"El Gobierno ya no tiene agenda ni programa"
Argumenta que el Ejecutivo, que este 11 de marzo cumplirá la mitad de su mandato, "sólo ha mostrado falta de previsión, desprolijidad y un enorme déficit en materia de gestión". A dos semanas de la muerte de Sebastián Piñera, dice que "el legado y la revalorización de Piñera pasaron a ser un gran patrimonio político para la oposición".
Con la llegada de marzo se reactivarán no solo los colegios, sino también la discusión política, con el regreso de los parlamentarios al Congreso, que deben volver a debatir las reformas emblemáticas del Ejecutivo. El lunes 11, el Gobierno del presidente Gabriel Boric cumplirá la mitad de su mandato y el camino que le queda se ve complejo, adelanta el analista político Max Colodro.
Sociólogo de la Universidad de Chile y Doctor en Filosofía, Colodro argumenta que la izquierda y la centroizquierda "se quedaron sin proyecto político, sin el sueño de cambiar el modelo". A su juicio, el enfrentamiento con la oposición -fortalecida por el reconocimiento póstumo a la figura de Sebastián Piñera- y el intento por sacar adelante la reforma previsional y el pacto fiscal marcarán lo que queda del período gubernamental, además de seguir respondiendo a la contingencia con un manejo que se ha evidenciado defectuoso. En resumen, sentencia, "esta gestión paupérrima, junto al deterioro institucional, la crisis de seguridad y el exiguo crecimiento económico, seguirán siendo el karma de esta administración hasta su último día".
-A dos semanas de la muerte del ex presidente Sebastián Piñera, ¿cómo vislumbra el ordenamiento de la derecha y el oficialismo con miras a un 2024 marcado por las elecciones municipales de octubre próximo y las presidenciales de 2025?
-El fallecimiento del ex presidente Piñera y la revalorización de su legado han venido a reforzar el imperativo de la unidad opositora. Se fortalece la necesidad de una alternativa viable frente al actual oficialismo, que se ha visto a su vez golpeado por la autocrítica realizada por el presidente Boric en el marco de los homenajes a Sebastián Piñera. El reconocimiento del compromiso democrático del ex mandatario golpea moralmente a la izquierda y debilita su proyección unitaria. En el fondo, el eje estructurante del proceso político ha dejado de ser, por ahora, la controversia constitucional, la que fue desplazada por la disputa entre dos clivajes: por un lado, la
"El Gobierno ya no tiene agenda ni programa. Su proyecto político era la propuesta constitucional de la Convención, que fue ampliamente rechazada en un plebiscito por el 62% del país".