Paola Rojas Mendoza paola.rojas@australosorno.cl

En los últimos años, las cereza es una fruta que se ha expandido en superficie plantada, desde la zona central hasta la Región de Los Lagos, donde en Osorno se ubica en el segundo lugar, después del arándano, siendo una especie cuyo principal destino son los mercados extranjeros, especialmente China, donde es un elemento culturalmente fundamental en las celebraciones de Año Nuevo de ese país. La mayoría de la fruta nacional llega unos días antes de ello, pero la de esta zona unos días después, para abastecer el mercado que quedó sin stock por la alta demanda.

Para esta temporada, que ya está comenzando, se prevé que Chile podría llegar a exportar 115 millones de cajas de cereza, sin embargo, los productores locales son más cautos y si bien tienen buenas expectativas para conseguir esa cifra, advierten que deben cumplirse condiciones del clima para obtener un fruto con la calidad requerida por el exigente mercado asiático, que es el principal importador de nuestras cerezas.

Proyecciones

Al respecto, el ingeniero agrónomo y asesor de la firma Accion Fruit, Ramiro Poblete, explicó que cuando se habla de producción de cerezas en la zona sur del país, es decir, en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, hay que pensar siempre en variedades tardías, enfocadas en ventanas de cosechas entre la semana 52, que es la última de diciembre, a la semana 5, que es la primera de febrero, dependiendo de la región y de la localidad.

"En el valle de Angol-Renaico se cultiva un mix más diverso de variedades, como Bing, Lapins, Sweetheart, Sentenniel y también Kordia con Regina. Luego, desde la zona media de La Araucanía al sur, definitivamente predominan Regina junto a Kordia. Hoy estamos creciendo con plantaciones en alrededores de Osorno, basadas en nueva genética de origen alemán, con las variedades del grupo Cerasina, con producciones aún más tardías que Regina y ventanas de cosecha, incluso de semana 5 en adelante", detalló.

Agregó que por lo anterior, queda claro que el mercado y nicho de la producción de cerezas tardías del sur, excepto las del valle de Angol-Renaico, su destino es para la fecha post Año Nuevo chino principalmente y en menor medida a mercados como Corea, Japón, Europa y Estados Unidos.

"Esto implica que, si bien optamos a retornos atractivos para el productor, donde la temporada pasada fluctuó entre los 3 y 5 dólares por kilo de fruta, estos siempre son menores comparados con la zona central, quienes apuntan a la fecha previa al Año Nuevo Chino", indicó.

Por ello, el experto señaló que el principal desafío de los productores de cerezas sureños es obtener fruta de mejor calidad y condición posible, en los parámetros demandados por los consumidores, como lo son el tamaño o calibre, que debe ser mayor a 28 milímetros; el color, que debe ser rojo a rojo caoba; el dulzor, que debe ser 16 Brix y una firmeza mayor a 220 firmpro.

"El productor de cerezas del sur debiese trabajar para obtener la mayor proporción de fruta con estas condiciones y un porcentaje de embalaje lo más alto posible, idealmente sobre el 80%, combinado con productividad de 12 toneladas por hectárea. Logrando aquello, estamos frente a un negocio que fluctúa entre los 10 mil dólares a 30 mil dólares por hectárea de utilidad, siempre que los retornos estén de ese orden y lógicamente mejor que los de la temporada recién pasada", enfatizó.

Ramiro Poblete comentó que la clave del productor del sur del país está en producir calidad y más calidad, ya que ese es el factor diferenciador; está claro que las 3.250 hectáreas plantadas en esta zona representan sólo el 5% de la superficie a nivel nacional.

Añadió que lo anterior es más relevante aún en esta nueva temporada que está partiendo, donde se espera un récord

"Logrando esto estamos frente a un negocio que fluctúa entre los 10 mil dólares a 30 mil dólares por hectárea, están de ese orden, y lógicamente mejor que los de la temporada pasada".

Ramiro Poblete, ingeniero agrónomo, de Accion Fruit