Ricardo Cifuentes

Conseguir la integración en tiempo real, mediante la comunicación en línea de los 10 puntos semaforizados de La Unión, será posible con el proyecto que se inició con la presencia del subsecretario de Transportes y Telecomunicaciones, Jorge Daza.

La autoridad de la Subsecretaría de Transportes estuvo por algunos minutos en la corta ceremonia de inicio del proyecto que considera una inversión superior a los 500 millones de pesos aportados por el Gobierno Regional de Los Ríos, cuyos consejeros y gobernador son conscientes de la necesidad en seguridad vial de esta ciudad con sus 50 mil habitantes y un parque automotriz en aumento.

Aporte regional

Ítalo Martínez, consejero regional que concurrió en representación del gobernador, explicó que el titular estaba en Santiago participando de la discusión presupuestaria y que la región disponga de los recursos para iniciativas de mejoramiento; y en este caso, aportando para ayudar al mejoramiento en el servicio que prestan los semáforos.

El seremi de Transportes, Jean Pierre Ugarte, mencionó que este proyecto de integración que se inicia es una iniciativa que tiene varios hitos en que participó desde hace un largo periodo: "en su inicio no tenía financiamiento, y ahora cuando parte con recursos, lo llena de orgullo y más aún con la presencia del subsecretario de la cartera, se da importancia como cualquier comuna del país", indicó.

En cinco puntos semaforizados se activarán cámaras de seguridad, en lo que se está trabajando. A través de ellas se hará también contabilidad vehicular, con lo que se evitarán los pagos a terceros por hacer este trabajo.

Conteo vehicular

El tiempo en que se implementará este proyecto será de un año, aunque ya se inició por parte de la empresa que tendrá esta responsabilidad. El monitoreo estará a cargo de la Unidad Operativa de Control de Tránsito, que depende del Gobierno Regional.

Las intersecciones consignadas para tener las cámaras de circuito cerrado de televisión, con las que se observarán las condiciones de tránsito en tiempo real, serán Comercio con Arturo Prat; Cayetano Letelier con Esmeralda; Comercio con Esmeralda; Ricardo Boettcher con Avenida Industrial en la Corvi, además de Riquelme con Comercio.

En paralelo se proyecta la construcción de tres estaciones de sensorización que permitirán obtener datos fidedignos del flujo vehicular, para adoptar decisiones en la gestión de tránsito de mediano y largo plazo. Se instalarán en el centro de la ciudad, Letelier con Prat; Comercio con Esmeralda y en la Corvi.

RíO BUENO

Explicó que los semáforos regulan el tráfico, democratizan el paso vehicular y no agilizan el tránsito.

Sobre la necesidad que mantiene Río Bueno, indicó que los semáforos no aparecen de la noche a la mañana y que reconoce la demanda de esa comuna, cuyo parque automotriz se ha multiplicado en los últimos años, y se parece a otras cuatro comunas que requieren este sistema de control, pero no hay que olvidar que su instalación a veces significa cambios en el sentido de las calles e incluso hasta eliminar los estacionamientos.

Como dato adicional, cada punto con semáforo tiene un costo que supera los 120 millones de pesos y se requieren varios para atraer el interés de las empresas que posteriormente se encargarán de su control y mantención.

El alcalde Andrés Reinoso sostuvo que la presencia de las autoridades nacionales y regionales "nos permite tener la certeza de este adelanto que ayudará al flujo vehicular, recordando que existen horarios en que salir o entrar a la ciudad tiene largas demoras".

A raíz de las crisis de todo tipo generadas por la pandemia, el Estado de Chile entregó subsidios y transferencias directas como no se tenía recuerdo. Eso permitió compensar la caída de los ingresos autónomos de las personas -los que surgen del trabajo de cada uno-, especialmente en los sectores de menores ingresos.

En el primer decil, el segmento más pobre del país, el ingreso autónomo es de 95 mil pesos. Eso gana una persona en promedio mensual, versus el ingreso promedio autónomo del país que es de un millón 200 mil pesos. O sea, ese grupo realmente lo está pasando muy mal. Otro dato elocuente es que en este segmento poblacional, en 2022, los ingresos autónomos representaron el 37% y los subsidios el 63%, mientras que el 2017 los ingresos autónomos fueron 63% y los subsidios 37%. Es decir, exactamente la proporción inversa.

¿Qué es mejor para reducir efectivamente la pobreza? ¿La primera o la segunda proporción?

La respuesta parece de cajón, porque la economía chilena no es capaz de resistir estos niveles de subvenciones y apoyos. Es imposible sostenerlos en el tiempo. Son esfuerzos correctos para tiempos de crisis, pero no la acción permanente y generalizada que nos permitirá ir reduciendo sostenidamente la pobreza.

Siempre serán necesarios una base de transferencias directas (y crecientes en la medida que la economía lo permita), pero que se complementen con políticas sociales focalizadas especialmente para las poblaciones que requieren esfuerzos adicionales. Cualquier política social focalizada requiere identificar las distintas poblaciones más vulnerables para entregar las soluciones que requieren. Para eso, la encuesta CASEN entrega información valiosa. Nos indica, por ejemplo, que el 11% de todos los niños está en condiciones de pobreza. Todos sabemos las consecuencias traumáticas que tiene nacer y crecer en pobreza, cómo afecta el futuro, limita el desarrollo y atenta contra la igualdad de oportunidades.

Por eso, la infancia debe ser una de nuestras principales preocupaciones como país.

Por ahora, la noticia buena es que la pobreza medida por ingresos y de manera multidimensional bajó, y la mala es que los subsidios que lograron este efecto no son sostenibles en el tiempo con la fuerza que los experimentamos en estos tiempos recientes.

¿Conclusión? Se requiere apoyo focalizado para los grupos más críticos, mantener un cierto nivel de ayudas y subsidios. Pero lo más necesario es, sin duda, impulsar la generación de empleo decente, de calidad, que permita aumentar los ingresos autónomos de las personas. Sólo así podremos superar y disminuir realmente la pobreza en Chile.

"En 2022, los ingresos autónomos representaron el 37% y los subsidios el 63%, mientras que el 2017 los ingresos autónomos fueron 63% y los subsidios 37%"

Juan Cristóbal Romero,