Austria: ultranacionalista FPÖ gana elecciones parlamentarias
EUROPA. Partido de extrema derecha logró por primera vez el triunfo con cerca de 29% de votos, pero no podría gobernar porque otras tiendas rechazan formar coalición.
El partido ultranacionalista y de extrema derecha FPÖ ganó ayer por primera vez unas elecciones parlamentarias en Austria, con 28,8 % de votos, según el escrutinio casi completo, pero tendrá difícil el Gobierno ante la negativa a pactar del resto de fuerzas.
"Los votantes han hablado", aseguró el líder del FPÖ, Herbert Kickl, y destacó que el resultado muestra que el país quiere un cambio de rumbo.
El timonel del FPÖ centró su campaña en rechazar la llegada de más inmigrantes e incluso repatriar a parte de los que ya están en el país, en denunciar las medidas que el Gobierno aplicó en pandemia para evitar su expansión y en criticar la inflación, que sigue entre las más elevadas de la Unión Europea (EU).
Sin aliados
Con el 96,7% de los votos escrutados, el FPÖ obtiene 57 de los 183 escaños en el Parlamento, lo que hace inviable la investidura de Kickl como canciller federal en un país donde apenas hay tradición de Gobiernos en minoría.
El conservador Partido Popular austríaco (ÖVP) y actual líder del Gobierno, Karl Nehammer, insistió ayer en que mantiene su postura de no ligarse con un FPÖ liderado por Kickl.
Nehammer dijo ayer que, a diferencia de Kickl, su partido quiere resolver los problemas de la gente y "no vivir de ellos".
El ÖVP perdió 11 puntos respecto a las elecciones de 2019 y se ha quedado en el 26,3%. También se niegan a pactar con los ultras el socialdemócrata SPÖ (21,1%), el liberal Neos (9,2%) y Verdes ecologistas (8,3%).
Ante ese rechazo, Kickl argumentó que el resto de partidos tratan a sus seguidores como "votantes de segunda clase" y cuestionó los principios democráticos de sus contrincantes.
Gran coalición
A la espera de los resultados definitivos, la opción de Gobierno que parece tomar fuerza es una "gran coalición" entre conservadores y socialdemócratas, que suman ahora una ajustada mayoría de 92 escaños, o un tripartito que incluya a los Neos, que aportarían otro 18 legisladores.
De hecho, un tripartito, que sería inédito en Austria, es la opción con más opciones, indicó a Efe el analista político Peter Plaikner, quien argumenta que la "gran coalición" tendría un margen excesivamente estrecho.
Plaikner ve poco probable la opción de que el ÖVP reedite el acuerdo que cerró con el FPÖ en 2017, cuando el partido conservador estaba dirigido por Sebastian Kurz, quien ese año logró un histórico triunfo electoral con un 37,5 %, atrayendo a muchos votantes del partido ultra.
"Nehammer ha devuelto el partido a sus orígenes", dijo el analista, al recordar que los sectores más tradicionales, católicos y rurales del partido, sienten fuerte rechazo por los del FPÖ.
Con todo, Plaikner advirtió que bloquear la entrada del FPÖ en el Gobierno le permitirá reforzar su mensaje de victimismo y argumentar que los grandes partidos han violentado la voluntad popular.
Por ello, dijo que el nuevo Gobierno tendrá que afrontar los problemas del país (una recesión desde hace dos años) y las preocupaciones de los ciudadanos y aplicar medidas constructivas que mejoren la situación.
El presidente del país, el progresista Alexander van der Bellen, dijo ayer que cualquier Gobierno debe respetar los principios de la democracia liberal, como la independencia de los medios, la separación de poderes, la pertenencia a la UE o los derechos de minorías, y recordó que necesita tener mayoría absoluta en el Parlamento, o de lo contrario debe convencer y ganarse el apoyo de otras formacones.