Regeneración contra el tiempo
Gerente de Sustentabilidad, Nestlé Chile
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Agricultura, tenemos una oportunidad para reflexionar en torno a una de las actividades humanas más nobles, cuya historia sin duda marca los hitos importantes de cómo hemos evolucionado como sociedad en busca de subsistencia alimentaria.
La agricultura nos conecta con nuestro origen, con los pies en la tierra, con lo que nos nutre y nos da vida, con la naturaleza y los alimentos, cómo nos abastecemos de ellos, la manera de producirlos, distribuirlos y los efectos derivados de eso.
En ese contexto, las señales de avanzar hacia una agricultura regenerativa cobran todo sentido y no hay duda de que es un camino para lograr que la producción de alimentos esté en sintonía con el cuidado de nuestro entorno, ya que permite proteger y restaurar las tierras de cultivo y su ecosistema, mejorar los medios de vida de los agricultores, su resiliencia y el bienestar de las comunidades.
En los últimos meses hemos sido testigos de fenómenos meteorológicos sin precedentes, los que han generado destrucción en distintos lugares del mundo, con efectos que también son visibles en Chile. Mientras en otras latitudes se producen las temperaturas más altas de las que se tiene registro en la historia, en nuestro país todavía debemos reponernos de las consecuencias provocadas por incendios en el verano y más recientemente, de la catástrofe en la zona centro sur a raíz de precipitaciones de altísima intensidad.
Sin ir más lejos, esta semana el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, afirmó que "el colapso climático ha comenzado", enfatizando que el clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente, con fenómenos climáticos extremos que afectan todos los rincones del planeta.
¿Cómo alimentar a una población en constante crecimiento en este contexto? En Nestlé buscamos desarrollar todo el poder de la alimentación para mejorar la calidad de vida, hoy y para las futuras generaciones. Por tal razón, nuestra mirada de largo plazo depende de la determinación de actuar ahora.
Por ello, en estos últimos tres años hemos acelerado nuestra transición hacia un modelo agroalimentario regenerativo, y lo hemos hecho de manera colaborativa con nuestros productores de materias primas en todo el mundo. En Chile nos hemos enfocado en leche fresca, con la meta de lograr que el 20% de ingredientes claves sean producidos mediante métodos agrícolas regenerativos para 2025, y un 50% para 2030, lo que a su vez contribuye al objetivo de alcanzar las cero emisiones netas GEI a 2050.
En este sentido, Naciones Unidas está promoviendo dicho camino, para que sea posible articular las capacidades de las partes interesadas en migrar los sistemas alimentarios hacia la regeneración. Así lo indica el último informe de la FAO, con recomendaciones que promueven la necesaria expansión y profundización de una relación consciente con el mundo y regenerarlo.
Creemos que esta es la forma correcta de contribuir a las personas y sus familias, al planeta y a nuestras comunidades, y seguir contribuyendo a una buena vida.
Gabriela Guarda.