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Un milagro
"Salve Reina y Madre, Virgen de la Candelaria. Madre de misericordia, dulzura y esperanza. A ti suspiramos, los hijos de Osorno, a ti llamamos Madre, en esta bendita tierra" cantaban los miles de peregrinos en señal de agradecimiento y muestra de espiritualidad en su día.
Aldana Cumilef (75 años) estaba desde las 8 de la mañana en el santuario, donde llegó proveniente de Río Bueno: "es una bendición poder venir, porque la virgen ha sido muy milagrosa conmigo. Lo último fue sobrevivir al covid- 19, que se suma a lo que vengo a agradecer. Yo prendí estas velas para mis hijos que ya partieron de este mundo en un lamentable accidente hace más de 20 años", indicó emocionada la adulta mayor.
Lupercio Chicuy (88 años) también estuvo desde muy temprano en el santuario, hasta donde llegó acompañado de una de sus 6 hijas, una nieta y dos bisnietos.
"Cómo no voy a ser un agradecido de Dios y de la virgen de la Candelaria, si tengo una hermosa familia y aún buena salud. Pensé que nunca más iba a poder venir un 2 de febrero y aquí estoy acompañando a mi virgencita, hasta la tarde cuando sea la última procesión de retorno al templo", manifestó.
Desde distintos puntos de la comuna salían micros y desde las comunas aledañas llegaron buses con fieles, otros optaron por caminar o utilizar sus vehículos particulares, siempre lo importante fue llegar para estar junto a la Virgen de la Candelaria.
"Se me alegra el corazón cuando llego a tu santuario negrita de la misión, virgen de la candelaria", se escuchó a quienes en distintos momentos del día entregaron un momento de cántico y alabanza, los que llenaron de alegría los espíritus de niños, jóvenes, adultos y ancianos que se unieron en conmemoración de la virgen.
Margoth Yáñez (28 años) participó de la festividad junto a su hija Waleska, de 6 años: "es importante traerla desde pequeña, tal como hizo mi madre conmigo. Hoy venimos a recordarla porque no logró superar el covid-19, pero estamos seguras que ella está junto a su amada virgen, porque siempre fue una buena persona", relató la trabajadora que solicitó permiso para cumplir con su devoción.
Isolde Paredes (61 años) acompañaba a su padre Rumaldo (85 años) a dejar ofrendas a la virgen y a solicitar la bendición. "Vivimos en una zona de campo donde es muy difícil poder ir a misa, por eso siempre hemos venido los 2 de febrero, mi papá realiza su confesión anual, deja ofrendas a la virgen y este año espera la bendición de monseñor, porque tiene una enfermedad y requiere ese soporte espiritual", explicó la mujer sentada junto a su padre, cobijándose en las sombras de un enorme castaño.
1977 fue reconocido como Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria por monseñor Francisco Valdés, primer obispo de la diócesis local. Aunque la devoción mariana data de 1792 en la zona.
1392 tuvo su origen en Tenerife, España, la advocación mariana de la Virgen de la Candelaria, que deriva de candelero o candela, que se refiere a la luz: la luz santa que guía hacia el buen camino, la redención.
27 países celebran la devoción a la Virgen de la Candelaria: España, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Italia, Israel, Filipinas, Polonia, Cuba, entre otros.