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Cáncer a edad más temprana
Recientemente se dio a conocer que el cáncer en menores de 50 años aumentó 80% a nivel global en los últimos 30 años. Como profesionales de la salud, observamos esta realidad con preocupación, ya que significa que cada vez más personas jóvenes padecen esta compleja enfermedad. Además, el cáncer se posicionó el 2021, por primera vez, como la principal causa de muerte en Chile.
Sabemos que si el cáncer se detecta de forma temprana, las terapias permiten salvar vidas, por lo que resulta fundamental realizarse chequeos preventivos de forma periódica. Esto, porque aunque nos sintamos sanos, no se puede descartar a cualquier edad que existan factores de riesgo que se deben estar monitoreando para detectar cualquier hallazgo a tiempo. Asimismo, existen alteraciones genéticas que generan una predisposición al desarrollo del cáncer y a su desarrollo de forma silenciosa.
A esto se suman factores de riesgos medioambientales como mayor exposición al sol, tabaquismo, sedentarismo y obesidad que favorecen la aparición de esta enfermedad. Es por eso que el llamado urgente es a mantener una vida saludable y a la prevención. Es tarea de cada uno de nosotros poner en práctica hábitos que favorezcan nuestra salud y que nos permitan mantener a raya esta enfermedad, que se ha transformado en una pandemia a nivel mundial.
Dr. Francisco López, Clínica Universidad de los Andes
El liberalismo de Milei
Argentina tiene una capacidad única para exportar sus productos culturales. Por eso, conviene tomarse en serio el fenómeno Milei. Un breve repaso de sus conceptos del Estado, la libertad y el mercado evidencian que su liberalismo contiene gérmenes de simplificación y fanatismo ajenos a la tradición liberal occidental.
Su idea del Estado mínimo es seductora y trasluce un merecido castigo a una clase política que llevó el clientelismo, la corrupción y la ineficiencia a límites impúdicos. Sin embargo, ni Hayek ni Nozick -por mencionar algunos- descartaron que los servicios públicos esenciales debían estar a cargo del Estado. Y es inevitable preguntarse si hoy, ante la vulnerabilidad de amplios sectores sociales estos libertarios sostendrían una reducción tan drástica como la de "La Libertad Avanza". Los principios liberales, a diferencia de los diez mandamientos, no están escritos en piedra.
Es difícil encontrar en la tradición liberal una visión de la libertad como valor absoluto y panacea de los problemas sociales. Rawls, Berlin o Gray sostenían que la libertad era un valor en tensión con la igualdad o el pluralismo. Luego, blandir la libertad como motosierra que corta de raíz los valores contrarios, por corrompidos que puedan estar, es una forma de autoritarismo más propia del populismo.
Es cierto que los autores liberales han elogiado la libertad. Pero también reconocieron la importancia del orden, el imperio de la ley, la igualdad, el pluralismo, la diversidad de modos de vida y el reformismo institucional. Luego es difícil encontrar un autor liberal que haya depositado todas las esperanzas de la política en la libertad como fe y en el libre mercado como religión civil. Y por el contrario, fueron el escepticismo y el realismo antropológico lo que llevaron a Hobbes, Mill, Locke, Tocqueville, Jefferson y a nuestros próceres a diseñar instituciones que contuvieran los apetitos despóticos.
Finalmente, el mercado. La visión mágica que tiene Milei y los suyos va en contravía de la mayoría de estudios de ciencias sociales y filosofía política que han advertido las carencias estructurales del mercado como regulador de la vida social y han propuesto una reforma sustancial del capitalismo liberal. Del fracaso del estatismo y el asistencialismo no se sigue que la libertad económica sea el único antídoto, menos aun cuando sabemos que el rentismo, los monopolios, la especulación y el bloqueo de reformas redistributivas por parte del sector privado son parte del problema.
Predicar contra "la casta" es eficaz porque es el discurso anti-político de nuestro tiempo. El problema es que si sacamos a los políticos de la política la dejamos en manos de oportunistas o mesías histriónicos.Iván Garzón Vallejo, Universidad Autónoma de Chile
Ventajas de buen clima laboral
Sin lugar a dudas, el clima laboral se ha transformado hoy en un factor crucial para el éxito de cualquier organización. Se trata de un elemento que va más allá de la simple percepción de los colaboradores sobre su entorno de trabajo, pues es una pieza determinante que influye en la productividad, la retención de talento y la reputación de una empresa o institución.
En un mercado laboral altamente competitivo, retener a los colaboradores talentosos es clave para que una organización marque una diferencia con el resto. Un clima laboral adecuado genera un ambiente en el que los trabajadores se sienten a gusto y apreciados, lo que reduce la rotación de personal.
Lo anterior, junto con ahorrar costos vinculados con la contratación y formación de nuevos trabajadores, además permite conservar el conocimiento y la experiencia dentro de la empresa o institución.
A la vez, un clima laboral positivo impulsa la creatividad e innovación. Esto último puede traducirse en mejoras significativas relacionadas con la oferta comercial y procesos de la compañía, y en un incremento de su ventaja competitiva en el mercado.
Desde el punto de vista del compromiso de los colaboradores, un clima de trabajo favorable permite un mejor servicio al cliente, una mayor calidad en el trabajo y una cultura organizacional más sólida.
El clima laboral tiene un impacto directo en la reputación de una organización. Los trabajadores felices y satisfechos se convierten en embajadores de la marca, pues comparten sus experiencias positivas con amigos, familiares y en las redes sociales. Claudio Oyarzún