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El levantamiento de huellas dactilares permitió al Servicio Médico Legal (SML) de Osorno identificar el cuerpo encontrado en el cauce del río Damas, al final de calle Pérez, en el radio céntrico de Osorno.
El cadáver corresponde al conocido comerciante osornino Emilio Hernández Mansilla, de 55 años, dueño del local "La Oma" de calle Prat, al llegar a Los Carrera.
Milo, como le decían sus amigos y familiares, desapareció la madrugada del 6 de agosto. De acuerdo con sus amigos, con los que estuvo compartiendo, lo llevaron de regreso a su hogar en la población Eleuterio Ramírez.
Según se informó, el comerciante abordó un vehículo de una aplicación que lo trasladó desde Patricio Lynch, donde estuvo desde la tarde del lunes 5 de agosto hasta la madrugada del martes.
Fue dejado por el automóvil en calle Gabriela Mistral con el pasaje Los Arrayanes, y su hogar estaba a unos metros de donde se bajó.
Horas antes
Cuando se cumplió una semana de su desaparición, su hermana Gloria señaló que ese lunes él había dejado el hogar que comparte con sus padres adultos mayores, cerca de las 13.30 horas.
De allí, como de costumbre, tenía que ir a su local de calle Prat, pero pasó al restaurante de su amigo de calle Lynch, donde estuvo toda la jornada. Según este, Emilio Hernández fue el primero en ir a dejarlo a su casa, quedando en las cercanías, pero nadie constató que ingresara al domicilio de sus padres, de 75 y 80 años.
Al día siguiente, la angustia se apoderó de sus padres al no tener noticias del comerciante, quien siempre daba aviso del lugar donde estaría y a qué hora llegaría.
Desde ese día, la vida de la familia Hernández Mansilla dio un brusco cambio, debido a que comenzaron a pasar las horas y no se sabía nada de Milo, y la denuncia ya estaba ingresada en los registros de las policías. La Fiscalía dio órdenes de efectuar diversas diligencias a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Osorno.
Hubo entrevistas a los testigos que estuvieron con él, toma de declaraciones a familiares y amigos, pero no se lograban obtener datos de su paradero, y sus seres queridos ya pensaban en qué algo malo podría haberle ocurrido durante la madrugada.
Se revisaron cámaras de seguridad ubicadas en las cercanías de su vivienda y de las inmediaciones del sector donde estuvo. De igual modo, mediante las diligencias, buscaron reconstruir las horas previas a su desaparición.
Termina la angustia
"Hoy estamos cerrando un ciclo, logramos recuperar su cuerpo, pero nos quedan una serie de inquietudes", expresó Gloria la tarde de ayer, luego de recibir el féretro que transportaba el cuerpo de su hermano.
La familia, pasadas las 18.00 horas de ayer, realizó el retiro del cuerpo del comerciante desde el Servicio Médico Legal. Horas antes, a las 15.30 horas, habían ratificado con peritajes científicos y técnicos que el cuerpo encontrado en el cauce del río Damas era el de Emilio Hernández.
Si bien el lunes, cuando se realizó el hallazgo del cuerpo en el río, el personal policial encontró sus documentos entre las vestimentas, era necesario confirmar que se trataba de él.
"Las pericias tanatológicas nos van a permitir, primero, establecer la causa de su deceso y, de paso, con el levantamiento de huellas, acreditar su identidad. Si eso no es posible, se harán muestras de ADN a la familia para cotejar", había manifestado Narciso García, fiscal de Osorno.
La causa de la muerte de Emilio se debió a una asfixia por sumersión, de acuerdo con el informe tanatológico efectuado en el SML de calle Angulo en esta ciudad.
Pasadas las 18.30 horas, el cuerpo del comerciante fue llevado a la sede social para comenzar su velatorio, donde era esperado por la familia, amigos y vecinos.
"Mis padres están destrozados, la esperanza de poder encontrarlo con vida cada día se iba perdiendo, pero ya está con nosotros. Solo agradezco a cada persona que supo de su desaparición y nos ayudó en su búsqueda, como a las organizaciones de rescate de la comuna que participaron en su búsqueda", detalló su hermana. Gloria. Sobre el funeral de Emilio "Milo" Hernández, este será avisado de manera oportuna por sus parientes.
Trabajador extraviado
Una segunda familia vive el drama de tener un ser querido desaparecido, de quien se presume cayó al río Rahue.
Se trata de Moisés Estrada, trabajador de una empresa contratista, quien reside en uno de los campamentos de calle Inés de Suárez, en Ovejería.
Respecto al caso de Estrada, se encontraron diversas especies en las cercanías del río Rahue y se presume que podría ser la persona que peatones advirtieron que era arrastrada por la corriente del cauce.
Familiares del trabajador buscan apoyo para poder ayudar a los rescatistas a intensificar la búsqueda y así encontrarlo.