplio de votantes (que poco se cuestiona lo que pasa).
¿Pero son realmente "independientes"? ¿Es tan así su "autonomía" de los partidos? ¿O detrás de ellos igual hay "maletines" que después pedirán favores de vuelta?
Terminar con el "pituto" es casi imposible en nuestra idiosincrasia, pero tal vez el problema no está en los favores y los puestos a amigos, quizá el problema está en la desmesurada ganancia de estos y, al mismo tiempo, seguir avalando la falacia del discurso del "mérito", que tanta frustración ha causado en la gente.