Diversos estudios indican que la aparición del trastorno bipolar se está adelantando cada vez más, al punto que el dr. Frederick Goodwin, reconocido siquiatra, ex director del Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU. y autor del libro "Enfermedad maníaco-depresiva: desórdenes bipolares y depresiones recurrentes", señaló en su momento que la aparición del trastorno bipolar se había adelantado a los 17 años.
Este fenómeno se explicaría por las características propias de la vida actual, a saber: una mayor tasa de divorcios y separaciones, ausencia de lazos sociales, abuso de drogas, mayores niveles de violencia, niños que crecen en ausencia de los padres, etcétera, a lo que se suma un mayor conocimiento de la enfermedad, factor que permite realizar una precoz y mejor pesquisa del trastorno.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que combina de manera cíclica episodios de depresión que se alternan con episodios de euforia, en relación con la cual el dr. Goodwin consignaba en sus escritos y conferencias, que si en el año 1990 el diagnóstico se hacía, en promedio a los 32 años, hoy se realizaba a los 17 años.
La bipolaridad es una condición de salud que en su expresión más severa afecta alrededor del 1,5% de la población, pero si se considera todo el espectro hasta sus manifestaciones moderadas y leves, se llega al 5% y representa a un trastorno que causa mucho daño al paciente y a su familia.
Por otra parte, el dr. Siegfried Kasper, profesor de siquiatría de la Universidad de Viena, Austria, destaca que el trastorno bipolar representa la quinta enfermedad más discapacitante, en función de lo cual los expertos en el tema hacen un llamado a profundizar en el conocimiento de esta enfermedad, a fin de hacer un diagnóstico precoz y, por esta vía, reducir la probabilidad de que los efectos negativos del trastorno ganen en fuerza y constituyan una amenaza para el bienestar de los pacientes, especialmente, cuando las personas diagnosticadas con el trastorno son muy jóvenes.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta, es evitar el uso excesivo de antidepresivos, factor que "enmascara" a los pacientes, ya que al no ser el tratamiento adecuado, ello puede empeorar la situación.
Dr. Franco Lotito, profesor del MBA de la UACh