Sergio Silva Vásquez

En el recuerdo de familiares y amigos quedarán las salidas a caminar de María Paulina Peña Catalán junto a su perra "Perlita"; o las conversaciones con vecinos para realizar la mantención de las áreas verdes del Condominio Santa María.

La conocida peluquera de la galería Rombocol, de 60 años, y vecina por más de 10 años en la torre 6 del conjunto de edificios ubicado frente al Hogar Santa María, sufrió un desmayo en la casa de una amiga el pasado domingo. Desde ese día estuvo internada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Base San José de Osorno, donde se estableció que tenía una aneurisma cerebral. Debido a la condición clínica, el equipo médico le informó a su familia que estaba con muerte cerebral y que era imposible revertir su estado de salud.

Donar todos sus órganos

Paulina Peña, que era reconocida por su trabajo como peluquera, oficio que comenzó a desarrollar en los años '80 y que en el último tiempo ejerció de manera independiente, siempre le dijo a su familia que era donante de órganos para tratar de extender la vida de otras personas aquejadas por múltiples afecciones.

Los planes fueron concretados por sus dos hijos y esposo, quienes informaron al equipo procurador del Hospital Base que cumplirían el sueño de Paulina.

"Ella siempre nos dijo que sus órganos debían ser donados para dar la oportunidad a otra persona de vivir. Nosotros, respetando eso, y al conocer su muerte a las 10.05 de la mañana del jueves, decidimos el traslado de su cuerpo al pabellón para comenzar con el procuramiento de sus órganos", indicó su hija Fernanda Ramírez.

La joven, que se desempeña en el área de la salud en Puerto Montt, señaló que dada la edad de su madre, el equipo que realizó la procura de órganos determinó extraer el hígado y los riñones.

"Pese a que todos los órganos estaban en buenas condiciones, por su edad solo se determinó extraer los riñones e hígado, que fueron trasladados a Valdivia y Concepción", explicó.

La familia tenía la esperanza de que pudiera presentar una mejoría durante la semana, lo que no ocurrió.

"Estamos tranquilos, porque hicimos un gesto lindo pese al dolor y pena que tenemos por su deceso. Esto debería ser replicado por otras familias y despertar la determinación", dijo la hija mayor de Paulina Peña.

Camino al procuramiento, los funcionarios del Hospital Base desarrollaron el emotivo "pasillo de honor", tradición que se efectúa a la persona que será donante de órganos y a la familia que acepta esta acción.

Paulina Peña estaba casada con Fernando Ramírez y era madre de dos hijos: Fernanda (33 años) y Rodrigo (30 años); y tenía un nieto, Maximiliano, de 12 años.

Su velatorio se realizó en la capilla del recinto Betania, en Pilauco Alto, y ayer se efectuó la ceremonia de cremación de sus restos, que serán esparcidos en el campo de la familia y en un terreno de margaritas, como era su deseo.

Un vecino del block 6 del Condominio Santa María, Juan Durán, manifestó que "la conocía en su rol de delegada del edificio y profesional de peluquería. Pero he sabido que ha cumplido varios roles en favor de la comunidad. Estaba muy ligada al campo a través de sus padres. Paulina fue una mujer luchadora, comprometida con sus amigos y vecinos. Es triste saber que ya no estará, pero su decisión es una de las más altas muestras de solidaridad y amor al prójimo. Es vivir para el otro sin esperar recompensa, salvo la íntima satisfacción de servir".

Se trata del tercer caso de donación de órganos que se reporta en Osorno durante este año, según confirmaron desde el Hospital Base San José. En el año 2021 y 2022 hubo un solo un donante de órganos por año en la comuna.

"Estamos tranquilos, porque hicimos un gesto lindo pese al dolor y pena que tenemos por su deceso. Esto debería ser replicado por otras familias y despertar la determinación".

Fernanda Ramírez, hija de donante

11 horas salió la camilla de la UCI rumbo a pabellón para comenzar con la extracción de los órganos.

El Servicio Médico Legal de Osorno recibió la confirmación de los análisis de ADN realizados a los familiares de Claudia Carreón. Su cuerpo estaba en el recinto de calle Angulo desde la tarde del pasado 29 de junio, cuando ocurrió un incendio que destruyó la casa de la joven mujer de 42 años, quien no logró escapar de las llamas. Su cadáver fue encontrado por bomberos en la remoción de los escombros de la vivienda de calle Longaví, en la población el Romeral de Rahue Alto.

El cuerpo estaba ingresado como NN desde esa fecha, a la espera de los peritajes ordenados por el fiscal del caso, para corroborar de manera científica que era Claudia Carreón, quien padecía síndrome de Down y era la única persona que estaba en la casa a la hora del incendio.

Su familia logró retirar el cuerpo y trasladar su féretro hasta la capilla Santa Teresa de los Andes, de Rahue Alto, donde se hizo el velatorio.

Durante la mañana de ayer se efectuó su funeral, donde vecinos y amigos de la familia acompañaron los restos hasta el Cementerio Municipal de Rahue Alto, donde fue sepultada Claudia.

Ahora los cercanos a Marianela Carreón, madre de la joven, buscan la forma de reunir fondos para ayudar en la reconstrucción del hogar.