Región: Indígenas culpan a salmonera de escape de 60 mil peces al lago Llanquihue
MEDIO AMBIENTE. Mediante una querella, agrupación mapuche huilliche apuntó sus dardos a Caleta Bay por daño ambiental. Si bien la firma guardó silencio tras la acción penal, alertó desde un inicio que la fuga de los salmones se debió a sabotaje.
La agrupación mapuche huilliche "Parlamento Ancestral Lo Leufu Maullín" presentó una querella en contra de la empresa Caleta Bay Agua Dulce, por su presunta responsabilidad en el escape masivo de peces, ocurrido la semana pasada, desde los centros de cultivo "Phillipi" y "Puerto Phillipi", ubicados en el lago Llanquihue, en el sector de Totoral.
En la ocasión, y mediante un comunicado de prensa, la compañía salmonera acusó haber sido víctima de un sabotaje, el que habría provocado el escape de más de 60 mil salmones.
Con esos antecedentes se inició una investigación penal por parte de la Fiscalía para determinar las causas.
Ante ello, la organización indígena presentó en el Juzgado de Garantía de Puerto Varas, una querella criminal por daño ambiental en contra de la empresa acuícola, por el "delito en el inciso primero del artículo 136 de la Ley General de Pesca y Acuicultura".
Jurídico
Orietta Llauca, abogada que lleva esta acción judicial, explicó que lo que busca perseguir es la responsabilidad que pueda tener la compañía en el escape de los peces, "cualquiera sea el origen de esa fuga: sea delictual o negligente", señalando que, con este hecho, "se produce un daño a la fauna nativa", tanto del lago, como del río Maullín y sus afluentes.
"Lo que se hace es permitir que se fuguen más de 60 mil peces al lago Llanquihue, que también desemboca en el río Maullín, afectando entonces, a ese río y su efecto, es que la existencia y subsistencia de la fauna nativa de ambos cuerpos de agua se vean amenazados, y más que amenazados, exterminados", expresó la abogada.
Por otro lado, Llauca explicó que cuentan con antecedentes que demostrarían hechos punibles cometidos por la empresa. "Porque cuando se entregan informes falsos a Sernapesca se cometen delitos, por lo tanto, no podemos hablar de negligencia de forma exclusiva acá. Hay negligencia y hay actuar delictual, de eso tenemos antecedentes y esos antecedentes acompañaron a la querella", comentó la representante de la agrupación "Parlamento Ancestral Lo Leufu Maullín"
En este sentido, la abogada recalcó que presentaron la querella porque "vimos que Sernapesca y el gobierno le estaban creyendo a Caleta Bay, entonces están investigando una hipótesis de sabotaje, lo que podía implicar que omitan otro tipo de diligencias que apunten al actuar ilícito de la empresa", sentenció.
Medio ambiente
Finalmente, Llauca se refirió a posibles daños al ecosistema del lago Llanquihue producto de la operación de los centros de cultivo, y cómo estos afectan a las comunidades indígenas que viven en los alrededores.
La abogada reclamó que "la fuga de peces significa la disminución de la fauna nativa", debido a que los salmones, fuera de las jaulas, son animales carnívoros que se alimentan de especies endémicas. "Hoy hay especies en el lago Llanquihue que ya no existen, porque este tipo de escapes es habitual", lo que termina afectando la actividad económica de los "pescadores ancestrales" mapuches, que "han desarrollado toda la vida, generación tras generación", puntualizó.
Este medio se comunicó con la empresa para conocer su opinión respecto a esta acción judicial, sin embargo, al cierre de esta edición no hubo una respuesta.
¿CUál es el impacto?
Pablo Rojas, abogado de Fundación Terram, respecto al efecto de la salmonicultura en lagos, dijo que, tanto a nivel mundial como nacional, existen estudios en torno a los impactos ambientales generados por el proceso de "smoltificación" en los ecosistemas lacustres, especialmente considerando la relevancia de esta etapa dentro del denominado ciclo del salmón, ya que permite que los peces alcancen un estado que les permitirá vivir en aguas de mar en la etapa de _engorda.
En este sentido, los principales impactos que se han asociado a esta etapa -sostiene el profesional- se refieren a la introducción del salmón en tanto especie invasora, al uso de químicos y antibióticos para su tratamiento y al aporte de nutrientes a los lagos -a través del alimento no consumido y de las fecas de los organismos en cultivo-, además del riesgo de escape de peces, que al ser carnívoros, afectan toda la cadena trófica de los ecosistemas dulceacuícolas.
Asimismo, Rojas añade que el proceso de salida definitiva de la acuicultura de los lagos es algo que debió concretarse hace años: "Si bien, han existido empresas que han optado por ejecutar sus operaciones fuera de estos ecosistemas, en el lago Llanquihue se mantienen vigentes 13 concesiones, subsistiendo los potenciales impactos ambientales asociados a esta actividad, por lo que se vuelve necesario un cambio en la regulación, y esta salida no quede sujeta a la sola voluntad de las empresas".
Según datos aportados por Terram, entre 1990 y 2021, la producción de salmones en Chile creció en más de un 3.400%, pasando de 29.000 a 995.000 toneladas cosechadas de esta especie exótica. "Este nivel de crecimiento de la producción, supone también una mayor carga sobre los ecosistemas de ríos y lagos, que es donde se desarrollan las primeras etapas del ciclo productivo, por lo cual resulta indispensable que el cambio en la regulación mire íntegramente a la actividad y a todo el ciclo productivo asociado a ella", concluyó la fuente.
Respecto a los daños ambientales que pudiera provocar el cultivo de salmónidos en los cuerpos de agua dulce, en comparación con aguas marinas, la doctora Doris Soto, investigadora principal del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar), señaló que es "difícil determinar si hay más o menos impacto Eso va a depender de la capacidad de carga que tengan los ecosistemas donde se está realizando el cultivo. Cómo circula el agua, los nutrientes que se aportan, etc. El lago Llanquihue -por ejemplo- sigue siendo un lago bastante oligotrófico, todavía las aguas en el cuerpo de agua principal, son bastante transparentes, y tiene una profundidad de circulación comparativamente muy profunda, convirtiéndose eso en un mecanismo de resiliencia importante", explicó la académica asociada a la Universidad de Concepción.
Al mismo tiempo, Doris Soto, se refirió a los eventos de escape desde centros de cultivo, como el que sucedió en Llanquihue, indicando que las especies salmónidas son peces exóticos, que pueden tener impacto sobre la fauna nativa.
Sin embargo, recordó que las truchas, fueron introducidas a comienzo del siglo pasado con fines de pesca deportiva. "Estos organismos que se escapan pueden tener un efecto en la biodiversidad, pero no sabemos ya que hace más de 15 años, que no se realiza estudios en el lago y si es que hay reproducciones efectivas de los organismos escapados. Han encontrado juveniles de salmón coho, en algunos de los ríos afluentes del lago Llanquihue, pero no tenemos suficiente información para saber si existe una población establecida de salmón coho, como la de trucha", argumentó la experta.
La académica indicó que, si las especies están con tratamiento de antibióticos, "es probable que algunas de estas especies tengan alguna enfermedad y siempre existe el riesgo que al escaparse, estas enfermedades puedan pasar a otros organismos de la fauna nativa, como son las especies de galáxidos (puyes), las percas, entre otras, o que se pueda contribuir a generar resistencia antimicrobiana", concluyó.
"Hoy hay especies en el lago Llanquihue que ya no existen, porque este tipo de escapes es habitual"
Orietta Llauca, Abogada querellante, quien representa a agrupación indígena de la provincia.