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Eso sí, en los días de verano, según comentó Maritza Elgueta, llegaron varios turistas a comprar algo de artesanía.
"Si uno se da cuenta, el mercado es como un laberinto, porque hay que entrar a las cocinerías y dar varias vueltas para encontrar la artesanía y después le tienen que comentar a los visitantes que aquí hay paqueterías, sino la gente se da vueltas en el puro hall, porque está como todo escondido. Siento que el municipio nos ha dejado de lado", sostuvo.
Maritza Elgueta recordó que el municipio tiene pendiente un arreglo en el sector de paquetería, ya que el espacio de los módulos, al estar abierto, recibe toda la lluvia y viento en el invierno, lo que incomoda más a los clientes.
No entra gente
En el sector de artesanías tiene su local Jeanette Mancilla, quien coincidió que en lo que va del año las ventas han estado muy malas, incluso peor que las del mismo periodo de 2023, ya que se notó que los turistas que pasaron por el recinto fueron mucho más cautelosos, por lo que hicieron compras pequeñas.
Pero agregó que esta tendencia empeora aún más por el diseño del mercado, con accesos angostos hacia los módulos de artesanía.
"No se ven y por más publicidad que hemos hecho, la gente no entra. Hay gente que no tiene idea de que existimos, porque mucha gente que pregunta dónde se puede comprar más artesanía, en la misma plazuela Yungay los mandan para el Pueblito Artesanal de calle Mackenna", expresó.
La comerciante añadió que el recinto está dependiendo prácticamente de la gente que llega a comer, que también ha bajado en número, por lo que generalmente después de las tres de la tarde ya casi no entra público.
Todos tienen derecho
El administrador municipal y alcalde (s), Claudio Villanueva, apuntó que este es un difícil momento por el que atraviesan todos los sectores del país, que es lo que está afectando principalmente a los comerciantes del mercado.
Además, aseguró que la situación del comercio ambulante en la ciudad está bastante controlada.
"Señal de eso es que cualquier ciudadano se puede dar cuenta de la realidad que viven ciudades más grandes y vecinas nuestras como Valdivia, Puerto Montt o Santiago o Temuco, que sin el ánimo de querer comparar, pero obviamente aquí el tema del comercio ambulante ha estado bastante controlado. A nivel nacional, la propia Cámara de Comercio destacó la labor que se desarrolló a fin de año, donde tuvimos una ciudad con un comercio ilegal bastante controlado", sostuvo.
Añadió que para ello los inspectores municipales de Seguridad Pública trabajan coordinadamente con Carabineros, por lo que cualquier problema de este tipo debe ser denunciado a la brevedad por los locatarios del mercado.
Con respecto a la instalación permanente de ferias en la plazuela Yungay, indicó que son integradas por distintas agrupaciones de artesanos, emprendedores y mujeres, a quienes el municipio debe generar un espacio, ya que la situación económica es compleja para todos.
"Para muchos de estos emprendedores es la oportunidad de acercar algunos recursos a su economía familiar. Es un tema que hay que compensar; si los artesanos y emprendedores que están en el Mercado Municipal sienten que es el comercio ambulante, se debe hacer la denuncia correspondiente, pero si es por las ferias de la plazuela Yungay, hemos tratado de acotar las fechas lo más posible con las distintas agrupaciones que también requieren espacio", enfatizó.
Un año de forma casi permanente se llevan realizando las ferias de emprendedores y artesanos en la plazuela Yungay, lo que según locatarios del mercado, han perjudicado sus ventas.
2015 se inauguró el edificio del Mercado Municipal de Osorno, obra que llegó a reemplazar la antigua infraestructura, albergando muchos más locatarios. Con el tiempo han habido quejas con respecto al diseño.
2020 con la pandemia los comerciantes de todos los rubros del mercado sufrieron un duro golpe, que para ellos trajo consecuencias económicas muy perjudiciales, por las que hasta el día de hoy deben responder.