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la verdad es que se están abriendo unos caminos de solución. Yo estoy esperanzado que vamos a comenzar a salir, por ejemplo, con los anuncios recién hechos, más las medidas reactivadoras que fueron anunciadas. Esto podría de alguna manera aliviar a las empresas que dentro de esta situación están apretadas, eso no tenemos que desconocerlo.
-¿Tienen como Cámara una estimación de cuántas empresas podrían estar en peligro?
-No tenemos esa información. La única que tenemos de la cámara es del año pasado y es que había unas 14 empresas con acciones judiciales y podrían ser cuatro las empresas que podrían estar con complicaciones, pero de un universo de socios de más de 2.700 empresas que se dedican a la construcción.
-Es muy llamativo que una empresa del tamaño de CVV quiebre, si está justo trabajando en obras muy importantes del Estado.
-Esa es otra de las cosas que nosotros debiéramos resolver y estamos trabajando en eso. Me refiero a la forma de relacionarnos con las empresas del Estado. Yo creo que esta relación por mucho tiempo ha sido desequilibrada. Y, al final, esto empieza a ser una situación compleja cuando se producen otras condiciones adicionales, como ha sido el alza de los precios de los materiales. Pero no hay que olvidarse que es una relación bien tortuosa en cuanto a los sistemas de pago, en cuanto a la velocidad de los pagos, en cuanto al reconocimiento de los pagos por parte de las empresas del Estado. Y este es un tema que tenemos que resolverlo, porque los gobiernos han estado muy preocupados especialmente de las pymes, creando esta ley del pago a 30 días. Pero eso la verdad es que no ha funcionado para las grandes empresas, porque el desequilibrio se da porque no nos dejan facturar. Me explico: hay una revisión detrás de otra y eso hace que al final la ley de 30 de días no se cumpla, porque si uno no puede facturar, no existe la factura pendiente. Tenemos que aprovechar esta coyuntura para hablar de la modernización del Estado; necesitamos trabajar en eso. Hoy está el ministerio de Economía partiendo con unas mesas de trabajo, pero ante crisis como esta, que son a nivel mundial, la velocidad de ejecución de los proyectos es fundamental. Este es un tema que debe tratarse con sentido de urgencia.
-Estados Unidos está viviendo una baja fuerte en el valor de las propiedades. ¿Puede haber un rebote similar en Chile?
-La situación de EE.UU. post pandemia fue de un incremento grande en la construcción. Entonces, es posible que este gran incremento en los permisos de edificación, que realmente fue de valores inéditos en el último tiempo, esté tendiendo a normalizar los precios. Yo esperaría que pronto se encuadre dentro de lo que era la media anual que tenían los permisos de edificación que me parecen que están hablando de más de millón y medio de permisos mensuales. Una cifra muy alta. Es probable que eso se ajuste y no veo que esto vaya más bien traducir en una nueva burbuja inmobiliaria. No lo veo de esa manera.
-Y en el caso chileno, ¿el histórico aumento de las tasas de los créditos hipotecarios no podría presionar a una baja en el valor de las propiedades?
-Es cierto que hoy le sale más caro al comprador, pero no olvidemos que entre comillas la tasa escondida es el valor de la UF; y eso es lo que realmente a mí más me preocupa. Nosotros teníamos inflaciones anuales del orden del 3 por ciento y ahora tendremos una de 13,8. Entonces, eso es lo que realmente preocupa. Y obviamente que a una persona que recibe su sueldo en pesos y le cobran en UF esto le impacta mucho. Con el anuncio recién hecho parece que hay una disminución de las tasas del orden de un punto porcentual. Hay algunas señales de que el crédito hipotecario va a ser más accesible para la gente que no tiene vivienda.
-¿El plan de construcción de 260 mil viviendas sociales está en el camino correcto? ¿Qué pasa con la calidad de estas?
-Dos cosas. Me encantaría hacer una invitación a todos los medios a conocer bien las viviendas sociales que se están construyendo, que puedo decir enfáticamente que son de muy buena calidad. Evidentemente, que hay algunas que han tenido errores de construcción y que deben solucionarse, pero en general yo he recorrido muchos proyectos que son de una superficie que a lo mejor podría no acomodar a grandes familias, con sus 55 metros cuadrados, pero que son de muy buena calidad. Entonces, en ese sentido ha habido una evolución importante El segundo punto: el ministro (Carlos Montes, de Vivienda) se ha puesto una meta de 260 mil viviendas para este año y nosotros creemos que es una meta cumplible, pero aspiramos a que se ponga la vara más alta, con más expectativa. Para eso también hemos sido propositivos con la autoridad sectorial, en el sentido de pedirles salir de la caja. Hemos llamado a intentar nuevas formas de construir, de manera de aumentar la velocidad de construcción sin desmejorar la calidad; sin olvidar la calidad de los barrios en que se construya.
-Justamente la ubicación siempre ha sido un punto débil de las viviendas sociales, alejadas de los servicios.
-Me tocó visitar un conjunto en La Chimba, en Antofagasta, y claro que los habitantes nuevos de estos proyectos ellos mismos declaran que estaban muy contentos de estas nuevas viviendas, que sentían algunas de las familias quedarían un poco apretados, pero por ejemplo pero que había problemas externos a ellos que necesitaban solución del Estado. Por ejemplo, ellos tenían un vertedero clandestino a dos cuadras. Esas son las cosas que el sector público-privado tenemos que mejorar. Mejorar la calidad de estas viviendas es un objetivo nuestro como cámara.
-Recién salieron las preocupantes cifras de los campamentos en Chile. ¿Tienen ustedes una propuesta de solución?
-Sí, la tenemos. Para ellos hemos formado una comisión con Techo, con la cual esperamos entregar medidas concretas para poder resolver este tema del déficit de vivienda de aquí al año 2032. Puede ser un plazo largo, pero de lo contrario, si seguimos en la misma tasa de construcción de viviendas, este es un tema que no lo resolveremos ni en 30 años. Para nosotros esto es inaceptable. El país no resiste esa solución, esa es nuestra preocupación. Por eso nosotros valoramos este programa, pero también hemos manifestado que no es suficiente, que debemos pensar en trabajar más y por eso queremos hacer propuestas con nuestra "Comisión Déficit Cero".
-¿Cómo están siguiendo como gremio la discusión de la reforma tributaria?
-Como una de las ramas de la CPC (Confederación de la Producción y del Comercio) estamos trabajando en conjunto con ellos. Creemos que el Estado necesita recursos, evidentemente, eso nadie lo discute. Pero en términos generales nuestra propuesta es que los recursos los podemos captar de otra forma. Es perfectible la reforma. Tenemos reparos en cuanto a que la reforma tributaria no propicia la inversión. Eso es lo que hemos dicho muchas veces. La inversión privada en nuestra área representa del orden del 70 por ciento de la inversión total, entonces somos aportantes de la solución de los problemas del país. Se necesita que los inversionistas cuenten con la confianza y las condiciones para hacer inversiones en el país.
Nuestra propuesta respecto a ella es que recaudemos, pero aumentemos la recaudación a través del aumento de la inversión y no, entre comillas, espantando a los inversionistas. Según nuestro cálculo del sector de construcción, por cada mil millones de dólares invertidos, se crean 50 mil empleos y además se generan tributos, más ingresos para el Estado. Entonces, hoy día creemos ante la situación que se está discutiendo, que el costo adicional con el impuesto a los "súper ricos", utilidades retenidas, royalty minero, son iniciativas que nos parece que realmente van a afectar la inversión y eso es lo que no queremos. Nosotros decimos, a ver, veamos cómo destrancamos los proyectos que hoy día están trancados. Hay 49 proyectos trancados en distintas etapas en el sector de la construcción que no se pueden terminar, que son en beneficio de la comunidad, que generan empleo, que crean ingresos para el Estado, pero que por distintas situaciones entre organismos públicos, organismos de medio ambiente, no pueden avanzar. Estamos hablando del orden de más de cinco mil millones de dólares. Entonces, hay ahí un razonamiento de nuestra parte que estimamos que debe ser considerado. No queremos que digan que los empresarios nunca quieren hacer una reforma. No, a nosotros nos interesa que el país crezca, y eso lo digo con letras mayúsculas, que las personas, los chilenos, tengan un mejor pasar.
La quiebra de la constructora que trabajaba en el Puente Chacao, una de las mayores obras públicas de comienzos de siglo, activó las alarmas en el sector.
"Tenemos que aprovechar esta coyuntura para hablar de la modernización del Estado. Hoy está el ministerio de Economía partiendo con mesas de trabajo, pero ante crisis como esta, la velocidad de ejecución de los proyectos es fundamental. Este tema debe tratarse con sentido de urgencia".
"Hemos formado una comisión con Techo, con la cual esperamos entregar medidas concretas para poder resolver este tema del déficit de vivienda de aquí al año 2032. Puede ser un plazo largo, pero de lo contrario, si seguimos en la misma tasa de construcción de viviendas, este es un tema que no lo resolveremos ni en 30 años".
"Creemos que el Estado necesita recursos, evidentemente, eso nadie lo discute. Pero en términos generales nuestra propuesta es que los recursos los podemos captar de otra forma. Es perfectible la reforma. Tenemos reparos en cuanto a que la reforma tributaria no propicia la inversión".