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llegando a la actualidad; incluso, las personas cremadas carecen de una sepultura, aunque la Cruz Mayor (ubicada al centro del camposanto) ofrece la oportunidad de entregar flores y recordar a quienes por diversas razones no tienen un cuerpo sepultado, pero sí un alma por quien pedir a Dios su descanso eterno.
Cementerios locales
Actualmente hay seis cementerios en la comuna de Osorno: el Católico, Alemán, Valle del Cedrón, Parque Osorno, el de Misión de Rahue (regularizado desde 1873 y continuador del cementerio que funcionó desde 1794 en la desaparecida Misión de Coyunco) y el Municipal de Rahue Alto, que es el único recinto público que recibe a las familias más vulnerables, personas en situación de calle con tarifas muy bajas e incluso sin costo.
La historia del Cementerio Católico está directamente relacionada con la creación de camposantos en todo el país, que cambió la forma de sepultar a las personas. En Europa comenzó en 1700 la dinastía de los Borbón, quienes intentaron impulsar en todos sus territorios una regulación de velatorios, funerales y entierros que hasta esa época se realizaban en las iglesias católicas. En el caso de Chile, esto recién sería una regulación nacional en 1788, cuando Ambrosio O'Higgins fue nombrado Gobernador de Chile.
Víctor Sánchez Olivera, en su obra Historia de Osorno, señala que al repoblar la ciudad en 1794, el gobernador irlandés Juan Mackenna resolvió no permitir sepultaciones en la iglesia parroquial, como era costumbre hacerlo, ni instalar el cementerio anexo a ella, y en una nota con fecha 17 de septiembre de 1804 informó al gobernador de Chile, Luis Muñoz de Guzmán, los motivos para ubicar el camposanto en un terreno vecino a la ciudad.
Mackenna expuso que el piso de madera de la iglesia debería ser abierto a menudo, si se quería sepultar los cadáveres dentro de ella; y en un lugar anexo, el costo sería considerable, por las murallas que deberían circuncidarlo. En cambio, al instalar el cementerio, bastó con construir un foso que sirviera de límite. Si bien la documentación del camposanto es posterior, los registros parten en 1796.
Este primer camposanto, que funcionó hasta 1870, estaba ubicado en el lugar que hoy ocupa el Cementerio Alemán, ya que el vecino Germán Hube adquirió los terrenos y, en conformidad al acuerdo establecido con la municipalidad (sesión de 16 de febrero de 1870), se comprometió a proporcionar bueyes y carretas para trasladar los restos al actual Cementerio Católico, que se abrió en terrenos que pertenecían a la parroquia San Mateo, también a las afueras de la ciudad (el límite urbano de aquel entonces estaba en calle Prat). Años después, en 1892, el Club de Artesanos compró un carro mortuorio público que puso a disposición de todos los vecinos de la comuna para trasladar a sus difuntos hasta su lugar de descanso eterno.
Es preciso señalar que se han encontrado osamentas en puntos donde originalmente se ubicaron iglesias y conventos en Osorno, tales como en calle Bulnes, entre Ramírez y Los Carrera; en la esquina de Ramírez con Matta; en el terreno donde se construyó la galería Catedral; y en los locales de calle Errázuriz, al lado de la iglesia San Francisco, entre otros. Incluso, se cree que los restos del primer alcalde de la ciudad, Diego Nieto de Gaete, quedaron sepultados en la Iglesia San Francisco. Ello demuestra que las iglesias y claustros eran usados para sepultar a destacados vecinos.
Mausoleos y tumbas
La historia del Cementerio Católico va más allá de los detalles aportados por la administración del recinto dependiente de la Diócesis local, quienes en sus registros cuentan con que el primer mausoleo fue construido en 1890 y está ubicado al ingreso, por calle Eduviges.
Raquel Soto, secretaria de la parroquia San Mateo, que tiene a cargo la administración del camposanto, explicó que el registro de ingresos data de 1890, que es cuando las familias comenzaron la construcción de mausoleos y tumbas en el terreno.
"Los registros que tenemos son desde entonces a la fecha. En algunos casos puede parecer que las tumbas o mausoleos antiguos están abandonados, pero no es así, porque las familias mantienen sus pagos. Además, como administración no se puede realizar ninguna intervención más allá de los espacios comunes, porque, por ejemplo, en el caso de los mausoleos existen llaves que sólo están en manos de las familias y ellos son los responsables", comentó la trabajadora.
Al caminar por los pasillos del cementerio es posible encontrar estructuras imponentes con más de un siglo de antigüedad. Algunas están en constante mantención, lo que es evidente por la limpieza del interior, fotografías y flores más o menos frescas. En otros casos el óxido de los candados, rejas y manillas, sumado a las hojas y palos secos de lo que alguna vez fue una colorida flor, da cuenta que han pasado años e incluso décadas sin que alguien las visite.
Valor patrimonial
Juan Muñoz, administrador del recinto, comentó que actualmente hay casi 8.500 sepulturas en las 4,2 hectáreas de terreno, aunque hay más de 12 mil personas sepultadas en este histórico recinto.