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Lecciones
Sin pretender agotar el tema, creo que, desde ya, es posible sacar algunas conclusiones respecto del proceso constituyente que acaba de culminar.
La generación democrática, directa o indirecta, de un órgano redactor (entre nosotros y sucesivamente, Convención, Comisión Experta y Consejo) y la existencia de cláusulas pétreas, no garantizan que la propuesta cuente con el respaldo mayoritario de la ciudadanía. Sobre todo teniendo presente las especialísimas circunstancias en que se realizaron cada uno de los cinco procesos electorales.
¿Estamos todos los ciudadanos preparados para discernir acerca del contenido de un texto constitucional?. En otras palabras, ¿es el plebiscito un mecanismo idóneo para resolver sobre esta materia?. La necesaria complejidad del texto, ¿no conspira contra su acertada comprensión y facilita que muchos se presten, de manera inescrupulosa, para realizar interpretaciones normativas carentes de fundamento? ¿Fue pertinente haber iniciado el proceso después de un intento insurrecional frustrado por el azar?. ¿Fue prudente incluso teniendo presente que hubo sectores que no concurrieron al Acuerdo y que incluso siguieron avalando la violencia?.
¿Era necesario elaborar una nueva Constitución?. Después de cuatro años, resulta evidente que la respuesta es negativa.
Nuestros conflictos no resueltos no tienen que ver con la señalada Carta, sino que con nuestro sistema político que permite la existencia de gobiernos de minoría y ampara el multipartidismo no representativo.
¿Hasta qué punto nuestros dirigentes políticos son aptos?. Si no fueron capaces de entenderse para resolver los grandes temas (por ejemplo, concordar un texto constitucional), ¿lo serán para aprobar una reforma previsional o enfrentar responsablemente los gravísimos problemas educacionales o del sistema de salud?.
Me parece que sólo existe un camino de salida viable, esto es, el de la transacción. La Constitución que nos seguirá rigiendo no es la de Pinochet ni la de Lagos. Tampoco será la de Boric. La Carta vigente es producto de sucesivas transacciones. Es por ello que perdura.Feliz Navidad.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart, abogado
Corredores bioceánicos
La infraestructura es clave para poner en marcha corredores bioceánicos en Chile, cruciales para la conexión entre el Atlántico y el Pacífico. Esto trasciende a la cooperación con Argentina, impactando positivamente en Brasil, Uruguay, Paraguay, Perú y Bolivia.
Para desarrollar los corredores se deben impulsar proyectos de inversión en cuatro áreas: pasos fronterizos, rutas de atravieso hacia Chile, la última milla al llegar a las terminales marítimas y, finalmente, los puertos.
El "Corredor Capricornio" beneficiaría a los puertos de Iquique y Antofagasta, daría un acceso más directo al mercado asiático. Y concretar el "Corredor Central" -con el túnel Las Leñas y alternativas en Agua Negra-, ofrecería redundancia al Paso Los Libertadores.
En la zona austral, un corredor en Magallanes resalta por su potencial en el desarrollo del hidrógeno verde, siendo clave en la producción y exportación de energías renovables.
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y el CPI se enfocan en estudiar estas rutas, enfatizando la importancia de una cooperación entre los países, colaboración esencial para superar desafíos logísticos y maximizar los beneficios.
Álvaro Peña Fritz, académico Escuela Ingeniería de Construcción y Transporte PUCVEl flagelo de la soledad
Nos encontramos en el mes de diciembre y la soledad se instala como una problemática que ya toma tintes de pandemia, concentrando la preocupación de los especialistas a nivel global. Precisamente, en el contexto de las fiestas de fin de año, esta pandemia causa estragos. Según datos del Ministerio de Salud, el 25 de diciembre y el 1 de enero son dos de los tres días del año en que se producen las mayores alzas en las tasas de suicidio a nivel nacional.
Los seres humanos somos sociales, por lo que relacionarnos es prioritario para nuestra salud mental individual y el bienestar de la sociedad en su conjunto. Sin embargo, la escasez de tiempo se ha transformado en la tónica actual y ha repercutido profundamente en el detrimento de la interacción social.
Es tal la urgencia que supone esta baja interacción social, que la Organización Mundial de la Salud ha anunciado la creación de la Comisión sobre Conexión Social. Esta comisión trabajará para comprender la gravedad de los riesgos que supone el aislamiento social, buscar soluciones y recursos eficaces para combatirla, haciendo frente a esta temática como una amenaza para la salud.
La soledad se asocia con un aumento de hasta el 50% de la demencia y un aumento del 30% de los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardiovasculares, así como una mayor prevalencia de cuadros depresivos. También se ha asociado con el aumento de intentos de suicidio.
Desgraciadamente, a pesar de ser un fenómeno que va en peligroso aumento, y de las consecuencias que tiene sobre la salud física y mental, la mayoría de los países de ingresos medios y bajos todavía no tiene mediciones al respecto.
La soledad no llama la atención, no hace ruido, no aparece en las noticias, pero aparentemente es nuestra nueva pandemia. Es de vital importancia que abordemos la soledad como un problema de salud pública, implementando estrategias que permitan identificar la magnitud del problema, y desarrollemos estrategias eficaces para combatirla. Y a nivel individual probablemente también podamos disminuir la soledad de alguien, al menos durante estas fiestas de fin de año. Y recuerden: conversar de salud mental puede salvar vidas.
Claudia Barrera, médico siquiatra
El bulevar para los transeúntes
El bulevar que funcionó el sábado y domingo entre Matta y la plazuela Yungay cumplió totalmente su objetivo este año: facilitó el desplazamiento de los transeúntes, que pudieron hacer sus compras navideñas con comodidad. La seguridad y el orden fueron clave para erradicar a los ambulantes.