Sin margen de error: las expectativas que generan los tres meses de Censo
A diferencia de las mediciones anteriores, en esta oportunidad no será por un día, sino que por 90. Alcaldes y analistas coinciden en que no se puede fallar, dada la relevancia que tiene esta información para los municipios en la conformación de políticas públicas y en precisar a cuánto llega la población, tras el proceso migratorio interno y externo.
¿Cuántos somos? Esa es la pregunta que el Censo buscará responder a partir del 9 de marzo, cuando comience la medición que se extenderá hasta junio del presente año.
Una vez finalizado, y con datos en mano, se terminará con las especulaciones respecto a la cantidad de población que ha llegado a la zona durante los últimos años.
Y es que a partir de la pandemia del covid-19 las estimaciones apuntan al arribo de familias procedentes de la zona central, en busca de una mejor calidad de vida.
También de los extranjeros que se han radicado en esta región.
Y si bien se trata de una medición fundamental para la elaboración de las políticas públicas, alcaldes de comunas más pequeñas y aisladas y analistas políticos coinciden en que el resultado tiene que ser un éxito, no como sucedió hace 12 años, cuyas fallas obligaron a repetirlo cinco años más tarde, con un costo para el Estado de $30 mil millones, como lo plantea el cientista político Gonzalo Valenzuela.
Este año, en tanto, la medición será distinta a la de décadas pasadas. De partida se extenderá por tres meses y no por un día como solía suceder.
Al respecto, Sergio Zuloaga, director regional del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), profundiza que en esta oportunidad los censistas, que no serán voluntarios, sino que remunerados, trabajarán de lunes a domingo.
Otra particularidad es que la información se levantará mediante teléfonos móviles y no con lápiz y papel, como antaño.
Otra modificación: ahora se preguntará por la residencia habitual y no por la pernoctación la noche anterior.
Por lo mismo, no será necesario que estén todas las personas que habiten una vivienda, con una es suficiente para responder por todos los integrantes. Siempre y cuando sea mayor de edad.
La tecnología es otro punto que resalta, ya que mediante imágenes satelitales se pretende llegar a todas las construcciones, aunque sean viviendas irregulares. "Tenemos el mapa de las viviendas a las que tenemos que llegar", apunta
"Residencia habitual en el país"
Y si de la consulta propiamente tal se trata, en este Censo los encuestados deberán responder 50 preguntas, es decir, 29 más que en 2017, que fue abreviado. Además, Zuloaga explica que "tenemos que censar a todas las personas que tengan residencia habitual en el país, sean chilenos o extranjeros".
Quedan fuera los turistas porque no tienen residencia