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La venta ilegal de carne en la zona es una de las consecuencias directas del abigeato que ha ido en aumento en los últimos años, con un alza de 43% durante el primer trimestre de este año en comparación con igual fecha del año pasado.

Productores cárnicos, vecinos, gastronómicos, frigoríficos, organizaciones gremiales, entre otros actores, apuntan a la escasa fiscalización existente para este tipo de comercio ilegal que nueve una gran cantidad de kilos que se venden en el mercado negro, ferias libres, redes sociales, entre otros medios, sin que exista un mayor control por parte de los organismos fiscalizadores.

La mayoría de la carne ilegal tiene como origen el abigeato, que es un delito que consiste en el robo o hurto de ganado por parte de cuatreros que se dedican a la comercialización ilícita o a su faenamiento clandestino. Roban principalmente bovinos, pero también caballos, ovejas, cabras, cerdos, entre otros animales.

A lo cruel de este tipo de delitos, donde los animales son faenados vivos para arrancar principalmente piernas, paletas y lomos, se debe agregar el daño que provocan a los ganaderos que deben cumplir con todas las normativas vigentes. A eso se suma el riesgo para quienes consumen esta carne, ya que no tiene ningún tipo de rigurosidad en su cadena de frío, cumplimiento sanitario en la manipulación y almacenamiento, presencia de parásitos y bacterias; incluso hay ocasiones donde los animales están en tratamientos veterinarios, lo que representa un riesgo para el ser humano que consume la carne.

En Chile, desde 1994 está vigente la Ley de Carnes N°19.162, que establece el sistema obligatorio de clasificación de ganado, tipificación y nomenclatura de sus carnes y regula el funcionamiento de mataderos, frigoríficos y establecimientos de la industria. Posteriormente, el 2009, se firmó la modificación que además incluye el sistema de trazabilidad del ganado y de la carne. Esta normativa tiene por objetivo regular toda la cadena para asegurar la calidad final del producto que llega al consumidor y regular la transparencia en la comercialización cárnica. Esta normativa cruza la industria cárnica, mataderos, frigoríficos, establecimientos o industrias que, en cualquier forma o circunstancia, procesen, desposten o manipulen carne para la venta al por mayor y al detalle, medios de transporte de ganado y carne, refrigeración, entre otros aspectos.

Fiscalización

Es justamente por esta y otras leyes que existen en el país, que resulta incomprensible que exista tanta facilidad para encontrar venta de carne ilegal en ferias libres, redes sociales y en la misma vía pública.

Marcela Grandón reconoce que existe una venta tentadora en las ferias libres. "Hablo de esas ferias de fines de semana donde encuentras personas vendiendo carne a granel y a precios muy bajos. Lo que uno no se explica es que muchas veces pasan inspectores, carabineros o la misma Autoridad Sanitaria y no hacen nada. Saben que en esos lugares hay venta de carne ilegal o de comidas preparadas con carne. ¿O me van a decir que los anticuchos a mil pesos son de carne comprada en la formalidad?", dijo Grandón.

Es el mismo análisis y denuncia que han realizado en más de una oportunidad los dueños del comercio gastronómico establecido, quienes apuntan a la venta ilegal de carne como una forma a través de la cual muchos "emprendimientos" que se hacen a través de redes sociales o en la calle, puedan tener precios tan bajos.

"Acá estamos hablando de la venta ilegal de carne, pero también de muchos locales de venta de comida que no cumplen con ninguna normativa sanitaria. El abigeato no existiría si no tuviera un mercado ilegal que lo fomente. Nosotros tenemos que cumplir con una enorme cantidad de normativas y estamos constantemente expuestos a las fiscalizaciones y eso está bien. Si el problema es que existe ese comercio ilegal que está en tierra de nadie y a vista y presencia de todos. Es muy común que pasen por los restaurantes y locales del centro ofreciendo carne a precios muy bajos, pero no la compramos porque sabemos que no tiene legalidad. Denunciarlo es difícil, porque no dejan contactos y pasan rápido. Acá lo que falta es mayor fiscalización y control a lo ilegal, porque los que estamos en norma sabemos qué hacer y si no cumplimos nos cierran de inmediato", dijo Horacio Kauak, presidente de la Asociación Gremial Gastronómica y Turística de Osorno.