El robo de cables de telecomunicaciones y de electricidad es un delito que afecta a varias ciudades y zonas rurales, pero especialmente a los clientes, que ven interrumpidas sus comunicaciones y el suministro de energía.

El alto precio del cobre ha llevado al surgimiento de bandas organizadas que roban los cables de las redes, para venderlos en el mercado negro, e incluso se estima que falsifican documentos para su exportación a países vecinos. Estas acciones vandálicas interrumpen los servicios, dejan incomunicados a hogares y empresas, y obligan a suspender la atención en servicios públicos de salud, educación, bancarios, semáforos o cajeros automáticos, lo que genera un enorme impacto directo en la calidad de vida de las personas y el funcionamiento de las actividades.

La situación es preocupante porque es un delito que ha aumentado de manera importante, sobre todo en los sectores rurales, donde muchas veces no hay testigos, por tratarse de lugares aislados. Por ello, en las reuniones de las mesas de trabajo se realizan diagnósticos, se buscan los puntos críticos en los que se producen los robos y se analizan los destinos que pueda tener el material robado. Estos delitos no solo implican que las personas queden sin suministro eléctrico sino también la interrupción de servicios públicos que son importantes para la ciudadanía.

Según la Asociación Chilena de Telecomunicaciones, que agrupa a las empresas en servicios de internet, telefonía móvil y fija y televisión de pago, la industria interpuso 1.555 acciones judiciales por estos robos entre octubre de 2021 y marzo del año pasado.

Las autoridades se han comprometido a desarrollar un trabajo con itinerarios, detectando los lugares donde se cometen con más frecuencia los robos, y perseguir a los centros donde se comete el delito de receptación del cable conductor robado. El robo de infraestructura trae graves consecuencias para miles de hogares, por lo que, desde 2011 se encuentra vigente el acuerdo entre el Ministerio del Interior y Seguridad Pública e instituciones como Carabineros, PDI, SII, Aduanas y empresas de distribución eléctricas y de telecomunicaciones, para mitigar y enfrentar estas acciones ilícitas.

Hemos iniciado un nuevo año y sinceramente deseo para mi provincia y país toda la prosperidad, concordia y unidad tan necesaria en estos tiempos que corren.

Para lograr lo anterior es fundamental un recíproco respeto entre los poderes públicos y la casta política, toda vez que son los llamados a contribuir en fortalecer el estado de derecho y cumplir a cabalidad con el fin último del Estado, que es servir a las personas y lograr el bien común público temporal de todos los habitantes de la nación, creando las condiciones necesarias para que ello ocurra.

Podría detenerme a describir hechos públicos y notorios que lamentablemente van en sentido contrario a lo expuesto. Pero el país ya lo sabe, razón por la cual, desde esta humilde tribuna de Provincia, respetuosamente hago un llamado a nuestras autoridades del orden ejecutivo, legislativo y judicial para cuidar nuestra democracia, lo que necesariamente pasa por el respeto irrestricto al sistema de equilibrios constitucionales orientados a fortalecer el estado de derecho.

Señor Presidente de la República, trate de no interferir en la órbita privativa de otros poderes del Estado, especialmente del Poder Judicial, cuna de nuestra democracia y garante de la juridicidad.

Señores parlamentarios, recuerden que su tarea de fiscalizar y crear leyes debe ser hecha con un profundo sentido de justicia y unidad, propiciando acuerdos que favorezcan la armonía de la nación y la consecución del tan anhelado bien común, más allá de gallitos estériles e intereses mezquinos que solo empequeñecen la política.

Señores jueces, en sus manos está el Estado de Derecho, la justicia, la seguridad jurídica y la paz social. En general su labor ha sido llevada con altura de miras y con estricto apego a la Constitución y las leyes. No ceder a las corrientes ideológicas tan en boga en otras latitudes y aplicar el derecho con objetividad es mi anhelo como abogado de la República. En sus manos esta nuestra democracia.

Les insto a tener presente al hombre que no sucumbió a las tiranías de su época, Winston Churchill, quien nos recuerda "la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado"; esto nos obliga a todos los que queremos vivir en libertad y prosperidad, a trabajar fuerte y colectivamente.

José Manuel Baquedano, presidente Colegio de Abogados de la Provincia de Osorno