nosotros tratamos de comercializarlo, explicó Catherine.

El grupo está conformado por seis mujeres actualmente, pero Catherine contó que antes eran más y por la crisis hídrica que ha golpeado a la zona, algunas de ellas debieron retirarse por no tener agua para regar.

"La verdad es que los proyectos de Indap son bien limitantes en cuanto a la tenencia de la tierra. La mayoría de las mujeres cuando se casan colocan los campos a nombre de sus maridos y pierden la tenencia, por lo que cuando quieren postular a un proyecto de riego, tienen que hacerlo para un proyecto de riego móvil, es decir, tienen que andar con un estanque con ruedas", comentó.

Por ello no ha sido fácil el trabajo de estas pequeñas agricultoras que vienen del programa Mujeres Rurales, del convenio Indap-Prodemu, donde estuvieron tres años con capacitaciones técnicas y recibieron ayuda para fortalecer sus unidades productivas.

"A partir de la experiencia de Mujeres Rurales, nosotros pedimos la autorización para comercializar nuestros productos en el hall de la fundación y desde allí viene la idea de agruparnos y formalizarnos, para poder tener mayor volumen, hacer la iniciación de actividades y poder comercializar nuestros productos a otro nivel. Igual en algún momento en restaurantes y otros lados nos preguntaban si teníamos iniciación de actividades o factura, pero como no teníamos, perdíamos la posibilidad de vender nuestros productos", señaló.

Fue así como debieron dar un nuevo paso, llegando a un proyecto de formación de gremios, en plena pandemia, se constituyeron como cooperativa campesina, pero con el sello de estar integrada por mujeres.

"Las mujeres somos bastante más resilientes a los cambios y a los zapateos económicos. En general las cooperativas son bien resilientes, pero en el caso de las mujeres, nosotros tratamos de buscar las alternativas frente a las dificultades y tratamos de mantenernos. El hombre muchas veces cuando ve que el negocio no está dando, cambia inmediatamente de rubro. Nosotras nos mantenemos pensando en que el rubro de los alimentos es muy delicado, pero necesario para mantener la economía a nivel local", comentó.

Ese último punto quedó demostrado para esta agrupación en la pandemia, ya que en algunos momentos se produjo desabastecimiento de algunos productos, por lo que ellas estuvieron allí con sus cultivos para reemplazarlos de forma inmediata.

"Nosotros ahora estamos creciendo en unidades productivas y estamos viendo entregar una cantidad fija de hortalizas. Estamos evaluando si nos conviene el supermercado, restaurantes o minimarkets de manera más directa, con un precio menos abultado que en el retail", manifestó.

Equilibrio orgánico

Isabel Montesinos representa a la Red Orgánica de la Región de Los Lagos, donde hay agricultoras que producen desde quesos de cabra, jugos, hierbas medicinales hasta hortalizas de manera completamente natural y 100% certificadas.

"Yo tengo un invernadero, que fue la lechería de mi papá, el cual agrandamos mucho y que es tropical, tengo hasta papayas adentro, olivos con aceitunas, granados, todo tipo de flora, tortugas acuáticas que se pasean entre los lotos, pavos reales", detalló.

La agricultora vivió nueve años en Alemania y se dedica ahora a estos cultivos en el sector de Quilacahuin. Relata que hace unos 20 años atrás ya se había organizado el grupo de productoras orgánicas de la zona.

No obstante, señaló que no ha sido fácil mantener esa calidad, ya que no todos quienes se dedican supuestamente al rubro mantienen las exigencias requeridas para continuar la condición de orgánico, por lo que ella es la única hortalicera en la provincia que está certificada; junto a las otras integrantes de la red, que hacen quesos de cabra o hierbas medicinales por ejemplo, van abriendo espacios de comercialización, algunas en Puerto Varas, mientras que en el caso de Isabel, unos días de la semana tiene venta de productos en las afueras del edificio de la Delegación Presidencial Provincial (ex Gobernación) frente a la plaza de Armas.

La agricultora manifestó que el objetivo de esta red -y en

"A partir de la experiencia de Mujeres Rurales, nosotros pedimos la autorización para comercializar nuestros productos en el hall de la fundación y desde allí viene la idea de agruparnos y formalizarnos"

Catherine Rojas, Cooperativa Agroecoop

"Quiero abrir mis puertas a la gente, sobre todo niños, para enseñarles y mostrarles la diferencia que existe en el gusto de estos productos y lo sanos que son. Es bonito cultivar plantas"

Isabel Montesinos, Red Orgánica de la Región de Los Lagos