Brecha salarial
La realidad es elocuente: las mujeres acceden a trabajos más precarios y peor pagados. La Organización de Naciones Unidas (ONU), ha señalado en sus informes que en Chile existe discriminación de género.
En las últimas décadas ha sido notoria la participación de la mujer en el mercado laboral y ha ido en constante aumento, ganando espacios en todos los ámbitos, desde altas responsabilidades en los gobiernos, en el Poder Judicial, el Congreso, las empresas, hasta las labores más cotidianas.
En 1990 la fuerza laboral femenina en Chile alcanzaba un 31% y hoy promedia alrededor del 48%. Sin embargo, a pesar del crecimiento económico sostenido de las últimas décadas y los factores condicionantes que podrían posibilitar su incremento, es todavía una de las participaciones más bajas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), donde llega al 60%.
No obstante, el aumento de participación, la igualdad de condiciones con el hombre hay una brecha laboral que perjudica a la mujer, cuestión que se ha analizado con profusión, pero no se ha logrado resolver. La realidad es elocuente: las mujeres acceden a trabajos más precarios y peor pagados.
Según el Enfoque Estadístico de Género e Ingresos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las mujeres en Chile percibieron menores ingresos laborales mensuales que los hombres en todos los años comprendidos entre 2010 y 2016.
El 19 de junio de 2009 se publicó en el Diario Oficial la ley N° 20.348 que enfrentó el tema de la brecha salarial, y que incorporó el principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres.
La ley de igualdad salarial fue una medida inédita, que estableció la obligación de todos los empleadores de pagar el mismo salario por igual trabajo, sin discriminaciones. Pero la realidad a veces dice otra cosa. Considerando que el ingreso de la mujer al mundo del trabajo implica un enorme mejoramiento para las familias y la sociedad en general, es urgente fomentar ese salto, lo que implica superar el rol de cuidadora de la familia y dejar que sus capacidades sean un aporte mayor a la sociedad. La Organización de Naciones Unidas (ONU), ha señalado en sus informes que en Chile existe discriminación de género. El sector empresarial debe avanzar acorde a las nuevas políticas mundiales y generar el cambio cultural necesario para un mundo laboral igualitario.