La "marca personal", "imagen" o "sello", como queramos llamarle, es importante no solo en el ámbito de la publicidad y el marketing. Como arquitecto y fotógrafo, me toca trabajar siempre desde esta premisa, ya sea usando la existente y validada, reinventándola o muchas veces construyéndola. Esto le da sentido de propiedad y pertenencia a la obra.
¿Pero qué es el "personal branding" para una ciudad? ¿Y por qué es importante trabajar en ello?
Si tuviésemos que definir a Osorno en una frase, ¿qué diríamos de ella? ¿Es la ciudad de la leche y la carne? ¿Pero si la leche y la carne en Osorno es más cara incluso que en otras ciudades y los productos de calidad son todos exportados y nos quedamos con productos de segunda? Tampoco vemos referencias a ello en la ciudad, aparte del toro de la plaza o las vaquitas del edificio Bicentenario.
¿Es la ciudad parque? ¿Si tenemos un parque Chuyaca (Pleistocénico) sobrepoblado de infraestructura sin una coherencia que lo articule o potencie esta "imagen"?, un Parque Hott sin concluir y un parque Francke abandonado al igual que el estado del Parque Keim.
¿Somos la ciudad de dos ríos (Rahue y Damas) que la atraviesan más bien acentuando la "sectorización" de Osorno que su articulación?
La verdad que a mi modo de ver somos todo eso y nada de eso a la vez. Tenemos tantas potencialidades, pero cada una en sí misma no conversa con la otra y eso más que ayudar a definirla, hace que la invisibilicemos, que no exista.
Si preguntan a los jóvenes, Osorno es fome. Si preguntan a los visitantes y turistas, Osorno es feo y sucio. Si preguntan a los trabajadores, Osorno es segregado (tomar locomoción o movilizarse en horarios de entrada o salida del trabajo es a prueba de estrés).
Todo esto, que parece un análisis pesimista, es más bien un llamado a ver la oportunidad que esto tiene. La oportunidad de articular un discurso de esperanza. No solo con proyectos emblemáticos, sino un llamado a participar de todos los actores de la ciudad, a generar ese sentido de pertenencia y orgullo de ser osornino (por causa o por destino).
Una marca personal da identidad, como el acto de dar nombre a las cosas hace que suceda la magia de la existencia y el reconocimiento en la multitud.
Los llamados a construir este discurso de esperanza somos todos, desde nuestras trincheras y posibilidades, aquí no caben ni derechas ni izquierdas, ni antes ni después.
Sin duda se requieren líderes, de ahí la importancia de elegir bien. Construir desde lo preexistente, pero con una mirada que articule ese preexistente en una ciudad con imagen y marca personal.