Puerto Montt: critican la venta informal de carne en el suelo por riesgo sanitario
EN ANGELMÓ. Locatarios lamentan daño que se le hace a la imagen del tradicional mercado. Médico sostiene que al carecer de cadena de frío, este producto podría causar intoxicaciones.
"Vienen todo el año (los informales) a vender acá, lo que nos perjudica mucho, porque después (ante algún problema) dicen que compraron en Angelmó y al final pagamos todos los platos rotos (...)", acusa Isidora Martínez, del local "Chico Guerra", en referencia a la comercialización de productos del mar en sitios no establecidos al interior del mercado.
Pero los pescados y mariscos no es lo único que se vende de manera informal, debido a que lo mismo ocurre con la carne, la que es expuesta al público en un espacio que no está habilitado para dicho fin, tal y como se observa en una foto que fue enviada a este medio por el lector Juan Carlos Velásquez, la que fue publicada en la edición del 28 de este mes.
En ella se puede ver que los recipientes en que transportan la carne son ubicados en el suelo y sin ninguna medida de seguridad.
Es por ello que Isidora Martínez solicita a quienes acudan a comprar a Angelmó que lo realicen en los puestos habilitados y recomienda solicitar los documentos que certifiquen la procedencia de los productos.
Es más: llamó a colocar atención en que los recintos cuenten con su reglamentación al día, de manera de que se tenga claridad sobre el estado en que encuentra lo que se está adquiriendo.
En su reclamo, comenta que "hay lugares que no tienen ningún papel, pero venden más barato y la gente se va por lo económico" y los prefieren.
Solicita también a las autoridades una mayor fiscalización y que esta no ocurra solo cuando se aproxima Semana Santa (ver nota secundaria). "Aquí no hay nadie que los pare, que les diga que no lo pueden hacer (venta informal)".
Por lo mismo, indicó que "nosotros tendremos a la vista los papeles de donde vienen los mariscos. De hecho, están pegados en el mesón".
El presidente del Mercado Angelmó, Juan Andrade, coincide con el requerimiento de Martínez, en el sentido de comprar en los sitios establecidos, sobre todo de cara a la proximidad de Semana Santa.
Además, explicó que están realizando una campaña que les permita recuperar a sus clientes, sobre todo después de algunos problemas que tuvieron el año pasado, entre ellas, la boleta por $162.800, correspondiente a un almuerzo para ocho personas: "Llamamos a la gente para que vuelva a venir, que los estamos esperando con las puertas abiertas".
Riesgos
Sobre el peligro de adquirir carne que no se comercializa en buenas condiciones, el médico Nicolás Araya explica que si esta se encuentra en mal estado es porque no cuenta con su cadena de frío correspondiente, lo que puede originar una gastroenteritis infecciosa, con síntomas como vómitos, diarreas, dolor abdominal y fiebre.
Así también explica que "más allá de que sea un caso, cuando se produce este tipo de situaciones, se está frente a intoxicaciones masivas. Normalmente, son cinco, 10 y hasta 15 las personas que llegan contando el mismo relato al servicio de Urgencia".
De ahí que Araya coloque el acento en que los consumidores adquieran la carne en lugares establecidos, en sitios en los cuales se observe que está refrigerada, que tienen su patente y la autorización sanitaria a la vista.
La advertencia del profesional apunta a que, independiente de que sea cocida con posterioridad, igualmente "afecta el estado de salud de las personas" si es que ya está en estado de descomposición.
Por lo mismo, subraya en que es relevante el lugar en que se comercializa la carne. Es decir, que sea un espacio con pisos lavables, que cuente con condiciones de refrigeración y que se cumpla con todos los requisitos que solicita la Autoridad Sanitaria para instalar una carnicería, más si se considera que su "descomposición al no estar refrigerada se puede dar en un par de días. Incluso, si es que quienes la adquirieron la congelan al llegar a la casa, puesto que no se sabe cuántos días estuvo sin refrigerar".
Es por ello que Araya insiste en el cuidado que se debe tener a la hora de comprar, porque, por ejemplo, en la que está envasada existe claridad sobre su fecha de vencimiento, así como cuentan con las condiciones mínimas sanitarias.
Pero, además, los carniceros disponen de sus elementos de protección personal, como tapabocas, guantes, cuchillos desinfectados, lo mismo que los mesones, de manera que no exista contaminación cruzada.
Sobre los procedimientos que debería realizar la Seremi de Salud en este mercado, pese a las consultas del diario El Llanquihue a su unidad de comunicaciones, no hubo respuesta de esta cartera.