Accidentes cerebrovasculares
Uno de cada seis habitantes chilenos, sobre todo adultos mayores, se ve afectado alguna vez por un ACV.
Uno de cada seis chilenos, sobre todo adultos mayores, se ve afectado alguna vez por un accidente cerebrovascular (ACV), que consiste en la pérdida repentina de una función neurológica, producida por la obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo cerebral, y que se manifiesta en la pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, la alteración del lenguaje, que se hace incomprensible o bien la persona no entiende lo que se le dice; una disminución de la sensibilidad y dolor de cabeza muy fuerte. No obstante, los especialistas afirman que si el paciente recibe atención oportuna en un servicio de urgencia, se le puede retirar el coágulo alojado en la arteria.
Si bien cualquiera persona puede sufrir un accidente cerebrovascular, hay factores de riesgo o comportamientos que lo propician, como la hipertensión arterial, la edad avanzada, el tabaquismo, el colesterol elevado, la diabetes mellitus y el sedentarismo, entre otras. De ahí que los médicos recomiendan prevenir los accidentes cerebrovasculares mediante un control adecuado de los riesgos, llevando una vida más saludable, con actividad física, una alimentación que sea equilibrada, baja en sal y azúcar, y evitando el alcohol y el cigarrillo.
La hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de manera prematura.
El Estado, a través del Ministerio de Salud, lleva a cabo planes y programas, que incluyen desde la prevención, hasta el trabajo de recuperación de personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, los altos costos, no sólo financieros, sino que emocionales y sociales que están asociados a estos casos, son en sí un llamado a extremar las medidas de prevención y cuidado.