Verónica Salgado

La construcción del relleno sanitario provincial, ubicado en el sector de Curaco, comenzó en 2014, cuando las autoridades de turno anunciaron que al fin se contaría con un recinto moderno y con estándares internacionales para el manejo y tratamiento de los desechos domiciliarios de las siete comunas y cuya operación comenzaría en febrero de 2016.

De eso han transcurrido 10 años y del proyecto estrella en aquel momento sólo queda el recuerdo, la millonaria inversión perdida, un hoyo gigante lleno de agua y la eterna discusión política que sólo prolonga materializar una solución definitiva a la basura, más aún cuando el vertedero municipal está súper colapsado desde hace décadas y obligado a seguir operando hasta el 2031.

Cuando comenzó el proyecto, todas las autoridades, sin importar el color político, se atribuían parte de las gestiones que permitirían que en la comuna de Osorno estuviera emplazado uno de los recintos que utilizaría la tecnología más moderna de Latinoamérica para el depósito final de la basura. Sin embargo, cuando las obras quedaron congeladas en 2015, hubo una estampida política por desligarse de responsabilidades y endosarle a otros el fracaso. Esta realidad se mantiene hasta el día de hoy.

Así lo evidencian los consejeros regionales y la propia comunidad que por años han solicitado que se concreten obras y se termine con la lógica de los estudios y las promesas eternas, más aún en época de campaña electoral. Todos aseguran que la demostración máxima del fracaso del proyecto fue el pago de $1.480 millones a la empresa Servitrans para darle cumplimiento al acuerdo de conciliación ordenado por la Corte Suprema, que vino a resolver definitivamente las acciones judiciales iniciadas tras la demanda de la firma al municipio local por el incumplimiento del contrato para la construcción y operación del relleno sanitario provincial, celebrado por ambas partes en octubre del 2014.

Hacerse responsable

Alexis Casanova, consejero regional, explicó que el tema de la basura en la provincia de Osorno sólo consume recursos sin resultados concretos ni definitivos.

"Tenemos un alveolo llenó de agua que no sirve para nada y un vertedero colapsado eternamente, pero que sigue dando vida útil. El tema de la basura es complejo, donde sólo se ha malgastado plata en puros estudios que terminan en el escritorio de alguien y sin usarse. Y siguen solicitando plata para más estudios, siempre diciendo que es el último, pero una solución concreta a un problema creciente como es la basura no existe, porque ni siquiera se está seguro de dónde estará ubicado y pensar que eso se solucionará en 4 años más es una locura. Además, parece que algunos candidatos tienen amnesia, porque andan proponiendo la solución a la basura cuando ellos fueron los responsables de este tiradero de recursos", manifestó el consejero regional.

Efectivamente, la municipalidad de Osorno en 2006 compró los terrenos ubicados en el sector de Curaco, los cuales estaban destinados a la construcción de un recinto con tecnología más moderna que permitiera el cierre del ya colapsado vertedero de Curaco, el cual está operativo desde 1989 y desde la década del 2000 se ha transformado en el basural provincial, operando a máxima capacidad desde hace más de 20 años, sin opciones de materializar su cierre definitivo, pese a que no cumple con las normas ambientales vigentes en el país.

Francisco Reyes, consejero regional, precisó que al asumir su cargo en 2018 las obras del relleno ya estaban paralizadas y sin que existiera ninguna claridad en su avance.

"Desde entonces he pedido que se realice la búsqueda de un plan B y eso involucra otro terreno, siempre se dijo que eso era muy lento. Bueno, han pasado 6 años desde mi primera solicitud y seguimos en cero, sólo se suma más recursos para un vertedero que está lejos de cumplir la norma y estudios que llevan a nada. En 2014 partió mal y nunca lo asumieron las autoridades de esa época. En estos seis años que llevo en el cargo hemos insistido que las siete comunas se tomen el tema con la seriedad que merece, no podemos seguir despilfarrando recursos públicos", argumentó Reyes.

Hace 10 años, en diciembre de 2014, se adjudicó la licitación internacional realizada el año anterior para la construcción del relleno sanitario provincial a la empresa Servitrans, donde el municipio de Osorno ofició como Unidad Técnica y el Gobierno Regional como mandante de la iniciativa, que significó una inversión de $10 mil millones (los $7 mil entregados por el Banco Alemán KWF y $3 mil adicionales aportados por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional -FNDR-).

De esa inversión quedan sólo algunas obras ejecutadas, como la instalación y construcción de oficinas, casino-comedor, alcantarillado y movimiento de tierras para la apertura del enorme agujero que sería habilitado como piscina de depósito de basura de aproximadamente 280.000 m3 y una altura (profundidad de 6 metros), actualmente lleno de agua.

Sin avances

Si bien se han realizado avances en materia de reciclaje y compostaje en la comuna, que permiten disminuir considerablemente los desechos que llegan al vertedero, el avance de un sitio que lo reemplace y cumpla con las normativas vigentes nacionales e internacionales está muy lejos de concretarse.

Juan Carlos Velasquez, concejal por Osorno, desde 2014 ha sido muy crítico respecto a cómo se afrontó el problema de la basura y su solución definitiva.

"Acá sólo existe un despilfarro de recursos públicos de los que nadie se hizo responsable en su minuto, cuando en 2015 quedó paralizada la obra y hasta la fecha nunca más se retomó. Quedaron algunas obras menores que ya son inservibles y ese tremendo hoyo con agua que no sirve. Además, nos ganaron una demanda millonaria, pero aún así las autoridades de esa época están en silencio, después que mostraban el famoso relleno como el proyecto estrella.

Los parlamentarios en este tema no figuran para nada, porque con un tremendo problema que hay en la Región y el país, no legislan mejor sobre este tema. Y ahora no esperen hablar que van a dar la solución a corto plazo, porque eso no será así. Materializar este proyecto es pensar en 10 años más, si se ponen las pilas", enfatizó Velásquez.

El cuestionamiento a este proyecto es transversal en la comunidad, donde dirigentes sociales de la provincia y la comuna aseguran que una de las razones por las cuales existen tantos basurales clandestinos en diversos puntos de la ciudades del territorio, es porque no hay una solución definitiva, la cual ven muy lejana.