Una sequía de 14 años en el país
Es en las comunas rurales, incluidas las de la Región de Los Lagos, donde se sienten mayormente los efectos del déficit hídrico. Se estima que en los próximos años, entre las regiones de O'Higgins y Los Lagos, la nieve acumulada en la cordillera se reducirá en 50%.
La Dirección Meteorológica y el Ministerio del Medio Ambiente han confirmado que Chile suma 14 años consecutivos de sequía, y que se proyecta un aumento de las olas de calor. Según esos informes, en la zona centro, sur y austral del país se ha evidenciado una disminución de las precipitaciones en un promedio de 26 milímetros por década. Además, se estima que 180 comunas tendrán 40% o más de frecuencia de sequía en el futuro, aumentando las olas de calor. Junto con la baja de las precipitaciones, también se proyecta que en las zonas cordilleranas desde O'Higgins a Los Lagos, la nieve disminuirá en 50%.
Los recursos hídricos y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población, el crecimiento y tiene impacto positivo en la vida de las personas, al incidir en cuestiones que tienen que ver con la seguridad alimentaria y energética, la salud y medio ambiente.
Sin embargo, Chile enfrenta desde 2008 una sequía continuada. Y se ha pronosticado que el presente verano será más caluroso y seco de lo normal. En los últimos años, Chile perdió el 20% del agua de sus embalses y, paralelamente, la menor existencia de lluvias y nevazones invernales hicieron difícil recuperar el nivel del recurso acumulado. Esta sequía histórica, a la que se suma el impacto de los incendios forestales del verano, genera también complicaciones para enfrentar el riego en el agro. La falta de pastos de los últimos años ha golpeado la actividad ganadera y hay una considerable baja de la población de abejas, lo que afecta la producción apícola.
El cambio climático es una realidad. Por otra parte, la contaminación de ríos, lagunas y lagos es cada vez mayor, lo que acelera la crisis.
Es probable que los habitantes de los centros urbanos no alcancen a dimensionar esta situación, a menos que vean cómo se estrechan los caudales de los ríos y esteros. Sin embargo, en las comunas rurales esto se traduce en que las napas se están secando paulatinamente y en ocasiones se les debe distribuir agua en camiones aljibe para atender las necesidades básicas, algo que incluso ocurre en la Región de Los Lagos.