Trabajar de manera colaborativa a nivel internacional con académicos de otras instituciones de educación superior resulta ser, hoy en día, una necesidad y una acción indispensable, si es que queremos crecer como país, ya que es una fórmula donde todos ganan: ganan los estudiantes, los académicos, las universidades y los países involucrados en este intercambio: en conocimientos, en nuevas experiencias y posibilidades futuras.

Una de las modalidades que mejores resultados entrega -como una forma de iniciar una colaboración conjunta entre distintas universidades- es la llamada "clase espejo", que corresponde a una estrategia de intercambio educativo que permite a los estudiantes participar activamente de una clase con un profesor de otra institución universitaria internacional por intermedio de un aula virtual.

Esta actividad puede llevarse a cabo bajo distintos formatos. Uno de ellos sería realizar "clases espejos" que sean parte del diseño o currículo de una misma carrera universitaria y que estén en el mismo semestre de formación; o bien, realizar "conversatorios" acerca de temas que sean de interés para los profesores y estudiantes, como por ejemplo, realizar conferencias sobre el cuidado de la salud mental, tema acerca del cual, muchos países -especialmente latinoamericanos- están en absoluta deuda con su población.

¿Qué ventajas ofrece esta modalidad?. Los estudiantes tienen la experiencia de "vivir" en distintos escenarios mundiales que contribuyen a expandir sus perspectivas profesionales y de crecimiento personal. Se establecen vínculos de estrecha colaboración con comunidades académicas de todo el mundo y el docente puede "internacionalizar" los contenidos de las asignaturas que dicta.

Por otra parte, se fortalece el uso de las tecnologías informáticas de las comunicaciones por medio de las distintas plataformas on line.

Este modelo es de gran ayuda para fomentar las competencias globales e interculturales de estudiantes y docentes, mediante el desarrollo de un entorno de aprendizaje que es diferente, estimulante y motivacional, lo que facilita la interacción entre estudiantes y docentes de ambas universidades, fortaleciendo habilidades de trabajo en equipo a distancia.

Las últimas cifras del mercado laboral muestran un creciente desgaste producido por el debilitamiento de la economía, mientras expertos en el tema creen que se seguirá profundizando, y aumentan las voces que piden mayores apoyos estatales para ayudar a las familias a hacer frente a esta coyuntura.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha indicado que la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil julio-septiembre de 2023 se ubicó en 8,9%, lo que significó un aumento de 0,9 puntos porcentuales en doce meses. Las personas desocupadas aumentaron 14,2%, incididas por quienes se encontraban cesantes (14,5%) y aquellas que buscan trabajo por primera vez (10,5%). En medio de este deterioro, el golpe fuerte lo están sufriendo los trabajadores con contrato, impulsando con ello la tasa de informalidad laboral, que llega al 26,7%.

El incremento de los despidos por necesidades de la empresa ha ido de la mano con el debilitamiento de la actividad económica, lo que indica que se están produciendo menos bienes y servicios.

El empleo de calidad es uno de los indicadores que se utiliza para definir el desarrollo de una economía y el bienestar social de su población. No obstante, en el último tiempo crece la lista de empresas emblemáticas que han debido reestructurarse o quebrar.

Varias firmas han recurrido a la reorganización judicial para que los acreedores acepten su propuesta de pago de las cuantiosas deudas, última opción para evitar la quiebra. La ley ofrece dos opciones a las empresas insolventes: La primera es -con la autorización de los acreedores- reorganizar la deuda y fijar plazos y cuotas para pagarla, y la segunda, en caso de que la reorganización no sea aceptada, es la liquidación o quiebra, pero generando mayor desempleo.