Destino Innovación Episodio 42 La estrecha y necesaria relación entre arte, gestión cultural e innovación: los exitosos ejemplos de Teatro a Mil y Teatro del Lago
CON EL AUSPICIO DE ARAUCO, AIEP Y DUOC. En Destino Innovación, conducido por Isidora Undurraga, Carmen Romero, directora general y creadora de la Fundación y Festival Internacional Teatro a Mil, junto a Gonzalo Larenas, director Ejecutivo de Fundación Teatro del Lago, se adentraron en el fascinante cruce entre la innovación y la cultura, explorando cómo las nuevas tecnologías y enfoques creativos están transformando y abriendo nuevas posibilidades para las artes escénicas y la gestión cultural en Chile.
La relación entre arte, gestión cultural e innovación es esencial para el desarrollo creativo y social de las comunidades. El arte, como expresión de ideas, emociones y visiones del mundo, ha sido históricamente una fuente de inspiración y transformación. Y la gestión cultural, por su parte, se encarga de crear las condiciones para que el arte se desarrolle, se difunda y llegue a diversos públicos, generando un impacto positivo en el tejido social.
La innovación, en este contexto, juega un papel clave, ya que permite la evolución de las formas artísticas, las estrategias de difusión y los modelos de gestión, abriendo nuevas posibilidades para el arte y la cultura.
Este fue el tema central del episodio 42 de Destino Innovación, conducido por Isidora Undurraga, donde Carmen Romero, directora general y creadora de la Fundación y Festival Internacional Teatro a Mil, junto a Gonzalo Larenas, director Ejecutivo de Fundación Teatro del Lago, se adentraron en el fascinante cruce entre la innovación y la cultura, explorando cómo las nuevas tecnologías y enfoques creativos están transformando y abriendo nuevas posibilidades para las artes escénicas y la gestión cultural en Chile.
Romero reflexionó sobre el origen y evolución de uno de los festivales más importantes de Chile, y cómo su creación estuvo marcada por la resistencia cultural durante los años de dictadura. Así -dijo- Teatro a Mil, que en sus inicios fue un evento de carácter más modesto, surgió como respuesta a la necesidad urgente de expresarse artísticamente en un país que vivía bajo una feroz represión. "Cuando hablamos de cultura, es importante aclarar que no nos referimos únicamente a las artes. La cultura abarca mucho más: es una expresión humana que se manifiesta en diversas áreas, y tiene un impacto profundo en la forma en que nos relacionamos como sociedad", señaló.
En la oportunidad, recordó que el primer Teatro a Mil fue realizado en el Museo de Bellas Artes durante enero. "Todo fue orgánico, sin modelos de negocio, porque simplemente teníamos la urgencia de hacer algo", explicó, resaltando la importancia de la solidaridad y el trabajo en equipo en esos primeros años. "Este proyecto siempre ha tenido una fuerte impronta femenina. Desde el comienzo, nunca estuve sola. Evelyn Campbell, mi amiga y socia desde los 13 años, fue parte fundamental del camino", agregó.
El espíritu colaborativo también se extendió a las compañías teatrales que participaron en los primeros años del festival. "No teníamos recursos materiales, pero teníamos a nosotros mismos. Lo que hicimos fue compartir lo poco que había entre compañías como La Tropa, Teatro del Silencio y La Memoria. Esa solidaridad fue clave para resistir y continuar", expresó.
DESDE FRUTILLAR
Desde su fundación, el Teatro del Lago ha sido un bastión cultural en la región sur de Chile, promoviendo el arte y la música como herramientas de cohesión social. Gonzalo Larenas, director ejecutivo de la Fundación Teatro del Lago, quien asumió el cargo hace menos de dos años, ha liderado un proceso de transformación que busca asegurar la sostenibilidad económica y cultural de esta icónica institución de la provincia de Llanquihue.
Para Larenas, la cultura es mucho más que entretenimiento: "La cultura es identidad, aquello que compartimos y que nos representa como grupo humano. Es lo que nos hace más humanos en un mundo en constante cambio, y seguirá siendo nuestra defensa más importante frente a estos tiempos tan complejos", reflexionó.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta el Teatro del Lago, al igual que muchas otras instituciones culturales a nivel global, es la crisis económica generada por la pandemia. Según Larenas, la sostenibilidad de los teatros se ha vuelto un tema crucial, debido a la reducción de los modelos tradicionales de financiamiento basados en filantropía y mecenazgo. "La pandemia cambió el paradigma de cómo se gestionan los teatros. La filantropía está en declive, por lo que hemos tenido que diversificar nuestras fuentes de ingreso y profesionalizar nuestra gestión", explicó.
Bajo su dirección, el Teatro del Lago ha logrado un aumento significativo en su autonomía financiera, pasando de un 12% a un 51% en menos de dos años. Este avance, dice Larenas, ha sido posible gracias a la resiliencia del equipo y la aplicación de modelos innovadores de gestión que nunca antes se habían considerado para un teatro de este tipo.
"El nivel de excelencia que se ve en nuestras actuaciones se ha trasladado a nuestra gestión organizacional. Hemos adaptado un modelo de emprendimiento en el que, con pocos recursos, buscamos generar un gran impacto", comentó Larenas.
IMPACTO
El impacto del Teatro del Lago no se limita a Frutillar. En colaboración con el Servicio Local de Educación Pública y el Servicio de Salud, el teatro está midiendo los efectos de la música y las artes en tratamientos médicos. Además, ha lanzado programas en otras regiones, como un proyecto en La Pintana en conjunto con la Fundación Mustakis, que busca desarrollar habilidades socioemocionales a través de la música.
El Teatro del Lago, sostuvo Larenas, no vino a imponer una nueva realidad cultural, sino a dar espacio a una tradición ya existente en la zona. "La música clásica ya estaba en Frutillar, arraigada en la herencia de los colonos alemanes. Nosotros solo hemos ayudado a darle un espacio más grande, permitiendo que la tradición local dé el salto al escenario global", señaló.
Con una de las mejores acústicas de América Latina y siendo uno de los teatros más modernos del Cono Sur, el Teatro del Lago sigue consolidando su posición como un referente cultural. Larenas subraya que el reto ahora es seguir proyectando ese impacto a nivel regional e internacional: "Queremos que el teatro siga siendo un espacio de encuentro y un motor de cohesión social, en un mundo que cada día lo necesita más", remarcó.
EL ROL DE LAS ARTES
Carmen Romero, destacó en Destino Innovación la importancia de reconocer los orígenes diversos de las instituciones culturales y el rol clave que juegan las artes escénicas en la reflexión social, comentando que la Fundación Teatro a Mil surgió desde la sociedad civil, con un enfoque decidido hacia el teatro independiente y su capacidad de visibilizar temas incómodos y de relevancia social.
De paso subrayó la necesidad de acercar el teatro a todos los públicos, aunque reconoció que existen diferencias significativas entre ellos. "Nosotros tratamos de hablarle a todo el mundo, pero es cierto que hay segmentaciones. Hay que ser inteligentes y aprender de otros, para reconstruir nuestra forma de hacer teatro de manera que llegue a públicos diversos", comentó.
Desde su perspectiva, la democratización del acceso a las artes sigue siendo uno de los mayores desafíos. "En las artes no existe una democracia real de acceso, pero trabajamos para que ese acceso sea lo más inclusivo posible. Es nuestro deber como institución cultural", sentenció.
En ese sentido, la Fundación Teatro a Mil ha experimentado un notable crecimiento, transformación e impacto en sus programas educativos. De hecho, al apoyo de BHP marcó un punto de inflexión crucial para la organización, que ahora busca acercar el teatro a comunidades que antes no contaban con este acceso cultural.
"Logramos un quiebre en nuestro crecimiento gracias a la confianza de BHP, que nos apoyó y nos llevó a Antofagasta. Esta colaboración es un claro ejemplo de lo que significa confiar en el otro", comentó Romero, quien dijo que esta alianza ha permitido a la fundación no solo expandir su alcance, sino también fomentar una mayor cohesión social al acercar el teatro a diferentes comunidades. "El teatro abre espacios para la discusión y nos permite reflexionar sobre lo que realmente está sucediendo en nuestra sociedad, involucrando tanto a adultos como a niños", añadió.
En términos de impacto, la pedagogía teatral -una metodología que utiliza las herramientas del teatro para enriquecer la vida personal de los niños- es otro aspecto que la fundación propicia. Romero enfatizó que el objetivo no es formar artistas, sino proporcionar herramientas valiosas para la vida. "Es fascinante ver cómo el teatro permite a los niños expresarse de maneras diversas, escribir sus propias historias y observar su entorno", explicó.
Así, el enfoque colaborativo que promueve la Fundación se traduce en una experiencia transformadora dentro del aula. Los estudiantes, a lo largo del año, preparan sus vestuarios y escenas, trabajando juntos y aprendiendo a través del juego. "Ver a 40 niños colaborando en un mismo proyecto es impresionante. Al final del año, no solo están listos para una presentación, sino que han aprendido a aplicar estas habilidades a otras áreas del conocimiento", señaló.
Mirando hacia el futuro, el sueño de Romero es que este programa, en el marco de la reforma educacional y en colaboración con los centros de la nueva educación pública, se implemente en todos los colegios de Chile. "Creemos que estas experiencias transforman para siempre la vida de los niños y niñas, y aspiramos a que todos los estudiantes del país tengan la oportunidad de vivir el teatro como una herramienta educativa integral", concluyó
El goce estético
La experiencia placentera y emotiva que una persona experimenta al contemplar una obra de arte, ya sea visual, literaria, musical, o de cualquier otra manifestación artística juega un papel clave. Este tipo de goce está relacionado con la capacidad de apreciar la belleza, la armonía, la creatividad, o la profundidad conceptual en una obra.
A juicio de Gonzalo Larenas, esto -que se denomina goce estético- no es algo que se adquiere de manera automática, sino que puede ser cultivado desde una edad temprana. "El desarrollo del goce estético es como aprender un idioma. Si una persona no fue expuesta al arte desde joven, ya sea asistiendo a obras de teatro, conciertos o simplemente viendo libros en casa, es probable que nunca desarrolle la capacidad de disfrutar plenamente de esas experiencias", expuso.
Este déficit en la apreciación artística, según Larenas, es una forma de injusticia social. Y para abordarlo, su equipo ha implementado programas como EduVida que incluye experiencias de mediación artística que tienen como objetivo acercar la cultura y el arte a niños, niñas y jóvenes. Esto permite que 17.500 niños asistan regularmente al teatro. "Hemos medido que un niño debe asistir al menos 3 o 4 veces al año a actividades artísticas para desarrollar el goce estético (…) si queremos generar una transformación social a través del arte, necesitamos una estrategia de continuidad", añadió.
Larenas también subrayó que el arte no solo fomenta la apreciación estética, sino que es un vehículo para desarrollar empatía, pensamiento crítico y habilidades sociales. "A través de programas de danza y otras actividades artísticas, vemos cómo las comunidades pueden mejorar y fortalecerse", comentó, destacando que su enfoque incluye una mirada científica e innovadora sobre cómo el arte puede maximizar su impacto en la sociedad. "No se trata solo de presentar una obra, sino de entender el contexto social y las historias de cada comunidad", planteó.
Según Larenas, el arte también puede tener beneficios tangibles en el bienestar emocional y físico de las personas. Estudios recientes de su equipo sugieren que asistir a conciertos, por ejemplo, puede mejorar el bienestar de personas que padecen dolor crónico. Además, el simple hecho de sentirse invitado a un espacio cultural prestigioso genera un sentido de pertenencia y validación social. "Como agentes culturales, tenemos la oportunidad de ser facilitadores del cambio social a través del arte. Y lo más maravilloso es cuando una persona se enfrenta a la experiencia transformadora que ofrecen", sentenció en Destino Innovación.