Correo
Carabineros de Chile
¿Se imagina usted un país ficticio en que sus héroes, aquellos que nos brindan seguridad y nos permiten vivir tranquilos, los asesinan a sangre fría y el Gobierno no hace nada?.
Así como se lee, en ese país no hacen nada. En lugar de darles garantías a aquellos héroes, indultan a sus homicidas y en vez de perseguir a estos últimos, se llenan la boca criticando a "los de al frente". Querido lector, bienvenidos a Chile.
Santiago del Real
Cambios responsables
El desarrollo de las grandes ciudades ha sido sin duda en los últimos años evidente y explosivo. Impulsados por la pandemia o por otros motivos, muchas personas han migrado hacia la Región de Los Lagos buscando nuevos aires y calidad de vida.
La demanda habitacional, materializada en la búsqueda de nuevas viviendas o inmuebles en arriendo, ha generado un crecimiento urbano sin precedentes en nuestra región.
Una de las principales consecuencias de este crecimiento es el colapso de algunos servicios, principalmente la red de salud primaria y la conectividad, que lamentablemente viven sectores como Alerce en Puerto Montt y Rahue en Osorno.
Pero más preocupante aún es la carencia total, como se observa en el sector de Bosquemar en la capital regional, donde hoy habitan cerca de 20 mil personas.
Estas familias no cuentan con los servicios necesarios que un barrio requiere para una convivencia armónica. No cuentan con colegios públicos, se deben trasladar hasta el consultorio Padre Hurtado para recibir atención en salud y solamente existe una pequeña farmacia particular.
Un consenso transversal en este proceso constituyente, es que esta nueva propuesta debe responder a las demandas y necesidades de la ciudadanía, a través de un Estado que garantice derechos sociales y ambientales, que permitan construir ciudades más amables y seguras.
Llevar las necesidades de las ciudadanía a la discusión, es la mayor responsabilidad que tendrá un consejero constituyente en esta segunda oportunidad de repensar nuestro país.
Samuel Gálvez Derpich
Semana Santa
De nosotros depende que esta semana sea realmente Santa, que nuestra vida sea Santa y que así podamos ayudar a santificar el Chile en que hoy nos toca vivir. Cada uno de nosotros nos tenemos que jugar porque este sea un tiempo de reflexión, un tiempo de unión íntima con el Señor Jesús. Contemplamos el Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
En medio de la locura de la muerte, la droga, la descalificación, del disparar a la cabeza a matar, de desechar al otro, del solo preocuparme de lo mío, de creerme más que los demás y de cuantas cosas más que nos delatan el poder de las tinieblas, en medio de nosotros resplandece la Luz del Señor Resucitado. En Él nos gozamos de ver que la muerte ha sido vencida; que la unión nos hace fuertes para enfrentar al terror, que el perdón hoy nos desafía al heroísmo, nos ilumina para buscar la justicia y nos regala la paz.
Ante la verdad de la resurrección nos encontramos con la muerte de un modo distinto; nos encontramos con la muerte de un modo esperanzador.
Por eso en Fundación Las Rosas queremos ser "Antesala del Cielo"; queremos acompañar a las personas mayores de la mano, hasta su partida, los acompañamos hasta la puerta del Cielo. Vayamos juntos caminando al encuentro con el Señor, con un espíritu lleno de fe y de esperanza. Los invitamos a vivir la fiesta del Resucitado con esa intención y con esa intensidad; porque hay muchos en el mundo que viven llenos del espíritu de muerte y nosotros tenemos que ayudar a poner Espíritu de Vida, de Vida Eterna.
Aprovechemos las celebraciones en las parroquias y comunidades. No dejemos pasar estos días santos sin encontrarnos más íntimamente con el Señor; que sea como un recargar las pilas para el resto del año, en lo que significa nuestro ser creyente "¡Sí Señor, creo y aumenta mi fe!" "¡Creo que Tú eres el Señor de la vida, y contigo puedo caminar confiado, sembrando palabras y gestos de vida, en este Chile herido por los gestos de muerte. Ven Señor que te esperamos! ¡Te necesitamos!
Carlos Irarrázaval E., capellán Fundación Las Rosas
Absolutamente insuficiente
La ley Naín-Retamal es absolutamente insuficiente para que los policías o los militares puedan cumplir su deber de proporcionar seguridad y de conservar el orden público -obligación esencial de los gobernantes, para lo cual el Estado tiene el monopolio de la violencia física legítima- puesto que autoriza el uso de armas de fuego solo en casos de legítima defensa cuando esté en riesgo la vida de personas -lo que ya está en nuestro ordenamiento jurídico- razón por la que no podrán utilizarlas para resguardar instalaciones estratégicas, de servicios públicos esenciales o de la infraestructura crítica; o para evitar la destrucción o el incendio de maquinarias o de medios de transporte, de bosques o sementeras, de iglesias patrimoniales u otros monumentos históricos; ni contra quienes estén cometiendo o se apresten a cometer actos terroristas u otros graves crímenes.
En tales casos, aunque los delitos sean flagrantes, los miembros de las instituciones armadas no usarán sus armas letales; menos aún si saben que si lo hicieren serían defenestrados o condenados a severas penas de presidio por "abuso de la fuerza" o por "violar los derechos humanos".
Tampoco podrán usarlas para capturar a los delincuentes comunes o a terroristas que huyan para evitar su detención.
Con las precitadas restricciones, las fuerzas de orden quedan sin capacidades disuasivas o represivas y los delincuentes con vía libre para cometer impunemente sus atentados.
Adolfo Paúl Latorre