Familias de acogida: un oasis de amor en la vida de menores vulnerados
Las osorninas Pilar Bustos, Gabriela Villarroel y Nora Terán forman parte del Programa FAE El Quillay de Coanil. Todas cobijan en sus hogares a niños y adolescentes que han sido separados de sus padres tras ser afectados en su crecimiento y desarrollo afectivo. Su meta es bien clara: ayudar a construir un mejor futuro para los pequeños.
La grave crisis que vive desde hace años el ahora llamado Servicio Nacional de Protección de la Niñez y la Adolescencia (ex Sename), donde en algunos centros quedó en evidencia la vulneración de derechos de los menores, generó que se fueran creando algunos programas para que familias pudiesen actuar -con amor, cariño y preocupación- en el cuidado de los niños.
A nivel país, son miles los casos de niños y jóvenes que han tenido que lidiar con el abandono, la violencia, excesos como consumo de alcohol y drogas por parte de sus padres o familiares, problemas que han generado que sus vidas estén marcadas o fisuradas para siempre.
En el caso puntual de la comuna y provincia de Osorno, funciona desde hace varios años el Programa de Familia de Acogida Especializada (FAE) El Quillay de Coanil, que de manera constante busca sumar familias con el objetivo de que puedan involucrarse en el cuidado alternativo a la internación de niños y adolescentes, que han debido ser separados de su medio familiar de origen debido a la vulneración de sus derechos.
El director del programa en Osorno, Cristian Bravo, comentó que "funciona en la provincia desde 2016, pero a nivel