Desde hace bastante tiempo que las encuestas señalan que la delincuencia e inseguridad es el problema que más preocupa a la población. Esto ha sido especialmente grave con los asesinatos y ataques a carabineros, que han obligado a las autoridades a plantear un endurecimiento de las leyes para castigar a autores de estos actos.

El tema es inquietante, sobre todo cuando se ven videos que muestran la frialdad con que delincuentes rematan a otras personas, lo que deja una sensación de inseguridad. Se entiende entonces la preocupación que existe en la población por la extremada violencia de los crímenes. La gente señala que la violencia es frecuente en las poblaciones y muchas veces tiene que ver con el consumo y tráfico de drogas.

Hace unos días, la encuesta Plaza Pública Cadem reveló que los temas de seguridad son cada vez más prioritarios para los chilenos. En efecto, un 71% de los encuestados cree que la delincuencia, el orden público y el narcotráfico es el área a la que el Gobierno debería dedicarle el mayor esfuerzo este año, lo que refleja un alza de 11 puntos porcentuales en comparación con el sondeo de marzo.

El 82% de los encuestados estima que la delincuencia ha aumentado y lo atribuyen a que Carabineros no tiene las atribuciones necesarias para combatir a los delincuentes, que la inmigración no controlada permite que ingresen personas que no vienen a aportar sino a delinquir, o que los tribunales y la Fiscalía no funcionan en forma efectiva. Junto con esto, un 76% de los consultados expresó temor a ser víctima de algún ataque o robo, en su vivienda, en su vehículo, en espacios públicos, o que podrían recibir un impacto en una balacera, entre otras menciones.

El 92% de las personas estima que se deben endurecer las penas contra quienes atenten contra la integridad física de Carabineros, la PDI y Gendarmería, y también contra los encapuchados. Asimismo, la gran mayoría se ha inclinado porque no se concedan penas sustitutivas, como libertad vigilada, a quienes agredan a integrantes de las policías.

Son todas cifras decidoras que advierten el estado en que se encuentra el país y la necesidad de concretar con urgencia una agenda de seguridad, para que se actúe acorde con las nuevas situaciones delictivas.

Cuando hablamos sobre el escenario que nos espera en el futuro cercano, es inevitable pensar en esas clásicas películas ochenteras que nos mostraban mundos fantásticos donde la tecnología de esos tiempos podía ser real sólo en nuestra imaginación y los desafíos de la humanidad eran cruzadas que nos dejaban boquiabiertos.

Cuando los avances científicos y tecnológicos se duplican cada día, tenemos claridad de los macro desafíos reales que debemos enfrentar. En esa línea, fui invitado por el Presidente Boric a participar de un comité de expertos, que tiene por objetivo analizar los escenarios posibles de Chile para 2050. En este ejercicio se han levantado cuatro factores clave: revolución digital, revolución biológica, el modelo sostenible para el planeta y la crisis de la democracia y gobernanza. Son todos complejos enjambres de situaciones que nos llevan a una pregunta ¿estamos preparados?

Perros robot apoyando a la policía en Nueva York, inteligencias artificiales conversando con la gente y avances para erradicar enfermedades, son sólo atisbos de lo que nos depara el futuro cercano. En el marco de esta reflexión, este gobernador regional ha decidido trabajar para instalar el tema, pues tiene impactos directos en la producción alimentaria y de insumos en nuestra Región y, por ende, en la vida cotidiana. En ese sentido, es clave la formación del talento regional. Debemos empoderar y entregarle a los jóvenes nuevas herramientas del pensamiento y la formación computacional y codificada, abrir sus mentes a la reflexión sobre la ingeniera, las matemáticas y la ciencia, sin dejar de lado los espacios que nos forman como personas empáticas con nuestro entorno. Estos no son elementos que deban estar a disposición de unos pocos, son espacios de crecimiento obligados para enfrentar las revoluciones y aplicar las estrategias y tácticas adecuadas al mundo que nos espera, donde lo primero que debemos hacer es crear y cuidar nuestra Región.

Para esto, desde el Gobierno Regional hemos forjado alianzas estratégicas para construir nuestros propios escenarios, identificar nuestros desafíos y poder crear y cuidar nuestra Región con la cautela y previsiones adecuadas. Tan vital como esta reflexión ha sido la construcción de nuestro Pacto por una Región sostenible e inclusiva, pues nos da el mapeo certero de lo que debemos revisar, fortalecer y priorizar para enfrentar las revoluciones del futuro.