El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, admitió ayer que el aparato de Seguridad "cometió errores" al no poder impedir la ofensiva de Hamás y la incursión terrestre que causó la muerte de al menos 1.300 personas en Israel, en su primera intervención pública tras seis días de guerra.

En rueda de prensa cerca del límite con la Franja, donde seguían los fuertes ataques aéreos -con al menos 1.417 muertos palestinos y más de 6.000 heridos al cierre de esta edición-, el máximo cargo del Ejército prometió también que "se investigarán los fallos en la cadena militar", pero instó a centrarse por ahora en gestionar el conflicto con los terroristas del enclave.

"Las Fuerzas Armadas de Israel son responsables de la seguridad del país y sus ciudadanos, y el sábado por la mañana en los entornos de la Franja de Gaza no nos ocupamos de ello", declaró Halevi.

"Aprenderemos, investigaremos, pero ahora es momento de la guerra", agregó, en un contexto en que Israel va acumulando gran cantidad de tropas entorno a la Franja, mientras se especula con una ofensiva terrestre que podría ser cada vez más inminente.

Halevi dijo que se hará lo posible para rescatar a rehenes tomados de las comunidades al sur de Israel que ahora están cautivos en Gaza y en manos de Hamás y Yihad Islámica, que exigen un intercambio con presos palestinos en cárceles israelíes.

"La matanza por parte de los terroristas asesinos de Hamás, animales humanos, de nuestros niños, mujeres y nuestra gente, es animal e inhumano", recalcó Halevi, que culpó también al líder de Hamás en Gaza, Yahia Sinwar, "de este horrible ataque". "Él y todo el sistema bajo su mando son hombres muertos", afirmó.

Desde que estalló la guerra, se desconoce el paradero de Sinwar y otros altos cargos de Hamás en la Franja, que tampoco han hecho declaraciones.

Luego de que la Casa Blanca saliera a desmentir a Joe Biden, quien había el miércoles que nunca pensó que vería "imágenes de terroristas decapitando niños", coincidiendo con testimonios de soldados, rescatistas y periodistas israelíes, el primer ministro del Estado judío, Benjamin Netanyahu, denunció formalmente la decapitación de algunos bebés, así como la calcinación y asesinato de niños, durante el ataque "horripilante y monstruoso" lanzado el pasado sábado desde Gaza por el grupo Hamás.

Netanyahu, a través de la cuenta oficial de su cartera, difundió ayer imágenes explícitas de cuerpos de bebés ensangrentados o calcinados en sus camas.

Este medio pudo comprobar la veracidad de esas fotografías, pero decidió no reproducirlas, dado su contenido sensible.

Mientras se recuperan e identifican cuerpos que engrosan la cifra de más de 1.300 fallecidos en Israel por la ofensiva de Hamás (hasta el cierre de esta edición), el coronel de la reserva Golán Vach, miembro de los equipos de Rescate del Frente Interno del Ejército israelí, aseguró que él mismo halló "a un bebé con la cabeza cortada" entre las más de 100 personas asesinadas en el kibutz Beeri, al lado de la Franja.

Miembros de su equipo hallaron a más niños decapitados, agregó. "No creo que un bebé con la cabeza cortada sea un accidente, un misil no hace esto", dijo.

Son "fotografías horripilantes de bebés asesinados y quemados por los monstruos de Hamás", un grupo que "es inhumano" y "como el Estado Islámico" (ISIS), señaló.

"Yo mismo tomé cuerpos de bebés de un mes, dos meses, de niños quemados, de niños que cuando los tomé de las manos aún estaban ardiendo". A su vez, agregó que conocía casos de "personas que fueron torturadas, violadas y quemadas vivas".

Yossi Landau, jefe en la zona sur de Israel de los equipos de emergencia en ZAKA, que se dedican a recuperar cadáveres e identificarlos, relató a la Agencia Efe una de las escenas más cruentas que se recuerden.

Dijo que encontró a "una señora embarazada en el suelo" de su casa, con "el estómago totalmente abierto, un feto conectado al cordón umbilical, apuñalado con un cuchillo, y la madre con un disparo en la cabeza".

Agregó que "yo mismo tomé cuerpos de bebés de un mes, dos meses, de niños quemados, de niños que cuando los tomé de las manos aún estaban ardiendo". También dijo que conocía casos de "personas que fueron torturadas, violadas y quemadas vivas".

Blinken y las fotos

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, quien visitó Israel para manifestar el apoyo incondicional a su mayor socio militar luego del ataque terrorista, aseguró ayer que los civiles de Gaza no son el objetivo de los ataques israelíes y acusó a Hamás de usarlos como "escudos humanos" ante los bombardeos de Israel.

"Hamás continúa utilizando a civiles como escudos humanos, algo que no es nuevo, algo que siempre ha hecho, poniendo intencionadamente a civiles en peligro para protegerse", declaró en Tel Aviv tras reunirse con Netanyahu.

Blinken dijo que eso hace que la lucha contra Hamás sea "más complicada", pero recalcó que los civiles de Gaza "no son el objetivo de las operaciones de Israel", cuyo primer ministro, compartió con él las fotografías de los niños quemados o decapitados, mencionó en la red social X (antes Twitter).

A los fallecidos en Israel se sumaban ayer 3.200 heridos por el ataque a gran escala de Hamás, mientras que los bombardeos de represalia de la aviación israelí han cobrado al menos 1.400 vidas y dejado más de 6.000 heridos en Gaza.

Además, dos familiares británico-isralíes de rehenes de Hamás hicieron ayer un llamado desesperado a gobiernos, medios y comunidad internacional para "traerlos a casa" ante lo que tildaron de "otro Holocausto" y la "mayor crisis de rehenes en el mundo en décadas".

El gobierno israelí dijo que ha logrado identificar a 97 secuestrados por Hamás, pero otras fuentes hablan de 150.