Durante el año pasado la inversión que realizaron todos los países en Energías Renovables No Convencionales (Ernc) superó por primera vez los mil millones de dólares, lo que significa un aumento del 31% respecto al año anterior, pese a que fue un año con problemas económicos.

China ha sido el mayor inversor, con 546.000 millones de dólares, seguido de Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido. Las Ernc son las energías limpias del futuro y Chile no está ajeno a esta tendencia. Las autoridades las han apoyado y estimulado en las últimas décadas, con el respaldo de la ciudadanía, que ve en ellas la solución no contaminante al abastecimiento de electricidad. Hace unos años se señaló que se espera que en 2030 éstas representen el 40% de la matriz, porque las energías limpias continúan su avance a paso firme este año. Entre ellas, se encuentran la energía fotovoltaica y la eólica.

En nuestro país tienen una participación de un tercio de la matriz nacional y todavía tienen mucho espacio para crecer.

Las energías renovables no convencionales que prosperan mayormente en Chile son la solar y la eólica, tecnologías que generan en la medida que dispongan del recurso sol y viento.

La energía es vital para que la economía y el país crezcan. Cuando las empresas programan su desarrollo para los años siguientes, requieren de electricidad, de la misma manera que los hogares consumen más. En Chile, los grandes consumidores son las compañías mineras. Por eso, el país debe proyectar su requerimiento energético para las décadas venideras.

Mucho se ha dicho sobre gestión pública, pero poco de priorizar a las personas, una de las nuevas principales acciones del Gobierno Regional.

Antiguas autoridades designadas hacen juicio, alabando tibias gestiones centralistas, donde los telefonazos instruían el actuar. "Traspase esto de aquí a allá, es mejor para su Región", "le vamos a enviar una delegada presidencial para que maneje su crisis". Varios años después aún se arrastran los problemas por malas decisiones de quienes hoy rasgan vestiduras.

Es lamentable que, con desconocimiento preocupante de la institucionalidad de los Gores de hoy y las glosas de la Ley de Presupuesto, se opine sin importar la desinformación. Decir que este Gore buscó "saltarse la Contraloría" es de una irresponsabilidad inexcusable para una ex autoridad. No saber que las inversiones inferiores a 5 mil UTM no deben ir a Contraloría por normativa y que estas significan apenas el 9% de la inversión total en estas materias, es lo mínimo que deberían considerar los opinólogos.

Después de todo, parece necesario revisar el sistema que usó la administración anterior para asignar recursos a entidades privadas. Si juzga es porque tuvo una gestión impecable, ¿o no?

Es comprensible que el nuevo rostro de la inversión asuste a varios, puesto que otras gestiones no tuvieron la capacidad de llegar con soluciones en temas como la disminución de listas de espera en salud y cuidar a adultos mayores. Eso y más es lo que estamos haciendo con los recursos que, por el mal proceder de otros, hoy son cuestionados.

Estamos apoyando a la pequeña agricultura familiar campesina, creyendo en las familias indígenas y ayudándoles con maquinaria agrícola, abriendo oportunidades únicas a personas con discapacidad y apoyando a cientos de familias con hijos en el espectro autista. Todo bajo un sistema con resguardos a través de boletas de garantía y pólizas de seguro, con objetivos y revisiones técnicas. Hemos invertido en donde está el dolor de la gente, para ser parte de sus soluciones y no sólo estar para los telefonazos de Santiago. A nosotros no nos mandan y eso parece molestarle a muchos.

La mirada del pasado es sólo fierro y cemento para dar empleos y es incompleta. También hay que apoyar el fomento de la economía con emprendedores que pueden dar empleos permanentes.

Mucho cuidado con las visitas que llegan desde las alturas para darnos lecciones… algunas de ellas en campaña política y buscando pantalla.