Correo
Emprendimiento femenino
El complejo contexto económico ha presentado todo un desafío para las pymes, donde las ofertas de crédito permanecen restrictivas desde el Banco Central y el acceso a financiamiento es cada vez más escaso. Según el refrán, después de la tormenta sale el sol y esperamos que también haya muchas oportunidades y éxitos, para todas aquellas startups que emprenden.
Especialmente para aquellas lideradas por mujeres, las cuales han sido las más afectadas. Si vemos las cifras, en el último trimestre móvil la tasa de desocupación de las mujeres fue de 8,6%, registrándose el cuarto aumento consecutivo del indicador para la población femenina; esto, en contraste con la estimación de 7,6% para los hombres.
Las pymes son el motor de Chile, un aporte a la innovación y permiten que las personas se desarrollen de forma creativa. En este día de la mujer, es importante que sigamos avanzando en herramientas e iniciativas que vayan en apoyo de las emprendedoras y que les permitan generar ingresos extra.
María Ignacia Silva, empresaria y o-fundadora de 100aventuras.com y Guapapp
De la farándula a la política
La situación sentimental de una diputada, un exfutbolista y una exmodelo son hechos que son y deben quedar en la esfera de la vida privada de las personas involucradas porque se trata de hechos que, aunque mediáticos, no tienen ninguna relevancia jurídica ni política. Sin embargo, en los últimos días se han revelado nuevos antecedentes que tienen un matiz político y de interés general, a saber: la llamada de la diputada Maite Orsini a la General de Carabineros Karina Soza con ocasión de un procedimiento policial en el que estaba envuelto Jorge Valdivia, al parecer parte del círculo cercano de la legisladora.
Consultada al respecto, la General declara que "este tipo de llamadas son habituales en el contexto del cargo en que se desempeña" y justifica el contacto con la parlamentaria porque "ella le presentó una situación de vulneración de derechos", sosteniendo que "cualquier persona u organización que tenga su número telefónico puede llamarla por la misma causa".
Al margen del respeto a la legalidad en el procedimiento policial en el que se vio involucrado Jorge Valdivia (que por cierto debe esclarecerse, no por ser Valdivia, sino por ser un ciudadano), nos debemos preguntar si corresponde o no que una diputada de la República tome contacto con una alta autoridad de Carabineros de Chile para plantear una situación vivida por una persona cercana a ella y que esta alta autoridad policial de alguna manera intervenga, aunque sea indirectamente, para averiguar lo sucedido y dar una respuesta a la inquietud planteada.
Me parece que en este caso hay un abuso de poder de parte de la diputada Orsini y de la General Soza, ya que fue utilizada una plataforma institucional para abogar por un ciudadano particular que posee vínculos personales con la diputada.
Jorge Valdivia tuvo acceso a una vía expedita para manifestar su malestar solo por el hecho de ser amigo o parte del círculo cercano de Orsini y eso no es aceptable. Seguramente, si Usted Sr. (a) lector (a) tiene un problema con Carabineros en el contexto de una actuación policial, ningún parlamentario llamará a la General Soza para exponer su situación y posiblemente ningún ciudadano (a) de a pie tenga el teléfono de contacto de la General para denunciar los atropellos a sus derechos humanos, pero el señor Jorge Valdivia si tuvo esa chance. Considero que la diputada y la General se han equivocado en este caso y es de esperar que estas prácticas cesen para que realmente sea efectivo el mandato constitucional que dice que "en Chile no hay persona ni grupo privilegiado".
Jorge Astudillo, coordinador Investigación Fac. Derecho, UNAB sede Viña del Mar
Legitimación consumo de drogas
"…pepa y agua pa´la seca to´el mundo empastilla´ en la discoteca…", es parte de la letra de una canción del puertorriqueño Farruko, denominada precisamente "Pepas". La iba tarareando distraídamente un niño por la calle. Con ritmo. Pegajosa. Interesante. Especialmente a los jóvenes. Pero la de Farruko es una apología al consumo de alcohol y drogas. Los riesgos especialmente para los más jóvenes son evidentes. Y los excesos van desde la potencial dependencia, intoxicación, hasta llegar al límite entre la vida y la muerte. Aparte de la delincuencia inherente al tráfico mismo.
¿Aumento del consumo descontrolado? Retrocedo al año 2016, porque considero que en pleno 2023 las estrategias sobre el control de drogas no han variado sustantivamente. Como ejemplo destaco la reunión de la Organización de las Naciones Unidas sostenida en México el 23 de abril de 2016, realizada a petición del gobierno del mexicano Enrique Peña Nieto (2012 2018) que, de paso, estuvo salpicado de una serie de escándalos y denuncias por corrupción.
Ocho de las 10 propuestas se pueden resumir en represión policial, militar; cierre de espacios de operación financiera y delitos asociados; mayor coordinación entre organismos y agencias; prevención integral de la violencia, de la exclusión y del debilitamiento del tejido social.
También se pidió la modificación del enfoque eminentemente sancionador por uno de salud pública y también se hizo un llamado a que la sociedad civil se haga responsable y haga frente a la delincuencia organizada. Y todavía, el punto N° 9, señaló, "Se deben sumar esfuerzos internacionales, para prevenir el consumo de drogas, mediante una campaña orientada a niños y jóvenes, a nivel global. Proteger a los miembros más vulnerables de las sociedades, garantizando que conozcan los efectos nocivos asociados al consumo de estupefacientes y psicotrópicos" (10 propuestas sobre el problema mundial de las drogas).
Pura chingadas palabrerías, dirían los propios mexicanos. La propuesta, no señala el peligro y enorme influencia que pueden ejercer ciertas prácticas culturales que promueven y hacen apología a la violencia y consumo de drogas. Los "narcos corridos" y "narcos regguetones" circulan sin problemas por radios, canales de TV abiertos o por cable, incluidas multiplataformas de internet.
Resulta un escándalo que la cultura de la violencia y droga estén completamente instalados en medios de comunicación y todavía sirvan de vías de legitimación.
Y peor, es intolerable que sobre ellas no haya ningún tipo de sanción social.
Marcelo Neira, prof. Historia, vicepresidente Fundación Emilio Held