"Releyendo: Mafalda", la serie para zambullirse en el universo de Quino
ESTRENO. Llega el homenaje audiovisual al dibujante.
Efe
¿Qué tienen en común los dibujantes Liniers y Alberto Montt, los exdeportistas Manu Ginóbili y Gabriela Sabatini y el actor y director español Santiago Segura? Todos aman a Mafalda, esa niña de 6 años adelantada a su tiempo, rebelde, feminista, inquieta, y a todo el universo que el genial Joaquín Lavado 'Quino' creó en torno a ella.
Todos ellos, junto a muchos otros de nacionalidades diversas, desfilan por los cuatro capítulos de la serie documental "Releyendo: Mafalda" que desde ayer puede verse en las plataformas Disney+ y Star+ y que busca "un punto de vista diferente audiovisual" sobre este personaje icónico y su autor.
"Es importante lo de la relectura. Es un punto de vista diferente audiovisual; no existían series sobre Mafalda y eso me parece que es muy interesante, que esté sucediendo esto", explica e Efe su directora, Lorena Muñoz, quien se confiesa "fanática" de la tira creada por Quino.
Realizadora de, entre otros filmes, "Gilda, no me arrepiento de este amor" (2016) y "El Potro, lo mejor del amor" (2018), sobre los míticos argentinos Gilda y Rodrigo, dos cantantes fallecidos en un accidente, muy jóvenes y en la cúspide de sus carreras, esta bonaerense de 51 años habla ahora con la misma pasión de una leyenda muy cercana para ella.
"Vivo en San Telmo, muy cerca de su casa, donde vivía él (Quino) cuando creó a Mafalda, y me lo imagino mucho a él dibujando en esas ventanas. Y me gusta mucho algo que me enteré, que no sabía, que es esta idea cómo él piensa que el historietista tiene relación con el cine; eso me pareció conmovedor, porque tiene que ver conmigo también", detalla la directora.
Hoy en ese histórico barrio de Buenos Aires, en la esquina de las calles Chile y Defensa, a pocos metros del edificio que habitó su dibujante, una escultura de Mafalda, espera en un banco a quien quiera sentarse para una foto o, quién sabe, quizá iniciar una conversación.
Mafalda es universal
Pese a que, como la directora reconoce, Mafalda no sólo es algo "bien argentino, sino bien porteño", su calidad humana -y la de su 'familia' de amigos- terminó por convertirla en universal.
"Creo que tiene que ver con que son personajes donde el espectador, el lector, se siente muy identificado, porque atraviesa problemáticas que son comunes a todos, que tenemos los humanos, sobre todo Latinoamérica", explica Muñoz, quien resalta el "humor" y poder "reírse de uno mismo" gracias a las tiras cómicas de Quino.
El acierto de que "esa voz tan crítica esté puesta en una niña y en un grupo de niños, que son los que se cuestionan todo el tiempo todo, es algo que podemos aceptar de alguna manera, sin ofendernos", resume.
Esa entrañable pandilla formada por Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito y Libertad y el pequeño Guille dialogan, por obra y gracia de Quino, sobre asuntos como la pobreza, la desigualdad, el feminismo, el amor o el cambio climático (cuando no existía ese término).
Este proyecto nació cuando aún vivía Quino y se trata de, como su título indica, una relectura de su personaje icónico, pero también de un gran homenaje a su mundo creativo.
Los testimonios de reconocidos dibujantes, como los argentinos Maitena y Liniers, o el chileno Alberto Montt, sobre el proceso del genial mendocino son lo más destacado del documental, junto a las palabras del propio Quino sobre el nacimiento de esta niña que pasó de ser la posible imagen de un anuncio de electrodomésticos a comienzos de los años 60 del siglo XX a ser referente mundial aun en el siglo XXI.
"Hay algo de la magia misma de lo que logra Quino y también tiene que ver con este crisol de personajes que se completan entre sí; como que todos tienen sus perfiles muy definidos y, al mismo tiempo, él no los juzga, porque son personajes que tienen grises. Hay momentos donde los amas, momentos donde los odias", dice Muñoz.