Puente de Chacao: la Contraloría toma razón de nuevo plazo y obra registra avance de 35,3%
REGIÓN DE LOS LAGOS. Con más de 5 años de retraso respecto del plazo inicial, y un costo que ya supera en 110 mil millones de pesos el precio inicial, la inversión proyectada ya se acerca al doble de ese monto. A fines de 2025 debería finalizar.
Redacción
Un avance físico de un 35,36 % presenta el proyecto de construcción del Puente Chacao, un viaducto colgante que en una extensión de 2.750 metros conectará la Isla Grande de Chiloé al continente, entre las localidades de Chacao y Pargua, respectivamente.
Se trata de la mayor obra pública en ejecución en el país y que, sin embargo, sigue sumando un retraso de más de cinco años respecto del plazo inicial para su puesta en marcha, que era de 2.379 días. Debió demorar seis años y cinco meses, por lo que los beneficiarios del viaducto, unos 150 mil habitantes del Archipiélago de Chiloé, que dependen del cruce en barcazas por el Canal de Chacao, debieran estar disfrutando de ella desde agosto de 2020.
Cruzar en 3 minutos el viaducto es la promesa, pero la realidad es que deben seguir soportando largas esperas para embarcar y una travesía que, dependiendo de las condiciones del tiempo, de las mareas o de las rampas que estén operativas, puede tomar entre 20 y hasta más de 40 minutos.
Fue en Chiloé, en diciembre de 2013, cuando se abrieron las ofertas económicas de la licitación que se otorgó al único oferente, luego de que un consorcio chino desistiera a último momento de presentar su oferta técnica.
Así, "OAS, Hyundai, Systra, Aas-Jakobsen", se quedó con el contrato, aunque posteriormente la sociedad se quebró tras las denuncias por corrupción que enfrentó la brasilera OAS, que terminó vendiendo su participación a la coreana Hyundai que hoy tiene el 100% del contrato.
Inicialmente se suscribió por $360.134 millones, una cifra ligeramente bajo el límite que establecían las bases, de $361.080 millones. Pero a la fecha el contrato supera los $469.954.189.734; mientras que el monto proyectado llegará a los $ 675.166.069.106.
Recientemente, la Contraloría General de la República tomó razón de la cuarta modificación a ese contrato inicial, el Convenio (N°5) que, con fecha 5 de diciembre de 2022 extiende nuevamente el plazo de contrato, esta vez en 8,3 meses (245 días), "por motivos asociados al impacto que tuvo la contingencia del covid", con una fecha de término de la obra proyectada para el 23 de noviembre de 2025, confirmó el Ministerio de Obras Públicas (MOP), mandante de la obra que está bajo la supervisión de la Dirección Nacional de Vialidad. Se trata de la segunda ampliación de plazo en menos de dos años.
El temblor
La obra ha enfrentado en su desarrollo innumerables retrasos, partiendo por el plazo inicial para el Proyecto de Diseño y Construcción, que requirió importantes modificaciones a partir de los terremotos de 2010 y de 2016, que obligaron a nuevos estudios y a algunas modificaciones relevantes en la fisonomía inicial del viaducto, por lo que recién las obras físicas se iniciaron en 2018.
El proyecto inicial consideraba las mismas tres pilas de hormigón armado, una fundada sobre el fondo del mar en el sector norte, en Pargua (199 metros de altura); una central (175 metros), sobre la Roca Remolino, el promontorio rocoso que hizo viable el proyecto; y, la pila sur (157 metros), fundada sobre tierra firme en la Punta San Gallán, en el extremo norte de la Isla Grande.
Fue justamente esta última la que requirió una mayor modificación, puesto que inicialmente no consideraba pilotes para la fundación, pero los estudios posteriores a los movimientos telúricos, particularmente el de diciembre de 2016 al sur de Quellón, confirmaron la necesidad de esas estructuras para dar una mejor firmeza. De hecho, el actual diseño considera una vida útil de la obra por cien años, con un programa de mantención del que se tendrá que hacer cargo el fisco de Chile.
La construcción del puente considera dos macizos de anclaje ubicados en las riberas norte y sur del Canal de Chacao, los que sostendrán y tensionará el sistema de cables de acero de alta resistencia, de 60 cm de diámetro, que a su vez soportarán el peso del tablero tipo cajón en acero que permite el diseño de doble calzada con cuatro pistas.
En el lado norte ya es posible observar incluso desde el cruce de las barcazas cómo se levanta la pila, que muestra un 25,5% de avance, aunque la que muestra mayor adelanto es la pila sur, que ya se empina por sobre un 27,3% buscando altura.
La pila central, en tanto, alcanza en altura de solo un 7,3% de lo proyectado.
Respecto de las fundaciones, tanto en el lado norte como en el lado sur, hay un 100% en la excavación, pero respecto del grueso de la obra solo suma un 22% de avance.
Los estudios incluyeron análisis de resistencia sísmica, intensidad de vientos y mareas, en una zona con diferencias de hasta siete metros entre las más altas y más bajas mareas, y fuertes vientos y corrientes marinas, que además de representar un problema para el diseño, han significado una valla importante para la construcción, particularmente de la pila central, que debe sujetar sus horarios de ingreso y salida de trabajadores, o la entrada de materiales, a las tablas de mareas.
De hecho, ya se han registrado dos accidentes con las barcazas, incluso el hundimiento del "Tornagaleones", una nave que estaba destinada al traslado de los trabajadores entre Pargua y la faena. Un accidente que afortunadamente no dejó víctimas.
Tan complejas condiciones de navegación, que incluso la empresa que provee el cemento debió instalar una planta junto a la plataforma petrolera desde la que inició la faena de construcción de la pila central.
Conflicto
Pero el peor momento del proyecto se vivió probablemente a fines de 2019, cuando el Consorcio difundió una dura carta remitida al entonces ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, en el que acusaban "un trato descortés y abusivo" y falta de "garantías jurídicas y comerciales necesarias para que Hyundai siga financiando el proyecto" de parte del Estado de Chile, luego de que el MOP les indicara que debían recurrir a tribunales para las demandas de aumentos de costos que estaban exigiendo por "obras extraordinarias", que a juicio del contratista, no estaban consideradas en el contrato inicial, que fue suscrito a suma alzada.
Tuvo que intervenir el propio Moreno, con la instrucción de que el puente no se cayera, para destrabar el conflicto y finalmente el fisco terminó reconociendo que hubo obras extraordinarias, pero por un monto menor al que estaba exigiendo Hyundai.
La faena no ha estado ajena tampoco a conflictos laborales, principalmente por los reclamos de los trabajadores por las condiciones de seguridad de la faena o las condiciones sanitarias, de alimentación o traslados, entre otros. Una situación que se ha ido agudizando en la medida que aumenta el número de operarios en la obra, que ya supera las 1.200 personas, y en que, dadas las características del proyecto, que va subiendo en altura, se va incrementando el riesgo.
La más reciente de estas diferencias es por la extensión de los descansos en el marco de los turnos de trabajo, debido a que el Consorcio Puente Chacao modificó de 15 días de trabajo por 15 días de descanso, a 10 x 5, lo que a juicio de los sindicatos que representan a la gran mayoría de los trabajadores presentes en la faena, ha permitido que lleguen a la obra, "sin filtro", personas que no van a laborar, sino a generar conflictos para salir con beneficios pecuniarios a poco tiempo de haber sido contratados.
"Son piratas", afirma Luis Cortés, dirigente del Sindicato Interempresa Nacional de Trabajadores Asalariados "Sintrasar" Chile. "Perro-bomba", los denominan también, porque "hacen acciones de fuerza para conseguir beneficios propios, con un discurso de defender los derechos laborales, pero en la práctica solo buscan beneficios inmediatos y están uno o dos meses y se van", agrega Cortés.
"Llega gente de todo Chile, Valparaíso, Santiago, Temuco, Osorno, Valdivia… No vienen a trabajar. Ese turno ha sido el causante de todo esto. Y la mala selección del personal", dice Cortés. Ellos serían los protagonistas de una serie de situaciones, como la toma de la pila central o de una grúa, que van generando paralizaciones y riesgo para el resto de los operarios, aseguran.
"Son todos los nuevos que llegan al turno de noche, que es el de 10x5", asegura Cortés.
Una situación que esperan que el Consorcio revierta y que está en el temario de la próxima reunión de la Mesa de Trabajo MOP -Sindicatos, en la que esperan llegar a un acuerdo también en otras materias, como mejoras en los campamentos o capacitaciones, entre otras.