Ocho de los 13 candidatos a alcalde de Osorno y Puerto Montt dicen ser independientes. Hasta 2018, el fenómeno de los "independientes apoyados por" constituyó una práctica propia de partidos de derecha, como bien recordó hace algunas semanas Alfredo Joignant, en una columna de opinión publicada por El País de España.
Una vez extendido el fenómeno a las fuerzas de izquierda, independientes coordinados vía redes sociales -muchos de los cuales ni siquiera se conocían entre sí- fueron capaces de constituir una mayoría dentro de una Convención Constituyente que terminó en bochorno en 2021.
Como señala Joignant, mientras más candidatos independientes hay, mayor es la evidencia del colapso de los partidos. Y los resultados del país en el marco de este colapso muestran una clara correlación entre ambos fenómenos.
Una democracia donde los protagonistas son independientes que muchas veces disfrazan posiciones de acuerdo a cómo sople el viento de la opinión pública, es el camino al populismo donde los electores no cuentan con certezas respecto de cuáles son los valores e intereses reales de quien postula a un cargo.
El entrampamiento político frente a problemáticas clave como la seguridad, migración, pensiones y salud, por mencionar cuatro, constituye el mar de fondo de la era de los independientes. Ya en 2017, los abogados Ramón Briones y Hernán Bosselin planteaban su preocupación frente al creciente fenómeno. Argumentaban que "no todas las independencias son reales y que, por el contrario, podemos concluir que todas las independencias son construcciones apropiadas a un mercado político, al cual se le quiere vender productos con etiquetas poco claras, en realidad francamente vagas".
Veamos las dos comunas más grandes de la región de Los Lagos. En Puerto Montt, de los siete candidatos a alcalde, cinco se declaran independientes, mientras que en Osorno, de un total de cinco, tres hacen lo propio. ¿Es esto real? Por cierto que no. En consejeros regionales y concejales la situación no es muy distinta: las coaliciones han avalado un relevante número de independientes dentro de sus listas.
¿Qué puede hacer el elector para saber qué tan independiente es un candidato independiente? Muchas cosas, entre ellas, un cuestionario de preguntas clave para determinar en qué lugar del espectro se ubica el postulante, quedando excluidas de antemano respuestas del tipo "crearía una comisión", "o lo estudiaría una vez que me elijan". En una próxima columna, haremos una propuesta al respecto.