Seguridad en el transporte escolar
Iniciado ya el año escolar, se debe tener presente el conjunto de normas para llevar a los menores en los automóviles. La OMS ha detallado que el uso de sillas para niños logra reducir entre un 50% y 80% las heridas mortales y graves en caso de un accidente vial.
En Chile, los accidentes de tránsito son la primera causa externa de muerte en niños de 1 a 14 años. Por eso, en marzo de 2017 entró en vigencia la reforma a la Ley de Tránsito que estableció medidas de seguridad para el traslado de niños en vehículos particulares. A partir de entonces, los menores de 9 años deben viajar con un sistema de retención infantil y sólo podrán ir en el asiento del copiloto los mayores de 12 años.
Al disponerse el traslado de los menores a los asientos traseros y el uso de una silla de seguridad cuando corresponda, las autoridades consideraron que los airbags no están diseñados para niños, sino que para adultos. Por ende, estos no los protegerían en caso de accidente, por lo que llevarlos en la parte posterior reduce la posibilidad de un desenlace fatal. De hecho, desde que está vigente esta legislación se han reducido en un 51% los menores fallecidos en siniestros de tránsito.
Esto es especialmente importante ahora que se reanudaron las clases y muchos padres llevan en automóvil a sus hijos hasta el colegio. Los expertos en seguridad han formulado un llamado a que los conductores respeten el uso de la silla de retención, clave para la seguridad de los menores. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el uso de sillas para niños puede reducir entre un 50% y 80% las lesiones mortales y graves de guaguas y menores ante un accidente vial.
También se ha sugerido elegir la ruta más conveniente y segura para el trayecto al colegio y para el regreso. Hay que considerar que los menores imitan la conducta de los mayores, de manera que un conductor imprudente está entregando malas señales a sus hijos. Además, se les debe enseñar a ser un buen peatón, lo que significa que sepan que circular correctamente por la vereda es su responsabilidad, manteniendo siempre la alerta de lo que sucede a su alrededor.
El cinturón y la silla de seguridad ayudan a salvar vidas, lo que está comprobado con investigaciones que se han realizado en todo el mundo. Una cosa es fiscalizar, pero también debe existir el hábito de las personas para velar por su propia seguridad y la de sus hijos.