Correo
La otra deuda histórica
Los efectos de la pandemia en materia educacional fueron devastadores. Las primeras estimaciones calculan una pérdida de entre 50% y 80% de un año académico a nivel global. Para Chile, debido a su inusual tardía para retomar las clases presenciales, el impacto se calcula en más de un año escolar. Esto tiene costos para toda una generación de estudiantes que no podrá recuperar la totalidad de los aprendizajes perdidos, costos económicos para el país y costos de salud mental para niños y sus familias. Y en nuestro país ya estamos atrasados en dar una respuesta efectiva.
En este contexto es que se comunica la decisión del Colegio de Profesores de iniciar un paro indefinido que podría afectar a más de 5 mil colegios. Esto es similar a que se hubiera aprobado una paralización de Conaf en medio de los incendios forestales de 2017, o de profesionales de la salud durante el covid en 2020. Es legítimo que el gremio vele por los intereses de sus colegiados, pero no es justo que lo hagan en medio de una crisis de esta magnitud, impidiendo que niños puedan recuperar de forma urgente el tiempo perdido. No fue justo mantener a los niños fuera de la sala de clases por un tiempo récord a nivel mundial durante la pandemia y no es justo volver a cerrar las escuelas por negociaciones de pagos con el Gobierno. Esta decisión sólo acrecienta día a día la otra deuda histórica: la que el Colegio de Profesores tiene con los niños de Chile.
José Antonio Valenzuela
Edad de jubilación y cuidados
Actualmente se discute la necesidad de aumentar en 6% la cotización de pensiones, la propuesta del gobierno es que este porcentaje vaya a un fondo integrado, mientras que las AFP sostienen que debe ir a la cuenta individual de siempre. La experiencia indica que las pensiones con las AFP no suben, lo que si aumentan son sus utilidades, alcanzando, por ejemplo, un 71,65% en el primer trimestre 2023, lo que equivale a 134,7 millones de dólares. En este escenario las AFP han propuesto aumentar la edad de jubilación en 5 años y que este tiempo permita que la gente aumente sus fondos, algo que efectivamente podría aumentar en 32% la pensión, eso en el caso de que las personas efectivamente puedan trabajar estos 5 años.
Lo cierto es que anualmente a nivel mundial son 10 millones de nuevos casos solo de demencia por alzheimer, mientras que en Chile se han pesquisado al menos 200.000 casos con una prevalencia que aumenta constantemente. En el decenio de los 60 años aumenta la prevalencia y los síntomas clínicos en la mayor parte de los casos inician a los 65 años. Dos tercios son mujeres. Desde que se descubrió el alzheimer, en 1906, no hay tratamiento. Es irrecuperable. Las investigaciones pueden generar esperanza, pero en ninguna se ha generado recuperación de la funcionalidad, es decir, de la capacidad de auto valerse. Por tanto, son personas que requieren cuidados de enfermería las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
Por un tema de costos es que estos cuidados son absorbidos por las familias, generalmente por mujeres. Con una sobrecarga pesquisada en el 63% de ellas. Para cuidar dejan de trabajar remuneradamente y pierden cotizaciones y en el caso de reincorporarse al trabajo lo hacen en edades avanzadas y con mayor deterioro, por lo que su trabajo es más precario.
Las familias en Chile son pequeñas, por lo que restar a alguien del mercado laboral y, por tanto, del empleo remunerado, es un costo importante. Estos antecedentes obligan a identificar en que piensa utilizar cada una de nosotras este 6%. ¿Podré ocupar ese dinero efectivamente en mí, o en mi familia? ¿estaré en condiciones de hacerlo? ¿la diferencia será suficiente como para restar un sueldo de la familia mientras me cuidan? ¿Será una opción que este 6% vaya a la creación de establecimientos de larga estadía?. Es momento de plantear que las personas que requieran cuidados no dependan solo de sus familias, sino que el Estado se responsabilice de los trabajadores en su jubilación. Y digo Estado, porque como ya hemos señalado, las AFP no asumen esta responsabilidad.
Amparo Muñoz Rubilar, académica Facultad de Ciencias de la Salud, U. Central
Dos baldes de agua fría
La reciente Encuesta Suplementaria de Ingresos elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) arroja datos preocupantes. En primer lugar, se ve un estancamiento de los ingresos reales entre los años 2018-2022, un periodo marcado por debilitamiento de la capacidad de crecimiento tendencial de la economía, por el llamado "estallido social" y, posteriormente, por la pandemia ocasionada por el Covid. Por otro lado, los resultados muestran que el ingreso laboral promedio asciende a poco más de 757 mil pesos (netos), sin embargo, el ingreso laboral mediano (el que divide a la población en dos partes iguales) apenas se empina por sobre los 500 mil pesos. Cifras escuálidas, sin duda. Las recientes cifras proporcionadas por el Banco Central dan cuenta que la economía continúa en recesión; el segundo trimestre la economía cae 1,1% en 12 meses, que se suman a las anteriores caídas de 0,8% el primer trimestre de 2023, y de 2,3% el último cuarto del 2022. Lo anterior no permite hacer una proyección halagüeña respecto de la evolución futura de los salarios reales.
Este contexto, creo yo, sólo viene a reafirmar la urgente necesidad de implementar un contundente y ágil plan pro crecimiento. Me parece que, hoy por hoy, no hay espacio para aumento de impuestos.Rodrigo Montero
Basura en los barrios
Persiste la presencia de basura en calles, esquinas, plazuelas y sitios eriazos de Osorno. Ya más parece una tendencia que llegó para quedarse a la ciudad, por desgracia. Es necesario acabar con este flagelo cuando antes y recuperar nuestros barrios limpios.
Miguel Bernales